A partir de ahora, voy a ser fuerte. No me detendrá nadie, seré yo quien marque las reglas. Llevo toda la vida lamentándome de como soy, pensando en que debería decir, o como me ven los demás. Es el final de esta fase. He perdido peso, hago ejercicio, tengo mucha fuerza, podría llamarse furia. Los años me han hecho madurar, y no soy ese niño asustadizo de antes. Ahora soy un hombre. Antepondré mis objetivos a todos, lucharé por mis derechos, pisare a quien haga falta para conseguir lo que busco, no me importaran las opiniones de las personas.
Es la hora de pisar firme, olvidar los miedos y lamentaciones. Cada vez que mire a alguien a los ojos verá mi seguridad, sabrá que yo soy primero y, si intenta molestarme, no pensaré en las consecuencias, directamente le mandaré al mismísimo infierno. Estoy asta los cojones de terapias, de las lamentaciones, esto se acabo. Si algo me molesta lo expresaré. Si no me gusta el trato que recibo de alguien lo preguntaré directamente a la persona, si mi jefe me ofende le contestaré, y si se atreve a desafiarme peor para el, porque lo mejor que puede pasarle es que lo denuncie.
Esto es el fin de una época, ya no tengo miedo. Buscare mis objetivos sin importarme nada.