el otro día, encontré un gorrión que no volaba, yo creo que sería una cría, quizás un ejemplar adulto, el caso es que no volaba.
esta experiencia la he vivido, otras veces, una vez con uno (totalmente sin pluma, que se debió caer del nido) que despertaba ternura, imposibilidad de hacer daño a un ser tan sumamente indefenso.
al grano, el pájaro del que os quiero hablar, estaba sucio, y muy demacrado, opaco, podía sentir como su cuerpo estaba resentido por el sufrimiento, uno de sus ojos casi ni brillaba.
intentaba, por todos los medios, huir de mí, en el suelo, sin mucha escapatoria. notaba como temblaba, como me transmitía su angustia, como incluso "intentaba" aparentar serenidad. (quizás para que le dejase en paz).
Le llegué a tocar (muy ansioso debido a mi fs, ya que era en ese momento yo con el pájaro el centro de atención en la calle) y literalmente vibraba y se hizo encima sus necesidades (posiblemente se le soltó el estómago, buche o lo que sea, con un líquido de clara mala pinta).
Lo dejé en una especie de matorrales, aunque estaban poco poblados y al moverse se quedó prendido boca abajo, con las patas agarrado como podía a una de las ramas. Y temblaba. Y sentía miedo, junto a mí.
Me fuí de allí, creo que se debió soltar porque volví disimuladamente a pasar y ya no estaba (caería hacia atrás de los matorrales). Realmente, si no llega a ser por que monto el número (o creo que sería el centro de atención, tengo fs) le hubiese matado como fuese si le viese otra vez. Realmente sólo tendría fuerza en esas patitas finas, y se quedó enganchado boca abajo, puede ser porque las "garras" tienden a cerrarse.
No lo sé. El caso es que esa situación era intolerable, pero estaba pasando...
¿A dónde quiero llegar con un pájaro? Pues a decir, a modo de metáfora, que el sufrimiento existe, de muchas formas, en muchos sitios, en muchos casos muy concretos y inconexos entre sí.
Yo me sentía poderoso ante ese ser tan débil. Con sentimientos de fuerza, desprecio, indiferencia, y al mismo tiempo ternura, compasión.
Quería hacerle sentir que su miedo era mi miedo, que el miedo existe, argumentar con él... que yo como humano camuflaba mi miedo de formas endiabladamente sofisticadas, (me mostraba grande, egoísta...) pero en el fondo era un pequeño ser desnudo y tembloroso.
Cagado de miedo, aunque metafóricamente, como él, en la vida, con las alas plegadas, oxidadadas de no usarlas...
El miedo y los horrores son de lo más indispensable para conocer las profundidades del alma, nos hacen conscientes radicalmente de nuestra propia existencia.
Las almas profundas sienten confusión, incertidumbre, dudas radicales, oscuridad porque no notan el sonido de la piedra en el fondo, (de tal manera que tuviesen una perspectiva, un sistema de referencia para entender las cosas, o creer que las entiende...). Esa piedra cae y cae silenciosa, ¿llegará al fondo algún día?
El miedo sólo consiste en nuestro propio temor a tenerlo. El miedo es miedo a tener miedo, el miedo es miedo en sí mismo, no es miedo "a".
Si ese pájaro lo entendiese, que bonito... El problema es que por muy lógico que lo veo, ni yo mismo lo entiendo. Lo irracional vence a la luz de lo racional en mí. La razón no me ayuda, no calma mis anhelos espirituales, mi desorientación... Me da lógica, sí, pero lógica de lo lógico, no lógica en el alma, del alma.
Tengo miedo....
TENGO MIEDO!!!.........