Una mañana de repugnancia,como todas en que la canícula del verano en esta ciudad,se apodera de los temerosos a la ducha y el desodorante.Tomé el cello y lo encaramé de mochila sabiendo que nadie iba a cederme el asiento en el metro de hedor nauseabundo aunque fuera lunes.
Las miradas a las 7 de la mañana son de indignación convencional y de crisis de tristeza resignada.Es de noche pero no estás de juerga,te instalas con el brazo en alto para soportar las embestidas y el traqueteo,pero todos lo hacen y son capaces de anestesiarte si no vas provisto de mascarilla contra el gas sarín.
Y te miran y se preguntan qué coños haces con esa espalda abultada y temen que te pongas a tocar en medio de su duermevela matutina....se percibe su miedo.Te apeas y sigues hasta el trabajo mal pagado,son las 8 de un puñetero lunes de estío y la mesa,los papeles,los clips y hasta el ordenador siguen ahí, con resaca del fin de semana...como yo...dormidos esperando que alguien les otorgue vida...y se me instala el miedo.
Los amables compañeros gruñen,el jefe pasea su corbata gris...todo él es gris y opaco y la atmósfera mefítica.Necesito un café para espantar tanto miedo.
Las 3!!! Un sandwich,mi comida,una botella de agua,mis pensamientos,la chepa,un hasta mañana lacónico y vuelta al miedo.Me siento en el parque y como sin ganas...la soledad , 30º, las almas ausentes,mi cello y yo.
Pausadamente me dirijo hacia la boca del metro y sé que la fetidez me revolverá las tripas,pero los zangolotinos de madres entusiastas porque aprendan música,me esperan...Las progenitoras creen que esas manitas regordetas pueden emular a Rostropovich algún día y deleitarlas con una suite de Bach...Ignorantes!!!...los animalillos infantines sólo quieren jugar al fútbol y ser como Beckham:Guapo,millonario y casado con una pija.
No estoy dispuesta a meterme en la zahúrda y camino hasta mi covacha...si estoy lo suficientemente cansada,me olvidaré del miedo.
Voy al supermercado,compro lasaña congelada y pienso que ya no tengo miedo porque el día se acaba y engulliré la bazofia,me meteré en la cama y soñaré que mañana no tengo que coger el metro ni oler sobaqueras malolientes...Y el martes vuelve el miedo...[/b]