(Miercoles20/05/15//00:29)
La noche del día anterior a éste - o sea, minutos antes- no he cenado. Ya sabía que no tenía cena desde la tarde y creo que de alguna manera me conciencie de ello, de hecho fue así. Y supongo que será por eso que a estas horas, pasada ya la noche sin cena y minutos de la madrugada del día posterior, no tengo hambre, lo cual es inusual, porque siempre acostumbro a tenerla en la noche, como es obvio.
Todo parece indicar que se trata de una autosugestión que incidió psicosomaticamente en mí. Pero si esto último es cierto, eso quiere decir que puedo hacer lo mismo con cosas mayores. Y eso si que es muy interesante.
¿A alguien más le ha pasado algo parecido? (¿Sera el mismo fenómeno que aquel de no tener ganas de cagar al estar en casas ajenas?)
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