Para matarme,
tuvieron que imaginar que yo era un ejercito,
enfurecida, dominante, victoriosa y poderosa,
una armada, una hueste, una brigada
para golpearme la frente llena de pesadillas,
se convirtieron en sueños.
Pero ellos no sabían que yo no era nada de eso,
era un ejercito lleno de pesadillas,
y cuya fortaleza estaba hecha pedazos,
pero ellos nunca lo supieron.
Entonces, ellos se convirtieron en un ejercito
pero yo, seguía siendo ese yo que ya describí
y tenía un fusil en mis manos.
Pero ellos tenían un mandato y eran necesarios
más tanques y más rencores
más bombas, más aviones, más oprobios.
Porque no puedes matar al odio con más odio,
ni al rencon con más rencor.
Para matarme, tuvieron que matarme mil veces.
-No es de mi total autoría.. saque un párrafo de Allende, de Bennedetti y lo modifiqué con respecto a lo que pienso de mi.
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