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Antiguo 28-feb-2012  

Confesión

Esperando la muerte
Como un gato
Que va a saltar sobre
La cama

Me da tanta pena
Mi mujer

Ella verá este
Cuerpo
Blanco
Rígido
Lo zarandeará una vez y luego
Quizás
Otra:
“¡Hank!”

Hank no
Responderá.

No es mi muerte lo que
Me preocupa, es mi mujer
Que se quedará con este
Montón de
Nada.

Quiero que
Sepa
Sin embargo
Que todas las noches
Que he dormido a su lado

Incluso las discusiones
Más inútiles
Siempre fueron
Algo espléndido

Y esas difíciles
Palabras
Que siempre temí
Decir
Pueden decirse
Ahora:
Te amo


Ahh Bukowski

Última edición por Ennui; 18-feb-2013 a las 01:16.
 
Antiguo 17-feb-2013  

Poemas para jefes de personal

Un viejo me pidió un cigarrillo
y saqué dos con cuidado.
«Vengo a buscar trabajo. Voy a esperar
al sol y fumar».
Raído y rabioso
se recostaba contra la muerte.
Era un día frío, por cierto, y los camiones
cargados y pesados como putas viejas
embarullaban y enmarañaban las calles…
Nos hundimos como tablas de un suelo podrido
mientras el mundo lucha por desbloquear
la estructura que le atenaza el cerebro.
(Dios es un local vacío donde no hay filetes.)
Somos pájaros agonizantes
barcos que se hunden…
el mundo nos sacude y nos aplasta
y nosotros
sacamos los brazos
sacamos las piernas
bajo el beso mortal de un ciempiés:
pero ellos nos dan amables palmaditas en la espalda
y dicen que es «política» nuestro veneno.
Bueno, fumamos, él y yo, pobres hombres
mascullando pensamientos insignificantes…
No todos los caballos llegan,
y cuando veas encenderse y apagarse
las luces de las cárceles y de los hospitales,
y a los hombres manipular las banderas con tanto cuidado
como si fueran recién nacidos
recuerda esto:
eres un gran instrumento engullidor
con corazón y vientre, cuidadosamente planificado,
así que si coges un avión a Savannah,
coge el mejor;
o si comes pollo sobre una roca,
haz que sea un animal muy especial.
(Tú lo llamas ave; yo llamo a las aves
flores.)
Y si decides matar a alguien,
haz que sea un cualquiera y no alguien:
algunos hombres están hechos de un material especial,
precioso: no mates,
si vas a hacerlo,
a un presidente o a un rey
o a un hombre
que tenga un despacho…
ésos tienen alcances celestiales
actitudes ilustradas.
Si te decides,
elígenos a nosotros
que esperamos y fumamos y miramos aviesamente;
que estamos consumidos por las penas y
febriles
de subir escalas rotas.
Elígenos
nunca fuimos niños
como vuestros niños.
No entendemos canciones de amor
como vuestras amadas.
Nuestros rostros son linóleo resquebrajado,
resquebrajado por las pisadas
fuertes, seguras, de nuestros amos.
A nosotros nos han criado con hojas de zanahoria
con semillas de sésamo y una gramática violenta;
malgastamos los días como mirlos enloquecidos
y nos entregamos al alcohol por las noches.
Nuestra leve sonrisa forzada nos cubre
como el confeti de un extraño:
y ni siquiera participamos de la Fiesta.
Somos una escena trenzada con el
blanco pincel enfermizo de esta Época.
Fumamos, dormimos como higos en un plato.
Fumamos, tan muertos como la niebla.
Elígenos.
Un asesinato en la bañera
o algo rápido y brillante; nuestros nombres
en los periódicos.
Conocidos, por fin, un instante
para millones de ojos indiferentes, embotados de noticias
que se reservan
para parpadear y brillar sólo
ante los simples sarcasmos de taberna
de sus correctos comediantes
caprichosos y engreídos.
Conocidos, por fin, un instante,
como lo serán ellos
como lo serás tú
por un hombre todo gris en un caballo todo gris
que está sentado y acaricia una espada
más larga que la noche
más larga que la doliente cresta de las montañas
más larga que todos los lamentos
que han surgido de las gargantas
y han explotado en una tierra
más nueva, menos planificada.
Fumamos y las nubes nos ignoran.
Pasa un gato y se sacude a Shakespeare
del lomo.
Sebo, sebo, vela cual cera: nuestra espina dorsal
es débil y nuestra conciencia quema
sin malicia hasta el final
lo que queda de la mecha que la vida
nos ha otorgado parcamente.
Un viejo me pidió un cigarrillo
y me contó sus problemas
y esto
fue lo que dijo:
que esta Época es un crimen
que la Piedad se ha refugiado bajo mármoles
y el Odio se ha refugiado en el
dinero.
Podía haber sido un obseso sexual
o un santo.
Pero fuese lo que fuese
estaba condenado
y los dos esperábamos al sol
fumando
y mirando
ociosos quién sería
el siguiente.
 
