No sé si el problema reside en la forma de mirar o en la autoestima,al menos para mí.Supongo que sí puede crear un conflicto tanto la manera de mirar,como a quien y donde mires...me refiero a distintas culturas y sus códigos de conducta.
En mi caso,aquí en España,mi inseguridad en la adolescencia hacía que mirase a la gente a la frente o a las manos cuando hablaba...sólo miraba a los ojos cuando tenía muchísima confianza y/o intimidad.Y no niego que me ponían nerviosa las personas que me miraban fijo y con insistencia,de hecho,huía de ellas!
Todo eso se fue evaporando a medida que mi autoestima mejoraba y yo misma dejaba de sentirme inferior a los demás (llevó algunos años,desde luego).A día de hoy miro a la gente con naturalidad a los ojos en todos los ámbitos,y procuro no poner nerviosos a los que rehuyen la mirada...pues he estado ahí y sé lo que se siente.
Aunque ahora haya superado el tema,reconozco que me creaba tanta ansiedad que apenas oía lo que me decían a veces,ocupada en donde posar la vista para "no molestar" y no ponerme más nerviosa.Creo que a quien nunca haya pasado por ésto,le puede parecer nimio,pero no lo es,desde luego.
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