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03-ago-2012
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La mujer perfecta
Nasrudín conversaba con sus amigos en la casa de té y les contaba como había emprendido un largo viaje para encontrar a la mujer perfecta con quién casarse. Les decía:
- Viajé a Bagdad, después de un tiempo encontré a una mujer formidable, atenta, inteligente, culta de una gran personalidad.
Dijeron sus amigos:
- ¿Por qué no te casaste con ella?
- No era completa, -respondió Nasrudín-, después fui a El Cairo, allí conocí a otra mujer ciertamente fabulosa; hermosa, sensible, delicada, cariñosa.
- ¿Por qué no te casaste con ella?, dijeron los amigos.
- No era completa -respondió nuevamente Nasrudín-, entonces me fui a Samarcanda allí por fin encontré a las mujer de mis sueños; ingeniosa y creativa, hermosa e inteligente, sensible, culta, delicada y espiritual.
- ¿Por qué no te casaste con ella? -insistieron sus amigos.
- Pues saben por qué, ella también buscaba a un hombre perfecto.
Maestro: Al aceptar que eres perfecto, al aceptar que todos somos perfectos tal como somos … ya no habrá necesidad de buscar la perfección lejos.
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03-ago-2012
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El billete de los 100 euros.
Juan y Antonio, dos amigos, toman un café en un bar. Antonio que está pasando por un mal momento, descarga en Juan sus angustias.
Tiene deudas importantes, está mal en el trabajo, la relación con su pareja está en una profunda crisis. Todo parece estar mal en su vida. Juan escuchando tranquilamente a su amigo, saca un billete de 100 euros de su cartera y dice:
- Antonio, ¿quieres este billete?
Antonio, un poco confundido al principio, inmediatamente le dice:
- Claro que lo quiero, Juan. Son 100 euros, ¿quién no las quiere?
Entonces Juan coge el billete en una de sus manos y lo arruge hasta hacerlo una pequeña pelota. Enseñando la macerada pelotita verde al Antonio, vuelve a preguntarle:
- Y ahora, ¿todavía lo quieres?
- Juan, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 100 euros. Está claro que los acepto si me los das.
Entonces Juan desplega el arrugado billete, lo tira al suelo y lo pisa con su pie. Ahora está sucio y marcado.
- ¿Lo sigues queriendo?
- Mira Juan, sigo sin entender que quieres. Este es un billete de 100 euros y mientras no lo rompas conserva su valor.
- ¡Bien! Antonio, tienes que saber que aunque a veces las cosas no salgan como quieres, aunque la vida te golpee, sigues siendo único y especial y no pierdes nunca tu valor, tal como este billete de 100 euros.
Antonio quedó mirando a Juan sin acertar a decir ninguna palabra mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en él. Juan coge el arrugado billete y con una sonrisa cómplice agregue:
- Toma, consérvalo porque te recuerdes de esto cuando te sientas mal. Pero me debes un billete nuevo de 100 euros. ¡Para poderlo usar con el próximo amigo que lo necesite!
Juan finalmente se despide de Antonio con un abrazo y sale del bar dejando a Antonio a solas. Antonio vuelve a mirar el billete arrugado y sucio. Sonrie y lo guarda en su cartera. Con una renovada energía avisa al camarero para pagar la cuenta.
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04-ago-2012
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Padre y dos hijas
Un padre tenía dos hijas. Una casó con un hortelano y la otra con un fabricante de ladrillos.
Al cabo de un tiempo fue a visitar a la casada con el hortelano, y le preguntó sobre su situación.
Ella dijo:
- Todo está de maravilla conmigo ..
- ¡pero sí tengo un deseo especial!
- que llueva todos los días con abundancia para que así las plantas tengan siempre suficiente agua.
Pocos días después visitó a su otra hija, también preguntándole sobre su estado.
Y ella le dijo:
- No tengo quejas, solamente un deseo especial.
- ¡que los días se mantengan secos, sin lluvia, con sol brillante!
- Así los ladrillos sequen y endurezcan muy bien.
El padre meditó:
- si una desea lluvia, y la otra tiempo seco ..
- ¿a cual de las dos le adjunto mis deseos?
Fuente: fábula de Esopo
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04-ago-2012
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Cita:
Iniciado por Oskar_lopez
Ustedes y yo y todos alrededor hemos sido educados en esta tonta
psicología: Siempre nos falta algo para estar completos, y solo
completos se puede gozar de lo que se tiene. Por lo tanto,
nos enseñaron, que la felicidad deberá esperar a completar lo que
falta...."
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Tsk tsk... el cuento es muy bueno y acierta de pleno, pero en esto, en esto cae en la trampa de toda la psicología moderna, nadie nos ha enseñado a ser así, ni nos han aculturado de esta manera, sencillamente toda mente funciona esencialmente así, y es lo q hay q aprender a descifrar y controlar, las ilusiones ópticas q nos producimos, en lugar de una vez más caer en la dialéctica típica q seguiría del cuento: la culpa es del capitalismo! o del machismo! o cualquiera otra cosa ajena a la misma estructura del celebro, q es de lo q se trata.
Y el de justo arriba, pues bueno... ni Coffman lo resuelve...
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04-ago-2012
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Cita:
Iniciado por Batmandesganado
Tsk tsk... el cuento es muy bueno y acierta de pleno, pero en esto, en esto cae en la trampa de toda la psicología moderna, nadie nos ha enseñado a ser así, ni nos han aculturado de esta manera, sencillamente toda mente funciona esencialmente así, y es lo q hay q aprender a descifrar y controlar, las ilusiones ópticas q nos producimos, en lugar de una vez más caer en la dialéctica típica q seguiría del cuento: la culpa es del capitalismo! o del machismo! o cualquiera otra cosa ajena a la misma estructura del celebro, q es de lo q se trata.