Antiguo 17-feb-2013  

Muy bueno, Nunca tuve la chance de leer a bukowsky, un profesor de arte al que admiraba mucho era re-fanatico del tipo. Me prestò un cd lleno de fotos y archivos de texto pero como me daba fiaca leer desde la compu...
 
Antiguo 17-feb-2013  

Y quien mejor para ilustrarle que Robert Crumb, están los dos igual de perturbados ^^









Yo la verdad es que sólo he leido algunos extractos y poemas suyos, se me antoja que si dostoievski hubiese nacido en la actualidad habrían sido dos gotas de agua...

Hace poco llegó a mis manos un libro suyo, pero me resisto a leerlo, creo que ahora mismo no me sentaría muy bien..
 
Antiguo 28-feb-2013  

Leer algo de la poesía de Bukowski se cuenta entre mis asuntos pendientes. Por el momento, llevo leídas sus novelas Pulp (relato de misterio cuyo desenlace me pareció magistral) y Mujeres (donde se observa el dechado de humor negro que era el poeta). Ninguna de las dos me pareció gran cosa. Su estilo hemorrágico y desenvuelto trasluce el gran pulso creador que tenía. Pero es en la forma donde yo personalmente creo que falla.
 
Antiguo 28-feb-2013  

Yo lo descubrí leyendo cuentos en "Relatos de un viejo indecente" y me pareció espectacular esa forma de mostrar la realidad tal cual es, si ningún tipo de censura..
Leerlo me divierte mucho y también me da vuelta los esquemas. Me hace acordar de lo que significa ser parte de la masa, de ese peligro de convertirse en ser rutinario, de ser explotado, de dejarse engañar por el circo colectivo. Hay un cuento del libro "Hijo de satanás" que se llama "Un día" que está bueno en ese sentido. En ese cuento creo que lo dice todo en muy pocas páginas.

La poesía no la he leído mucho todavía
 
Antiguo 28-feb-2013  

¿ Bebe ?

Deshecho, anclado he sacado de nuevo
la vieja libreta amarilla
escribo desde la cama
como hice el año
pasado.

Iré al médico
El lunes.

<< sí, doctor, las piernas flojas, vértigo,
dolor de cabeza y dolor de espalda>>

¿bebe?, me preguntará
¿hace los ejercicios,
¿toma las vitaminas?

Creo que simplemente estoy enfermo
De la vida, siempre los mismos
Factores fluctuantes
Rancios.

Incluso en el hipódromo
Veo correr a los caballos
Y me parece
Que no tiene sentido.

Me voy enseguida después de apostar
A las carreras que quedan.

¿se marcha?, me pregunta el
empleado.

Si, está aburrido,
Le contesto.

