La idea central del texto me parece muy cierta. Para tener momentos de felicidad y apreciarlos como tal es necesario haber pasado por momentos de tristeza y melancolía. Aquellas instancias deben de ser aprovechadas para bien, para reflexionar. No se trata de levantarle un monumento a las emociones lúgubres ni de tener una actitud negativa... se trata de aceptarlas como algo propio del sentir de las personas, parte de un equilibrio emocional.
|