Acaba de terminar el desfile grande de mi localidad y estoy super arriba, es algo que me apasiona desde que tengo uso de razón y que me sigue haciendo soñar. Se supone que es para niños, pero a mí cada año que pasa me gusta más, cuanto más vieja me hago más lo disfruto, le levantaría el ánimo a cualquiera.
Me encanta la sensación de ensoñación que me deja, de pequeña fantaseaba con ser mayor (adolescente) y salir con alguien que saliera en el desfile, o salir yo misma por alguna casualidad de la vida.
Era difícil que el sueño se cumpliera, si tenemos en cuenta que la mayoría de los que desfilan son de otros paises o de otras ciudades. Y los que viven aquí, son hijos de papás adinerados (cosa que no me resulta nada atractiva), o una parte bastante pequeña de la localidad, o son padres de familia.
Todavía sueño con formar parte del desfile a mis 31 años, o con conocer a alguien para tener una buena excusa para ver el desfile, y levantarme de mi asiento para saludarle, y empaparme de esa magia aunque sea por unos segundos, tener una excusa para formar parte de eso.
Me encanta el simple hecho de escuchar el jaleo y la música de las comparsas y las carrozas recogiéndose.
Queda el acto final, el broche de oro de la noche a la 1, pero eso ya no me gusta tanto, me parece más aburrido.
NUNCA DEJARÁ DE ENCANTARME. He flipado tanto como los niños.
PD.: Allí he conseguido un saco de juguetes. Me da rabia porque entre ellos hay un arco con flechas
(de plástico, obviamente) y no puedo abrirlo ni quedármelo para hacerme fotos, porque es todo para mi sobrino que lo va a disfrutar más.