Cuando hables con alguien levanta ligeramente la barbilla, poco y sin exagerar. Procura mantener una media sonrisa en todo momento. Prueba también a obligar a la persona que te mira a devolverte la sonrisa o a apartar la mirada (en ese caso la apartarán porque tú quieres
) mirando a la gente fijamente a los ojos a la vez que sonríes ligeramente.
Otro consejo sería que a la técnica anterior poco a poco le vayas añadiendo alguna pincelada pasivo-agresiva en situaciones que no lo justifiquen (importante esto, así minimizas las opciones de que la otra persona reaccione) siempre con buen tono y una sonrisa en los labios. Un "no te preocupes" mientras miras a los ojos y le tocas ligeramente el brazo a la otra persona, te ayudará a ganar algo de confianza e irás notando cómo la gente empieza a ser más amable contigo.
¡Ánimo!