Yo este último año, como no me han salido las cosas muy bien, he dormido un promedio muy alto de horas diarias, debo haber hecho un record, me temo. Y sí, cuando duermo, olvido por ese instante los problemas, las tristezas, decepciones, fracasos, etc... y me evado de la realidad. Menos mal que el día menos pensado siempre suelo reaccionar y volver a enfrentantarme a la realidad, gracias a mi orgullo y a mi fuerza de voluntad o espíritu de lucha en situaciones difíciles y extremas.
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