<< pues si cree que es aburrido,
lo de ahí fuera>>,me dice,
<<imagínese aquí dentro>>

así que aquí estoy
apoyado de nuevo en
las almohadas

nada más que un viejo
nada más que un viejo escritor
con una libreta
amarilla.

Algo se
Acerca por el
Suelo
Hacia
Mí.

¡ah!, no es más que
mi gato

por esta vez.
 
Antiguo 28-feb-2013  

Me mola éste, sobre los malos viajes de ácido y alucinógenos en general...


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Aunque a veces podamos demonizar una sustancia, la realidad es que somos nosotros (y nuestra red de relaciones) los que generalmente las programamos para que sean de tal o cierta forma. Las drogas, como la tecnología, son herramientas que pueden lo mismo ser usadas para ver a dios o ver al diablo (ambos son trazos mentales en el espejo). Con drogas o sin drogas, no lo dudes, de todas maneras estás en un viaje.

Por otro lado nuestra existencia es coexistencia: somos juntos y vivimos entrelazados no sólo a las demás personas sino también al plano de la información (o memoria): la conciencia inmaterial colectiva que flota sobre nosotros como una mermelada cuántica celeste . “Lo que pasó sigue pasando”, dijo Octavio Paz. Lo que ha pasado antes tiene mayor posibilidad de volver a pasar, explica siempre Rupert Sheldrake.

He aquí algunas pistas para entender por qué a veces nos malviajamos cuando fumamos un porro o tomamos un ácido, pero también por qué nos podemos malviajar cuando veemos a ciertas personas y por qué caemos en patrones conductuales recurrentes. Lo demás, con más violencia y claridad, siempre conectando la pelota en la nariz, nos lo dice Charles Bukowski en su texto “A Bad Trip” (leer en inglés):

¿Te habías dado cuenta que el LSD y la TV de colores arribaron para nuestro consumo más o menos al mismo tiempo? Aquí se deja venir todo este color explorativo pulsando, ¿y qué hacemos? Prohibimos uno y echamos a perder al otro. la TV, por supuesto, es inútil en sus actuales manos; no hay un gran argumento en esto, que digamos. Y leí que recientemente en una redada se dijo que un agente recibió un contenedor de ácido en plena cara, cuando se lo aventó el supuesto fabricante de una droga alucinógena. Esto también es un tipo de desperdicio. Hay ciertos fundamentos para poner fuera de la ley al LSD, DMT o al STP –puede enloquecer permanentemente a un hombre–, pero también puede ocurrir eso recogiendo remolachas o enroscando tornillos para General Motors, o al lavar platos o enseñar Inglés I en una universidad local, si pusiéramos fuera de la ley todo lo que enloquece al hombre, toda la estructura social se desplomaría –el matrimonio, la guerra, el servicio de transporte público, los mataderos, criar abejas, las cirugías, todo cuanto puedas nombrar. Todo puede enloquecer al hombre porque la sociedad está construida sobre falsos cimientos. Hasta que saquemos todo el fondo y lo reconstruyamos, los manicomios permanecerán saturados. Y los recortes de presupuesto ordenados por nuestros gobernantes me parecen como que indirectamente implican que aquellos enloquecidos por la sociedad no deben ser mantenidos y curados por la sociedad, especialmente en una era inflacionaria y loca-por-los-impuestos. Dicho dinero puede ser mejor usado para construir carreteras o para regarlo ligeramente sobre los negros para evitar que quemen nuestras ciudades. Y tengo una estupenda idea, ¿por qué no asesinar a los dementes? Pensemos en todo el dinero que podríamos ahorrar. Incluso un loco come demasiado y requiere un sitio para dormir, y los bastardos son feos –la manera en que gritan y embarran su mierda en las paredes, y todo eso. Todo lo que necesitamos es una pequeña junta médica para que tome las decisiones y un par de empleados de enfermería atractivos (mujeres u hombres) para mantener satisfechas las actividades sexuales de los psiquiátras.

