Ayer salí por la tarde con unos amigos, (conocidos sería la expresión más adecuada, no los conozco desde hace mucho, aunque me caen genial, y me gustaría ser su amigo de verdad, y vernos más a menudo, no una vez al mes si llega). Estuvimos en una cafetería tomando algo y hablando. Bueno, hablaron ellos, yo apenas abrí la boca. No dejo de pensar en mi ex, en que la amo, en que no puedo vivir sin ella, en que no quiero vivir sin ella, en que la única persona con la que he sentido momentos de felicidad me ha dejado y está con otro, en que nunca más podré verla de nuevo ni sentir su cariño, en que nunca más seré feliz, en que nunca más conoceré el amor y en tantas y tantas cosas más. No disfruté la tarde para nada, y cuando llegué a casa por la noche, lo único que tenía ganas era de morirme y dejar de sufrir de una ... vez.
Hay días en que ya no aguanto más y lo mandaría todo a tomar por saco y así acabar de sufrir. Si el resto de mi vida va a ser así de amargado, triste, solo, deprimido, sufriendo contínuamente, no quiero hacerlo. Así no.