Cuando te das cuenta que más que vivir la vida, lo que haces es sobrevivirla, dejas de darle importancia a encontrarle fuerzas a una cosa que ni actualmente estas haciendo.
Si estar encerrado en una casa sin tener la suficiente fuerza de voluntad para hablar con nadie y con miedo constante a interactuar con otras personas lo consideras como realmente vivir, es que tal vez tienes un concepto de lo que es la vida que dista tanto de la realidad como nosotros lo hacemos de las personas.