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02-dic-2006
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Cita:
Iniciado por Genetica
Yo creo que el miedo procede de la ignorancia o de la creencia de que los demas saben algo que nosotros no sabemos. Mi problema es que no encuentro nada de que hablar con personas nuevas o incluso con amigos (los pocos que tengo) o como actuar para que los demas se sientan a gusto conmigo.
Es como si hubiera un protocolo, unas reglas no escritas que todo el mundo sabe menos nosotros.
No se si entendereis lo que he escrito. Cuesta trabajo darle forma a un pensamiento.
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Si que entiendo lo que dices, pero piensa que el problema es el miedo. Tu podrías no saber que decir y simplemente quedarte callada, o no parar de decir cosas fuera de contexto y reirte. Hay gente que no tiene fobia social y dicen bastantes tonterías, y no por eso lo pasan mal. Cada uno actua de manera diferente y cada cual tiene una opinión sobre cómo actuan los demás. El problema es que cuando tienes miedo a hacerlo mal te bloqueas debido a la ansiedad. Pero eso es lo mas normal del mundo, le pasa al todo el que veas por la calle en alguna ocasión de este tipo.
Imaginate que te sintieras importante, que lo que dijeras cuando estas con los demás, tus comentarios, tus opiniones, las valoraras tu aunque los demás pensaran que son tonterias. Entonces te daria igual lo que pensaran los demás. Tu te reirias y lo pasarias bien independientemente de la opinión de los demás. Dicen que si tu no te puedes hacer reir a ti mismo no puedes hacer reir a los demas. Esto puedes extrapolarlo a las relaciones con los demás. Antes de que a los demás le parezcan interesantes lo que tu hablas y la forma de actuar, te lo tiene que parecer a ti.
Esto parece la pescadilla que se muerde la cola. NO tengo autoestima no valoro lo que hago. Y si no lo valoro hago las cosas mal y no tengo autoestima. Hay que empezar haciendo las cosas bien aunque uno lo pase mal.Esto no se consigue dicendotelo simplemente. Tambien hay que actuar asi. La forma es ir ganando autoestima.Y como la ganas? empezando a hacer lo que no haces. Si tienes la autoestima baja porque los demas saben montar en bicicleta y tu no, qué harias para ser feliz? que te gustaria conseguir?
ESTA EN TU MANO, PONTE A PRACTICAR.
Ten siempre presente que el problema es el miedo. Unas veces a no saber que decir, otras a estar solo/a,otras a tu fisico,etc, pero siempre el miedo. Atacale¡¡ lo que piensan los demás son los efectos secundarios. Las consecuencias primeras es no poder controlarte.
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02-dic-2006
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Lo que pasa es que cuando las pautas de comportamiento son automaticas, cuando se presenta una situacion en la que nos ponemos a prueba ni siquiera somos (soy) capaces de pensar razonadamente. Se olvida lo que se deberia hacer y actuamos como siempre. Y despues la depresion en casa tres o cuatro dias por una tonteria.
Creo que la mejor solucion es no pensar si cometemos errores o no, solamente pensar en las cosas positivas. Al fin y al cabo de que nos sirve estar tres o cuatro dias pensando en una palabra, una mirada o un gesto en una conversacion.
Hay que tratar de imprimirle menos relevancia a las cosas, a cualquier cosa.
He comprobado escribiendo este mensaje que cuando hablas de algo negativo automaticamente te sientes mal y al contrario. Si pienso en positivo todo mejora un poco.
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02-dic-2006
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Acorde con lo que decía en el primer post he visto un artículo relacionado con el miedo que viene a decir lo mismo. Creo que os gustará, aqui dejo el enlace;
http://www.emprenden.com/art.php?id=29
Sólo le añadiría que el miedo ,si es buscado, es mucho menor.
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07-dic-2006
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07-dic-2006
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Algunas frases celebres muy ciertas:
"Para crecer hay que renunciar temporalmente a la seguridad"
"El arte de vencer se aprende en las derrotas"
"Haz que las contrariedades te alienten y los obstáculos te engrandezcan."
"El que no tiene cabeza para preveer, tiene que tener espaldas para aguantar."
"No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas."
"La prueba del valiente está en saber sobrellevar cualquier derrota, sea la que fuere, sin perder el ánimo."
"Los cobardes agonizan muchas veces antes de morir... Los valientes ni se enteran de su muerte."
"Toda cosa se convierte en un placer cuando se hace a menudo. Éste es uno de los secretos más importantes de la existencia."
"Sólo el que vive de rodillas ve gigantes a sus enemigos."
