Buuuf, soy un caso, al ir a pagar las rosas las manos me temblaban como si tuviera parquinson, que vergüenza...
Aun ahora me tiemblan, no se si es porque iba con demasiadas cosas encima, porque me ha puesto nervioso el gentío, o porque soy fóbico de remate... Las vendedoras estaban rebuenas, esa puede ser otra de las razones... El caso es que sigo temblando...