Buenas. Os contaré una anécdota:
Iba yo en el autobús (a mí todo me pasa en los autobuses). El bus se ha parado en un semáforo y una niña que estaba en la acera, con un grupito de otras niñas, ha empezado a reirse de manera muy ruidosa señalando al autobús y tocándolo. Venga reir, y venga reir, y yo pensando: "Qué niña más cruel y maleducada. ¿De quién se rie?" Estaba seguro de que no se reía de mí, pues no me miraba ni me señalaba a mí, pero en solidaridad pensaba si habría alguien con un defecto físico, o muy feo, en el autobús, y sufría por él, pero no lo veía. Alguna gente se ha empezado a reir también, viéndola a ella, y las otras niñas de su grupo igual. Ha sido una situación muy incómoda.
Entonces, el bus ha avanzado un metro y se ha vuelto a parar. La niña se ha dejado de reir y ha dicho: "Ahora ya estamos normales".
¿De qué se reía la niña? Pues lo que pasaba es que se estaba viendo deformada en la luna del autobús que tenía delante, porque el cristal debía estar algo curvado y la debía reflejar más gorda o con la cabeza más grande. Al moverse el bus, se ha visto normal en una ventana diferente.
Moraleja:
No siempre podemos saber por qué los demás hacen lo que hacen. No vamos a dar por supuesto nada si no lo sabemos.