"Quien todo sabe sufrir, a todo puede atreverse."
"Sólo pueden mirar el sol de frente, quienes osan clavar su pupila sin temor a la ceguera."
Y muchas más, añado una más :
Hay que poner limites a los problemas, sobre todo temporales. No se puede estar siempre quejandose sin hacer nada, hay que actuar hasta dejarse la piel si es necesario.
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21-dic-2006
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texto escogido de:
http://enrike45.wordpress.com/2006/12/0 ... -ansiedad/
Tratamiento de la ansiedad.
La desensibilización y la exposición en la terapia cognitivo conductual, Capítulo del libro “Terapia psicológica en el tartamudeo” de editorial Ariel cuyo autor es el Dr. José Antonio García Higuera:
Según Marks (1991) existe una autopista para el manejo de la ansiedad que es la exposición (desensibilización) a la situación temida y otras carreteras secundarias como son la relajación, la tensión muscular en algunos casos, la respiración, etc.
El proceso de exposición o desensibilización consiste en que la persona se exponga al estímulo temido sin que dé las conductas de evitación, huida o lucha. Cuando se hace así de forma sistemática, se da la habituación, junto con la extinción de las conductas de evitación, entonces la ansiedad disminuye y se afrontan las situaciones con tranquilidad creciente.
Hay muchos ejemplos en la vida cotidiana que nos dan una idea de cómo es este proceso. Uno de ellos, porque es muy común, es cuando aprende a nadar alguien que tiene miedo al agua. Puede estudiar muchos manuales, estudiar muchos estilos, pero si finalmente no se va exponiendo al agua, mojándose y metiéndose en la piscina, yendo paulatinamente hacia donde le cubre y teme más poderse ahogar, no conseguirá nada. Al principio, cuando vaya avanzando lo pasará mal, pero finalmente, con tiempo y perseverancia, conseguirá disfrutar del baño. Existe otro método para perder el miedo a nadar y es tirarse a la piscina directamente donde cubre, de esta forma se consigue rápidamente perder el miedo, pero siempre y cuando se haga con un cierto conocimiento de nadar y un socorrista cerca que den las suficientes garantías de que no va a pasar nada.
Aunque hay distintas visiones sobre el mecanismo que funciona en el proceso de exposición o desensibilización, la teoría más aceptada es que se da un fenómeno de habituación por el que nos acostumbramos a la ansiedad y dejamos de sentir las sensaciones asociadas a ella, al no dar respuestas de evitación. Otra visión es que la excitación que está en la base de la ansiedad desaparece porque pierde su funcionalidad al no luchar ni huir. Otra visión más, se basa en la extinción de la ansiedad como conducta de preparación para las acciones de evitar, al no realizarlas. Otra visión adicional es que la desensibilización y la exposición están basadas en el contracondicionamiento, que consiste en lograr que aparezca una nueva respuesta en lugar de la ansiedad en las situaciones temidas. En realidad todas las visiones son complementarias y dan cumplida cuenta del proceso que se sigue.
Una metáfora compara a la ansiedad con un monstruo que vive y se alimenta de adrenalina. Cuando algo nos avisa que hay un peligro, como entrar en una escalera mucho más empinada de lo esperado, realizamos una descarga automática de adrenalina y el monstruo que estaba dormido se despierta y logra que de forma automática nos agarremos a la barandilla y nos ayuda a no caernos. Nos damos cuenta de que tenemos el monstruo dentro y que se ha quedado, porque mientras digiere la adrenalina está fuerte ya que todavía le queda alimento para vivir. Cuando pasa el tiempo sin que veamos un nuevo peligro el cuerpo recupera su nivel normal de adrenalina y el monstruo se hiberna, porque no tiene suficiente alimento. Cuando es el propio monstruo el que nos da miedo y lo queremos echar del cuerpo, y luchamos para que desaparezca de inmediato, volvemos a hacer otra descarga de adrenalina para poder hacer el esfuerzo de luchar contra él. El monstruo, encantado porque tiene más alimento, crece y se hace más amenazador, nos dice que va a comernos el cerebro, que nos va a dañar el corazón, y la garganta nos la va a paralizar para siempre. Si aceptamos al monstruo en nuestro cuerpo y no hacemos nada para que se vaya, dejaremos de darle alimento y el monstruo morirá de inanición. Siempre viviremos el riesgo de que no se vaya, porque no estamos haciendo nada para conseguirlo.
Como en todo proceso de habituación es imprescindible que los sucesos se repitan durante mucho tiempo para que se dé. Todos sabemos que los hombres somos capaces de habituarnos a las condiciones de vida más difíciles, solamente necesitamos tiempo y querer hacerlo, es decir, exponernos a ellas sin huir.
