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07-sep-2006
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Última edición por JoePesci; 12-mar-2013 a las 09:45.
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07-sep-2006
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Es que se me sube la sangre a la cabeza al hacer el pino.
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07-sep-2006
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Cita:
Iniciado por LGM
Cita:
Iniciado por JoePesci
Ahora me pregunto que me conviene pensar, si sería mejor que pensara que estoy feliz o estoy triste. Puede parecer (incluso ser) una pregunta ingenua, esto y otras cosas ya hacen que uno empiece a pensar en esas otras cosas, se desecha el primer pensamiento por parecer ingenuo sin prestarle atención. Aunque si se la presta PENSAMOS, es que no basta con pensar si estoy feliz o estoy triste para estarlo.
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Dónde queda laESPONTANEIDAD? Puedes esforzarte en pensar que tu vida es maravillosa, pero no puedes obligarte a SENTIRLO, la clave son los sentimientos, la antesala de los pensamientos. . según te sientes, y según las circunstancias que en ese momento te rodeen así actuarás y pensarás.
Puedo pensar, cualquiera con imaginación puede, que algo me va ir bien (ser optimista) pero algo que no esperabas en tu esquema mental se presenta, alguien o algo que te desagrada, ya no hay nada que hacer. . no puedes dominarte. . el pensamiento de “tranquila, no pasa nada” se desvanece porque sí que pasa algo que te ha desbaratado. .las emociones acaban controlándolo todo
PD: al hacer el pino, baja la sangre a la cabeza, no sube. . creo. .
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Es que no te obligas, simplemente lo eliges. Creo que discutir qué fue antes (o qué es más determinante) "si la emoción o el pensamiento" nos llevaría a un callejón sin salida. Pues ambas cosas interaccionan y son interdependientes. Según piense sentiré, y según sienta pensaré. No es que quiera restarle importancia a las emociones, es que me parecen igual de determinantes que el pensamiento, y también creo que se les presta menos atención (no son tan llamativos como las emociones). Si uno se siente mal lo sabrá enseguida, reconocerá esa emoción en el acto, pero detectar el pensamiento que influyó (ya no digo causó) en esa emoción ya no parece tan obvio (no solemos pensar en como pensamos). Los pensamientos del tipo "todo me va a ir bien" no tienen nada que ver con los del tipo "¿me conviene pensar que estoy bien?", es decir, el primer pensamiento intenta escapar de su propio ámbito, busca materializarse en algo exterior para reafirmarse, el segundo se autoreafirma, no espera que pase nada concreto fuera de su ámbito (fuera del pensamiento).
No quiero vender la moto a nadie, el pensamiento no lo es TODO. Pero negar su influencia es pasarse al otro extremo, abandonarse a las manos de las circunstancias (y no sé si se es más espontaneo/a por ello). Quizá lo dificil sea eso, encontrar el punto medio (lo llaman equilibrio).
Salute.
Pd: Ahora sólo hace falta saber si la tierra está bocabajo o bocarriba..
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07-sep-2006
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¿Broma?. Nada de eso, yo, en mi ingenuidad pensé: ¿Cual es la forma más rápida de darle la vuelta a las cosas?. Haciendo el pino claro...pero me di cuenta del problema ese de la gravedad (ya sabes, Newton, la manzana que podría haber sido una sandia y nos hubiese ahorrado los terribles ejercicios de Física I y II...).
¿La COPE?. ¿No la han quemado todavía?. El otro día la puse y se oía un ruido como de fuego crepitando y el Los Santos decía: "Por fin...de vuelta al Infierno, de vuelta a casa".
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07-sep-2006
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A mí esa técnica me parece muy buena, no infalible de hecho es muy parecida a la que me enseño mi psicóloga.
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08-sep-2006
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Coincido con usted Siddhartha-Pesci (reservo Gautama para Gautama-pH) y sigo esas doctrinas.
Me llevó mucho tiempo dejar de compartir este tipo de pensamientos hasta que le "dí la vuelta" (Pesci TM) y lo que me cuesta ahora es hacerlo. Evitaré por tanto la tentación del debate porque el no ser comprendido ya me ha hecho el suficiente daño y porque pienso que cada uno debe encontrar su realidad.
Además de que cuando me dan coba con estas cosas no se parar
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08-sep-2006
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Más que darle la vuelta al pensamiento se trata de cambiar la emoción negativa que es lo que dañina. Y eso según la psicología también se puede. Ante todo ...Sonría, por favor
¿Hay algo de cierto en la antigua idea de que poner cara de felicidad puede hacer que uno se sienta mejor? La investigación indica que sí. La hipótesis de que las expresiones faciales influyen en la experiencia emocional se denomina hipótesis de retroalimentación facial
Para poner a prueba dicha hipótesis, Rutledge y Hupka pidieron a los sujetos que realizaran uno de dos conjuntos de contracciones faciales mientras veían una serie de diapositivas; dichas contracciones correspondían a caras felices o de enfado, aunque los sujetos no eran conscientes de ello. Los sujetos informaron de que las diapositivas les hicieron sentirse mejor y menos enfadados cuando estaban realizando las contracciones necesarias para poner cara de felicidad, y menos felices y más enfadados cuando hacían las correspondientes a caras de enfado.
¿Por qué no lo intentas? Arquea las cejas hacia abajo y júntalas; levanta los párpados superiores y tensa los inferiores; y estrecha y aprieta los labios. Mantén esta expresión durante algunos segundos: si te hace sentir ligeramente enfadado, has experimentado el efecto de la retroalimentación facial.
Pero sí mejor darle la vuelta ya que sonreir es mucho más fácil, y en cambio te hace sentir bien.
Aunque a veces, cuando nos agreden, lo mejor es no tener emociones. La manera más sabia y más beneficiosa de responder ante una situación desagradable es la asertividad, en vez de la agresión, la sumisión o la evitación. La asertividad, por usar una expersión cotidiana, podría entenderse como tener la cabeza fría y ver las cosas tal y como son, es decir, hacer una evaluación lo más aséptica y racional posible, identificando las cosas que me molestan, por qué exactamente me molestan y, sobre todo, cuál sería la solución ideal para terminar con ellas. Por ejemplo, si el vecino de arriba tiene la música muy alta a las 3 de la mañana, lo que verdaderamente me evitaría la molestia es que la quite o que baje el volumen, no insultarle o aporrear su puerta. Pedirle que baje la música es una forma más directa de conseguir lo que quiero, mucho más que recriminarle su actitud con la esperanza de que, repentinamente, tome conciencia de lo inadecuado de su comportamiento y etc,etc...
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