Así que regresemos, más o menos, al LSD. tal como es verdad que entre menos tienes menos apuestas –digamos recogiendo remolachas– también es verdad que entre más tengas más apuestas. Cualquier complejidad explorativa –pintar, escribir poesía, robar bancos, ser un dictador y así por el estilo– te lleva a aquel lugar donde el peligro y el milagro son más bien siameses. Raramente vas de cuerda a cuerda, pero mientras vas la vida es ocasionalmente interesante. Es bueno acostarse con la esposa de otro hombre pero sabes que algún día te van a sorprender con los pantalones abajo. Esto sólo hace al acto más placentero. Nuestros pecados están manufacturados en el cielo para que creamos nuestro propio infierno, que evidentemente necesitamos. Logra ser lo suficientemente bueno en algo y crearás tus propios enemigos. Los campeones son abucheados; el público se muere por verlos derrotados para así poderlos llevar a su propio tazón de mierda. No muchos malditos tontos son asesinados; un ganador puede ser derrumbado por un rifle comprado por correo (como dice la fábula) o por su pistola en un pueblito como Ketchum. O como Hitler y su **** cuando Berlín se abrió en dos en la última página de la historia

.
El LSD te puede joder ya que no es una arena para leales empleados de envíos, se sabe, el mal ácido como la mala **** te puede perder. El ginebra casero, el licor ilegal también tuvo su día. La ley crea también su propia enfermedad en los venenosos mercados negros. pero, básicamente, la mayoría de los malos viajes se deben a que el individuo ha sido entrenado y envenenado de antemano por la misma sociedad. Si un hombre se preocupa de la renta, el pago del auto, los relojes, una educación universitaria para sus hijos, una comida de 12 dólares para su novia, la opinión de su vecino, ponerse de pie cuando alzan la bandera o lo que le sucederá a Brenda Starr, una tableta de LSD muy probablemente lo enloquecerá porque, en cierto modo, ya está loco y sólo permanece a bordo de las mareas sociales debido a las celdas externas y los martillazos imbéciles que lo insensibilizan a cualquier pensamiento individualista. Un viaje es para alguien que no ha sido aún enjaulado, alguien que no ha sido cogido aún por el gran Miedo que hace que toda la sociedad funcione. Desafortunadamente, la mayoría de los hombres sobreestiman su valor como algo elemental y su carácter de individuos libres, y es el error de la generación hippie no confiar en nadie por encima de los 30. 30 no significa absolutamente una maldita cosa. la mayoría de los seres son capturados y entrenados, totalmente a la edad de 7 u 8. Muchos de los jóvenes SE VEN libres pero esto es sólo algo químico del cuerpo y la energía y no algo real del espíritu. He conocido hombres libres en los lugares más extraños y de TODAS las edades –como limpiadores, ladrones de autos– y también a algunas mujeres libres –generalmente como enfermeras o meseras, y de TODAS las edades. El alma libre es rara, pero la reconoces cuando la ves –básicamente porque te sientes bien, muy bien, cuando estás cerca o con ella.