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21-dic-2006
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A mí personalmente la exposición nunca me dió resultado. Creo que cuando estás tan centrado en controlarte no disfrutas. Entonces, por mucho que intentes mantener el control, la experiencia al final resulta incómoda y poco atractiva, y no te apetece repetirla.
Por mi experiencia creo que la clave no está en acostumbrarse al miedo, sino en no tenerlo. No es una cuestión de desensibilizarse, sino de no percibirlo. A mí me ha ayudado mucho la actitud de pasotismo, sobre todo en las situaciones sociales. También el construirme una determinada imagen, una imagen digamos "respetable", pero en la que no dejo de ser yo mismo.
En cuanto al miedo a la vida, siempre pienso en esto: " Yo ya he estado muerto, por eso no tiene sentido que tenga miedo a nada".
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30-dic-2006
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Pego esto para que voluntarioso encuentre su tópic....Es que estaba antes en Tratamientos y Terapias. Un mareo esto de tanto cambio de foro.
Pero el botón buscar por autor para eso es "mágico"
Allá va, en honor de Martín Seligman, ese psicólogo del que podeis ver la entrevista en el link de Enrike48 del programa Redes.
La indefensión aprendida
Overmier y Seligman introdujeron por primera vez el término de Indefensión Aprendida a partir de los resultados obtenidos en sus trabajos de laboratorio sobre el condicionamiento al miedo en perros.
Observaron que los perros que había experimentado descargas eléctricas incontrolables en una situación, transferían su sentido de incapacidad a otra situación, aceptando pasivamente el shock.
Por su parte, los perros que sí habían podido evitar las descargas en la primera ocasión o los que no habían pasado por la primera sesión, al llegar a la segunda, corrían al empezar la descarga hasta que, accidentalmente, daban con la respuesta correcta, siendo la misma cada vez más rápida en los sucesivos ensayos.
La explicación dada por Seligman al fenómeno denominado como “indefensión aprendida” era que el animal o la persona aprendía que su conducta no afectaba a los resultados que obtenía. Esta explicación de falta de causalidad sobre las consecuencias o de incontingencia conducta-resultados generaba las siguientes consecuencias o deterioros:
1. Falta de motivación para iniciar otras respuestas que sí podía controlar, observándose mayores latencias de respuesta, menores éxitos (déficit motivacional);
2. Dificultad para aprender que su respuesta podía tener efecto sobre otros acontecimientos o situaciones (déficit cognitivo);
3. Y las experiencias repetidas con acontecimientos incontrolables llevaban a un estado emocional caracterizado por el incremento de la ansiedad y el miedo que podía terminar en depresión (déficit afectivo).
A partir de los problemas surgidos al aplicar el modelo a humanos, Abramson, Seligman y Teasdale reformulan el modelo de Seligman de la indefensión aprendida ( 1975) actual de no contingencia y la expectativa futura de que tampoco habrá contingencia.
Las atribuciones es lo que determina en los humanos la formulación de la expectativa futura de no contingencia, así como la duración, la generalización, la intensidad o la fuerza de los déficits típicos de la indefensión.
Las explicaciones que el individuo hace cuando percibe incontrolabilidad pueden situarse en torno a tres dimensiones atributivas:
1. Internalidad-Externalidad. Si la incontrolabilidad se atribuye a factores internos, se desarrollaría una indefensión personal; si por el contrario se atribuye a factores externos, se desarrollaría una indefensión universal.
2. Estabilidad-Inestabilidad. Si la incontrolabilidad se atribuye a factores estables los déficits e indefensión desarrollados tendrán mayor duración, desde el momento en que el en el futuro puede volver a percibir la falta de control que percibe en el presente. Si por el contrario, la ncontrolabilidad se atribuye a factoresinestables, los déficits desarrollados serán menos duraderos, dado que en el futuro dichos factores pueden cambiar.
3. Especificidad-Globalidad. Esta dimensión predice si los déficits ocurrirán
sólo en la situación presente, cuando se hacen atribuciones específicas, por lo que no se verán afectadas otras situaciones futuras; o por el contrario, se generaliza la incontrolabilidad de la fase inicial a un gran número de situaciones y tareas diferentes al utilizar el individuo atribuciones globales.
A partir de la combinación de estas dimensiones, los mayores déficits, y la posible aparición de depresión, se asociaría con la atribución de la incontrolabilidad de la situación inicial a factores internos, estables y globales, que determinarían una indefensión personal, una mayor cronicidad y unamayor generalización a situaciones, sea cual sea su parecido con la experiencia previa de falta de control.
