Me temía una respuesta de ese tipo.
. . . ya que no estoy necesariamente preocupado por el tema de "problemas psicológicos" sino de actitudes frente a la vida - las diferentes cosas que movilizan a diferentes personas y el ímpetu de cuestionar los conceptos más básicos sobre los que gira la construcción humana de la realidad.
Además, yendo a un plano más simple: si no se es querido. . . bueno. . . no se es querido y, o bien no importa mucho lo que uno haga o el costo de la aceptación por parte de "el grupo" es básicamente la identidad propia. La dinámica de estas cosas raramente tiene que ver con las creencias que se ostentan; ejemplos típicos: acoso y violencia en colegios católicos, moderadores de foros de internet que con excusas sancionan solamente as quién se les da la gana hostigar, mujeres que están con alguien por una razón y dicen que es por otra, etc. . .
Entonces uno siempre corre el riesgo de creer que la aceptación está a la vuelta de la esquina cuando en realidad tiene que ver con cosas mucho más profundas (y que no se dicen por que en realidad son de muy
mal gusto).
Hacia el final de "Las Brujas de Salem", al protagonista se le ofrece firmar una falsa confesión/acusasión para evitar la horca y éste elige morir porque el precio de
ensuciar su nombre es demasiado alto.
Que a uno le transpiren un poco las manos no quiere decir que los demás tengan todos razón y que uno esté completamente loco; a cualquiera de ellos le transpiraría las manos si todos los demás fueran como algunos de nosotros.