Un viaje de LSD te mostrará cosas ignoradas por toda ley. Te mostrará cosas que no aparecen en los libros de texto y de las cuales no puedes presentar protesta ante tu regidor municipal. La marihuana sólo hace que la sociedad sea más soportable; el LSD es otra sociedad por sí solo. Si estás socialmente orientado, probablemente puedes desechar el LSD como una “droga alucinógena”, lo cual es una manera fácil de deshacerse de ella y olvidarse de todo el asunto. Pero la alucinación, su definición, depende de en cuál polo estés. Cualquier cosa que te suceda cuando está sucediendo se convierte en realidad –puede ser una película, una penetración sexual, un asesinato, ser asesinado o comer una nieve. Las mentiras vienen después; lo que sucede, sucede. La alucinación es tan sólo una palabra del diccionario y un cimiento social. Cuando un hombre está muriendo, para él esto es muy real; para otros, se trata de mala suerte o algo de lo cual hay que deshacerse. El césped de bosque se hace cargo de todo. Cuando el mundo comienza a aceptar que TODAS las partes encajan en el todo, entonces puede que tengamos alguna oportunidad. Cualquier cosa que un hombre ve es real. No fue llevada por una fuerza externa, estaba ahí desde antes que naciera. No se le culpe porque lo ve ahora, y no se le culpe por enloquecer porque las fuerzas educativas y espirituales de la sociedad no fueron lo suficientemente sabias como para decirle que la exploración nunca termina, y que todos nosotros no debemos ser pequeñas mierdas encajonadas en nuestro abc y nada más. No es el LSD lo que causa el mal viaje –fue tu madre, el presidente, la niña de al lado, el nevero con manos sucias, un curso de álgebra o de español yuxtapuesto, fue la hediondez de una letrina en 1926, fue un hombre con una nariz demasiado grande cuando te dijeron que las narices grandes eran feas; fue el laxante, la Brigada Abraham Lincoln, los dulces tootsie rolls y Toots y Caspar, fue la cara de Franklin Delano Roosevelt, fueron las gotas de limón, fue trabajar durante diez años en una fábrica y luego ser despedido por llegar cinco minutos tarde, fue la vieja bruja que te enseñó Historia Americana en sexto grado, fue el atropello de tu perro y que luego nadie pudo trazar el mapa correctamente, fue una lista de 30 páginas de largo y tres millas de alto.

¿Un mal viaje? Todo este país, todo este mundo está en un mal viaje, amigo. Pero te arrestarían por meterte una pastilla.
 
Antiguo 28-feb-2013  

PENSIÓN DE MALA MUERTE de CHARLES BUKOWSKI
No has vivido
hasta no haber estado en una
pensión de mala muerte
con nada más que un
foco
y 56 hombres
apretujados
en catres
y todo el mundo
roncando
a la vez
y algunos de esos
ronquidos
tan
profundos y
tan bastos e
increíbles...
oscuros
carrasposos
infrahumanos
resollantes
del mismísimo
infierno.

parece como si
se te partiera la cabeza
entre esos
sonidos
de muerte.

y los
olores entremezclándose:
calcetines sucios y
rígidos y
calzoncillos
con orines y
excremento

y por encima de todo eso
un aire que
circula lentamente
muy parecido
al que emana de los
cubos
de basura
destapados.

y esos
cuerpos
en la oscuridad

gordos y
flacos
y
encorvados

unos
sin piernas
sin brazos

otros
sin cerebro

y lo peor de
todo:
la total
ausencia de
esperanza

les
envuelve
les cubre
totalmente.

no se puede
soportar.

te
levantas

sales

caminas por
las calles
subes y
bajas
banquetas

pasas edificios

doblas la
esquina

y vuelves
a subir
la misma
calle

pensando

todos esos hombres
fueron
niños
una vez

¿qué
les
ha pasado?

¿y qué me
ha pasado
a
mí?

está oscuro
y hace frío
ahí
fuera.
 
Antiguo 02-mar-2013  

Vivir de cubos de basura

El viento sopla fuerte esta noche
Y es viento frío
Y pienso en los chicos
De la calle.
Espero que algunos tengan
Una botella de tinto.

Cuando estás en la calle
Es cuando te das cuenta de que
Todo
Tiene dueño
Y de que hay cerrojos en
Todo.
Así es como funciona la democracia:
Coges lo que puedes,
Intentas conservarlo
Y añadir algo
Si es posible.

Así es también como funciona
La dictadura
Sólo que una esclaviza
Y la otra destruye a sus
Desheredados.

Nosotros simplemente nos olvidamos
De los nuestros.

En cualquier caso
Es un viento
Fuerte
Y frío.
 
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