Cuando la atención se focaliza en uno mismo, el individuo se convertiría en un candidato más probable para hacer este tipo de explicaciones causales.
Una tendencia de las personas depresivas es autofocalizar después de los resultados negativos y evitar la autofocalización después de resultados positivos, lo que les lleva a incrementar la internalidad de sus atribuciones para los fracasos y disminuir la internalidad de sus atribuciones para los éxitos.
De esta forma, no basta que el individuo perciba falta de control en una situación para que genere la expectativa futura de incontrolabilidad en distintas situaciones.
Es necesario tener en cuenta a qué atribuye dicho individuo la falta de contingencia para predecir la generalidad y cronicidad de las manifestaciones de indefensión, así como su posterior autoestima.
Y recordar que las atribuciones se pondrán en marcha cuando la motivación por controlar sea fuerte.
Diversos estudios han intentado poner a prueba las atribuciones que hacían los sujetos de las situaciones incontrolables, generalmente operacionados como fracasos en situaciones de rendimiento.
Se ha encontrado que la exposición a problemas irresolubles empeoraba el rendimiento posterior de los sujetos que atribuían su fracaso a causas estables, no el de los que lo atribuían a causas inestables o a causas globales.
La dimensión de internalidad genera resultados divergentes:
-Mikulincer encuentra que el afrontamiento centrado en el problema se asociaba con atribuciones internas, inestables y específicas, mientras que el afrontamiento centrado en la emoción y el distanciamiento se asociaban con atribuciones internas, estables y globales y con más cogniciones ajenas a la tarea.
-Follette y Jacobson encuentran que las atribuciones de la mala ejecución en un examen a causas internas llevaban a más planes de los sujetos de estudiar para el siguiente examen.
Por otra parte, se han analizado no sólo las atribuciones puntuales que el individuo realiza de la situación de incontrolabilidad, sino también, la consideración del estilo atributivo del sujeto como predictor del grado de indefensión generado.
Este tipo de investigación parte de la aplicación del Cuestionario de Estilo Atributivo (ASQ), para medir las diferencias individuales en el uso de las tres dimensiones atributivas especificadas por el modelo.
Su presentan al sujeto doce situaciones hipotéticas, seis de carácter positivo y 6 negativo. Ante cada situación, el sujeto debe escribir la causa que considera responsable de la misma, y posteriormente, valorar el grado de internalidad, estabilidad y globalidad de la causa expuesta; así como la importancia de la situación para el sujeto.
Se supone que las personas tienen estilos de atribución característicos o
disposiciones a percibir y/o juzgar determinadas causas de forma más relevante en distintas situaciones, y que dichos estilos pueden medirse a través de un cuestionario.
Así, se ha encontrado asociación entre el estilo explicativo pesimista y depresión, peores resultados académicos, peor salud...
Los estudios tienden a ser de naturaleza correlacional, siendo difícil establecer lazos causales: ¿un estilo optimista o adaptativo causa mejoras en la salud? o ¿es la buena salud la que lleva a un estilo optimista de atribución?.
INTEGRACIÓN DE LAS CONSECUENCIAS ANTE LA PÉRDIDA DE CONTROL
Podemos decir que el paradigma utilizado en la investigación sobre reactancia es muy diferente del utilizado en la investigación sobre indefensión.
En el primer caso, el individuo espera tener posibilidad de elegir entre varias opciones y se encuentra que su libertad se ve amenazada o incluso eliminada.
En el caso de la indefensión, se expone al individuo a una situación incontrolable, analizándose su conducta en una posterior situación donde se restablece la capacidad de control.
Desde ambas se hacen predicciones contrarias sobre la conducta manifestada ante la falta de control: desde la reactancia, el individuo mostrará intentos renovados por restaurar su libertad; desde la indefensión, el individuo se comportará de forma pasiva.
Sin embargo, aún partiendo de presupuestos inicialmente contrapuestos, en ambas teorías pueden entreverse elementos comunes: expectativa de control, cantidad de entrenamiento en indefensión y la importancia de los resultados.
A partir de ellos, Wortman y Brehm proponen una integración de la reactancia y la indefensión en términos de un proceso bifásico, en cuya primera fase el sujeto experimentaría reactancia para pasar, en una fase posterior, a experimentar indefensión.
La expectativa de control sugiere que se activará reactancia o indefensión cuando la persona espera controlar la situación y encuentra que no puede. Si el número de ensayos de indefensión o incontrolabilidad es pequeño, se activará reactancia en el sujeto que espera controlar la situación, desde el momento en que puede percibir la falta de control como una amenaza a su libertad.
