Como era algo que no me quedaba excesivamente claro, he recurrido a la interné para sacar el siguiente texto referente a percepciones, emociones y sentimientos. Creo que resulta, además de fácil de entender, esclarecedor (al menos para mí).
EMOCIONES
¿Por qué lloramos, reímos o gritamos?
¿Por qué lloramos y reímos ante determinadas situaciones? ¿Qué es lo que nos mueve a mostrar determinadas emociones ante las situaciones que se nos presentan en la vida cotidiana? Y lo más misterioso... ¿por qué las personas reaccionamos de de distinta forma ante los mismos acontecimientos? Todo se debe a un proceso que se desarrolla en el cerebro. No te pierdas como se produce.
CARMEN CARDOSO PARRA
No todos reaccionamos igual ante las mismas circunstancias. Hay personas que encuentran agradable estar rodeado de personas, en cambio otras sienten ansiedad. Lo que a algunos les produce risa, a otros llanto, y lo que a algunos miedo, a otros alegría. Es un enigma que ha intrigado a los hombres desde el principio de los tiempos, que se han preguntado por qué y de que forma las emociones influyen en la atención, el pensamiento, el comportamiento y la toma de decisiones del ser humano. La explicación a este gran enredo se encuentra en nuestro cerebro, que responde de distinta forma en función de las percepciones sensoriales y de nuestros genes. No es tan complicado como parece. A través de los sentidos, percibimos estímulos externos, que llegan al cerebro, y éste a su vez, les confiere un significado agradable o desagradable que varía según las personas.
Ese significado depende de factores ambientales (como las experiencias anteriores) y de factores genéticos (innatos en el individuo). Se produce una combinación de emotividad y racionalidad que nos hace clasificar las percepciones según el placer que nos produzca. Ahora está más claro ¿verdad?
Científicamente, esto se denomina tono afectivo o emotivo, y es lo que determina nuestro comportamiento y nuestras reacciones. Es lo que nos hace llorar si lo que vemos no nos gusta, lo que nos provoca el sentimiento de miedo si es desconocido para nosotros o el de alegría si nos resulta placentero. En algunos individuos este placer o desagrado viene provocado por situaciones anormales, como por ejemplo el gusto por robar o la fobia a hablar en público.
NEUROLOGIA
Un cerebro dividido en tres estratos
C.C.P
¿En qué zonas de nuestro cerebro se encuentran las emociones y en cuáles la razón? En 1970, un científico llamado MacLean expuso la siguiente teoría: a lo largo de la evolución, desde el animal más primitivo hasta el ser humano, se han ido añadiendo estratos en el cerebro. El primero de ellos se llama proto-reptil, que sólo es capaz de responder ante los comportamientos innatos. El segundo es el paleomamífero, que supuso el desarrollo de la naturaleza consciente. En este estrato aparecen las emociones, tanto placenteras como desagradables. Y por último, el neomamífero, responsable de la racionalidad. El estrato intermedio o paleomamífero comprende el sistema límbico, que tiene una influencia esencial en la valoracion emocional de todas nuestras percepciones y en el control de su conducta. En este sistema se encuentran determinadas estructuras: la amígdala, el hipocampo, el tálamo y el hipotálamo, responsables de las funciones emocionales. Un ejemplo: ante situaciones desagradables como una amenaza, la amígdala se pone a trabajar y su actividad aumenta. Produce un sentimiento de miedo y ansiedad que tiene como objetivo el prepararlo para escapar. El corazón late más rápidamente para que llegue más sangre y oxígeno a los músculos, el estomago y el intestino se cierran para ahorrar energías, los bronquios y los pulmones se dilatan para recibir más oxígeno...
En definitiva, el individuo busca la supervivencia. Únicamente en la especie humana se puede encontrar esta combinación de emociones y razón que la diferencian del resto de los seres vivos y que le ha permitido adaptarse
ADEMAS
INTELIGENCIA EMOCIONAL. Las capacidades del individuo se han medido siempre por el cociente intelectual. Pero algunas personas que estaban situadas por debajo del límite normal, obtenían logros importantes y éxitos en sus estudios o trabajos profesionales. Sin embargo, otras con altos cocientes, no alcanzaban los objetivos. ¿Por qué? En 1995, Daniel Goleman, doctor en Filosofía y profesor de Harvard, publicó el libro Inteligencia emocional. En él exponía que la inteligencia hasta entonces era entendida como un bloque de habilidades intelectuales, pero esto no era correcto. Las emociones, controladas en el cerebro por el sístema límbico, juegan un papel fundamental. La capacidad de conocerlas y de controlarlas son determinantes en la definición del cociente intelectual. Es lo que se llama inteligencia emocional, y lo mejor de todo es que se puede aprender a desarrollarla.