Yo siempre que puedo intento salir de casa e irme algún lugar alejado de la civilización. Tengo la suerte de tener un bosque cerca de casa, e ir allí es como llegar a un oasis, mi mente y mi cuerpo parecen descansar. Llego, busco un sitio escondidito, pongo la toalla, me tumbo y dejo que el viento, el sol y la vegetación se "fusionen" con mi respiración.
Si eso no puedo ser me hago un reiki o procuro dormir definiendo el objetivo del sueño.
Mi último recurso es la música, ponerme los cascos a "to' trapo" y saltar y revolcarme como un loco jajajajaja... pero es poco duradero, el efecto suele durar una hora y poco más.
De cualquier modo, consigo siempre claridad, energía y empuje. El problema es cuando ni siquiera tienes ganas de salir del bajón, entonces si que sólo queda estarse pasivo o empujarse a hacer algo para levantar el ánimo.
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