Creo que algunos transitan por el camino hacia la felicidad con rapidez, esforzándose pero sin mayores trabas, otros hemos encontrado dificultades, nos vemos aún lejos del comienzo de ese camino pero eso no quiere decir que no podamos llegar a el, me duele el pecho, pero sé que al igual que otras personas me merezco cosas buenas. Le doy gracias a Dios hoy porque estoy triste pero la felicidad de otras personas me recuerda que ese estado puedo vivirlo yo, atrasadamente quizás pero no menos merecido. Yo me merezco cosas buenas, todos nos las merecemos, así nos sintamos poca cosa, o suframos, eso no nos quita el merito y la posibilidad de que lleguen nuevas bendiciones; y algún día llegarán en abundancia, mientras tanto habrá que esforzarse y en medio de estas dificultades, resistir y perseverar. No tengo confianza, tengo miedo pero también la esperanza de que algún día ojalá pronto empiece ese camino hacía mi felicidad personal. Estas lágrimas simplemente se derraman, y este dolor pasará, quizás vuelvan pero espero no ser la misma sino de a poco ir cambiando a mejor. Me merezco ser una mejor yo además.
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