Y el de justo arriba, pues bueno... ni Coffman lo resuelve...
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No toda mente amigo. Estoy hablando de la sociedad industrializada, el capitalismo es la sed del hombre por tener mas y mas pero no aplica en todos. Creo que es un concepto meramente cultural. En pueblos pequeños donde todos se conocen ese tipo de pensamiento no existe, la gente es feliz (aparentemente) con lo que tiene. Llamemosle conformismo o mediocridad pero es la realidad.
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04-ago-2012
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En una de las paredes de mi cuarto hay colgado un hermoso reloj antiguo que ya no funciona. Sus manecillas, detenidas casi desde siempre, señalan imperturbables la misma hora: las siente en punto.
Casi siempre, el reloj es sólo un inútil adorno sobre una blanquecina y vacía pared. Sin embargo, hay dos momentos durante el día, dos fugaces instantes, en que el viejo reloj parece resurgir de sus cenizas como un ave fénix.
Cuando todos los relojes de la ciudad, en sus enloquecidos andares, marcan las siete, y los cucús y los gongs de las máquinas hacen sonar siete su repetido canto, el viejo reloj de mi habitación parece cobrar vida. Dos veces al día, por la mañana y por la noche, el reloj se siente en completa armonía con el resto del universo.
Si alguien mirara el reloj solamente en esos dos momentos, diría que funciona a la perfección... Pero, pasado ese instante, cuando los demás relojes acallan su canto y las manecillas continúan su monótono camino, mi viejo reloj pierde su paso y permanece fiel a aquella hor que alguna vez detuvo su andar.
Y yo amo ese reloj. Y cuanto más hablo de él, más lo amo, porque cada vez siento que me parezco más a él.
También yo estoy detenido en un tiempo. También yo soy, de alguna manera, un adorno inútil en una pared vacía.
Pero disfruto también de fugaces momentos en que, misteriosamente, llega mi hora.
Durante ese tiempo siento que estoy vivo. Todo está claro y el mundo se vuelve maravilloso. Puedo crear, soñar, volar, decir y sentir más cosas en esos instantes que en todo el resto del tiempo. Estas conjunciones armónicas se dan y se repiten una y otra vez, como una secuencia inexorable.
La primera vez que lo sentí, traté de aferrarme a ese instante creyendo que podría hacerlo durar para siempre. Pero no fue así. Como a mi amigo el reloj, también a mí se me escapa el tiempo de los demás.
...Pasados esos momentos, los demás relojes, que anidan en otros hombres, continúan su giro, y yo vuelvo a mi rutinaria muerte estática, a mis charlas de café, a mi aburrido andar, que acostumbro a llamar vida.
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04-ago-2012
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Cita:
Iniciado por Oskar_lopez
No toda mente amigo. Estoy hablando de la sociedad industrializada, el capitalismo es la sed del hombre por tener mas y mas pero no aplica en todos. Creo que es un concepto meramente cultural. En pueblos pequeños donde todos se conocen ese tipo de pensamiento no existe, la gente es feliz (aparentemente) con lo que tiene. Llamemosle conformismo o mediocridad pero es la realidad.
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...y por esto el verdadero conocimiento debe estar camuflado en parábolas, oculto a las masas, siempre dispuestas a buscar chivos expiatorios a los q culpar, y agitar la cabeza como un asno y mirar para otra parte cuando vislumbran a lo lejos la verdadera raíz de sus problemas.
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04-ago-2012
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Cita:
Iniciado por Batmandesganado
...y por esto el verdadero conocimiento debe estar camuflado en parábolas, oculto a las masas, siempre dispuestas a buscar chivos expiatorios a los q culpar, y agitar la cabeza como un asno y mirar para otra parte cuando vislumbran a lo lejos la verdadera raíz de sus problemas.
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Lamentablemente es cierto.
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04-ago-2012
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La carcel del odio
Dos hombres habían compartido injusta prisión durante largo tiempo en donde recibieron todo tipo de maltratos y humillaciones.
Una vez libres, volvieron a verse años después. Uno de ellos preguntó al otro:
- ¿Alguna vez te acuerdas de los carceleros?
- No, gracias a Dios ya lo olvidé todo – contestó
- ¿Y tú?
- Yo continúo odiándolos con todas mis fuerzas – respondió el otro
Su amigo lo miró unos instantes, luego dijo:
- Lo siento por ti.
- Si eso es así, significa que aún te tienen preso.
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06-ago-2012
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Buen dia a todos!!
Encontrar a Dios
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Un ermitaño meditaba junto a un río cuando un joven lo interrumpió.* “Maestro, deseo convertirme en su discípulo”, dijo el muchacho.* “¿Por qué?”, contestó el ermitaño.* El joven pensó por un momento.* “Porque quiero encontrar a Dios”.
El maestro se puso de pie de un salto, lo agarró del pescuezo, lo arrastró hasta el río, y sumergió su cabeza en el agua.* Después de mantenerlo allí por un minuto, con él pateando y forcejeando por liberarse, el maestro finalmente lo sacó del agua.*
El joven tosía agua y jadeaba para recuperar su aliento.* Cuando se aquietó, el maestro habló. “Cuénteme, qué era lo que usted más deseaba cuando estaba debajo del agua”.* “¡Aire!”, contestó el muchacho.*
“Muy bien”, dijo el maestro, “váyase a casa y vuelva a mí cuando usted desee a Dios tanto como lo que acaba de desear
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