Si ya el número de ensayos es prolongado, empezará a manifestar síntomas de indefensión cuando aprende que no puede controlar el resultado, disminuyendo su actividad.
Por último, cuanto mayor sea la importancia del resultado más reactancia
experimentará el individuo ante la incapacidad de ejercer control.
La falta de control llevará a indefensión que será mayor cuanto más importante sea el resultado para el sujeto.
Aportación del modelo integrador al estudio de la personalidad
Existen diversos trabajos que aportan evidencia de la reacción de dos fases sugerida por Wortman y Brehmn ante la falta de control: primero reactancia y posteriormente indefensión.
En algunos estudios se ha operacionalizado el entrenamiento en indefensión como la cantidad de fracaso experimentado, en la medida en que pocos fracasos harían pensar al individuo que puede controlar la situación, es decir, no afecta excesivamente a su expectativa de control, mejorando su posterior rendimiento.
Pero la expectativa de control sí se verá seriamente afectada, disminuyendo la ejecución siguiente, cuando el sujeto lleva a cabo repetidos intentos sin éxito para resolver los problemas de la fase de pretratamiento. En este sentido, comprueban que con entrenamiento bajo los sujetos mostraban reactancia, es decir, un mejor rendimiento en la fase de prueba, mientras que con alto entrenamiento los sujetos mostraban síntomas de indefensión, concretamente, un deterioro en su ejecución posterior.
Mikulincer manipula dos de los parámetros mencionados en el modelo bifásico, la cantidad de entrenamiento y las expectativas de control, con el fin de poner aprueba la hipótesis de que entre los sujetos expuestos a cantidades pequeñas de fracaso, una atribución interna debería llevar a mayor frustración y mejor ejecución posterior, que una atribución externa; mientras que entre los sujetos expuestos a grandes cantidades de fracaso, una atribución interna llevaría a más depresión y peor rendimiento que una atribución externa.
Los resultados mostraron que los sujetos expuestos a un fracaso mostraban mayor frustración y hostilidad y mejor ejecución en la tarea de prueba, que los sujetosexternos.
Los internos expuestos a alta indefensión manifestaban más sentimientos de incompetencia y menor rendimiento que los externos. Los sujetos internos manifestarían tanto mayor reactancia como mayor indefensión, dependiendo de la cantidad de fracaso o del entrenamiento previo en indefensión.
Por otra parte, la dimensión internalidad-externalidad parece regular la intensidad de las reacciones afectivas ante el fracaso.
Otro ejemplo de la aplicación del modelo bifásico lo encontramos en los estudios sobre Tipo-A y conducta ante situaciones de incontrolabilidad. En la medida en que en los Tipo-A se une a su deseo de control con su creencia en que realmente pueden ejercerlo, percibirán mayor amenaza a su libertad conductual ante intentosmoderados de coerción, experimentando reactancia.
Así, la reactancia inicial de los Tipo-A ante un estresor incontrolable puede ser llamada hiperresponsividad, dado que es un esfuerzo dirigido a recuperar el control de su entorno.
Los resultados en relación con los sujetos Tipo-A muestran que este proceso estará determinado por la importancia o sapiencia de los indicadores de incontrolabilidad. Así, cuando los indicios son altamente relevantes se cumple la hipótesis de mayor indefensión en los Tipo-A, pero cuando los indicios de incontrolabilidad son poco relevantes no aparece indefensión, pero tampoco reactancia inicial.
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31-dic-2006
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Cita:
Iniciado por EnCallado
En cuanto al miedo a la vida, siempre pienso en esto: " Yo ya he estado muerto, por eso no tiene sentido que tenga miedo a nada".
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Me parece una frase muy acertada y muy bueno el post que ha abierto Voluntarioso.
Yo empecé a superar todos los miedos a raíz de una depresión. En ese momento la tristeza era tan grande que pensé que nunca podría estar peor y que nada tenía que perder enfrentándome a mis miedos.
Más arriba algunos piden un estímulo para luchar contra el miedo. Pues bien podría ser este: estás tan mal que poco has de perder enfrentándote a tus miedos, en cambio tienes mucho que ganar.
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31-dic-2006
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otro, como persona q eres, puedes llegar a un estado propio de bienestar, solo tienes q encontrar la forma, si te esfuerzas y lo intentas, poco a poco, llegara un dia en q mires atras y veas en q estabas equivocado y reconozcas cuanto has mejorado.
todos estamos capacitados para crecer, todos.
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