Vengo del centro de salud, en la sala de espera una semiyonki me ha tirado la caña, qué impresión me ha dado. Yo moqueando y atontado, ya estaba pensando que me daba un poco de asco que me saltara un piojo o algo porque las pintas no era para menos y se me pone a hablarme. Iba con los que serían sus padres, los tres con un pelo exageradamente casposo, la madre sin dientes, el padre pinta de zumbao, ella con bigote... joder, no sabía qué hacer, que si tenía novia o estaba casado, que si era del barrio, de qué número, que si era gitano o payo (wtf?). Al final me he levantado a dar vueltas para que me dejara en paz, una hora y media así, que encima me espiaba el móvil.
Estas cosas solo me pasan a mí (si fuera mujer sería peor aún), como cuando en Sevilla era carne de que me leyeran la mano las gitanas, me deben ver cara de inocente/amigable o notan que no sé cortar por lo sano de primeras.
|