Durante un tiempo mi FS o TPE o lo que sea "mutó" a una especie de agorafobia light. Lo peculiar del caso es que su intensidad era menor cuando iba en tren o autobús que cuando iba en coche.
Lo comenté poco con mi loquero, y nada con la familia, que por entonces ya estaba harta de mis problemas.
Cada vez que tenía que emprender viaje, la carretera era una tortura por el nerviosismo que se me ponía encima; y que alguna vez confundían con mareo (yo, que nunca me he mareado en ruta).
Poco a poco, fui mejorando de aquello gracias a la relajación y a otras medidas que tomé. Aunque aún hoy, no suelo emprender viajes que duren más de una hora o así.
Nunca supe cómo ni por qué empezó...hasta hace poco.
Él otro día fui en auto con mi padre y me empezó a criticar porque me considera un fracasado y un inútil. Bueno, no lo dice expresamente nunca, pero siempre está diciendo que me escondo detrás de mi supuesto (¿?) problema mental para no tener buenos empleos, encontrar pareja o hacer algo tan prosaico como devolver una compra defectuosa a la tienda. En un momento dado que me recriminaba por tener poca personalidad (por no decir c
) me he empezado a notar muy decaído, con brazos y puernas flojos, con naúseas. No sé cómo, me he imaginado abriendo la puerta del coche y saltando a pesar de que íbamos a 80 por hora por la carretera.
Después del conato de ansiedad, me he dado cuenta de que mi viejo aprovecha siempre que vamos en coche o en otro medio de transporte juntos para criticarme, ah si es transporte público no se corta nada en airear mis miserias.
De algún modo durante un tiempo asocié el viaje por carretera con la ansiedad, y así me fue. Quizás también me pudo influir un empleo del que salí a todo gas porque era con una furgoneta y hacía muchos nervios, pero creo que lo principal es esa sensación de hacerse diminuto ante el gran juez implacable y no poder escapar del espacio confinado del coche.
Podría eludir el acompañar al pesado de mi padre, pero entonces reforzaría el problema.
O podría sacarme carnet de conducir y comprarme un coche en el que nunca dejaría subir a mi viejo...pero ay, también me pone nervioso el examinador.