Cada individuo es único e irrepetible. Es un cosmos en sí mismo. Recurriendo a la economía marxista, la vida tiene sólo
valor de uso para tí mismo y los demás. No tiene
valor de cambio, por lo tanto no tiene precio. No es que valga infinito o que valga nada, simplemente no tiene un precio. Por eso las vidas humanas no son comparables en términos de precios relativos como en Economía. Por consiguiente, las compañías de seguros le ponen el precio que se les da la gana. Da igual, ellos quieren ganar dinero solamente. Así es la orientación mercantil, quieren ponerle precio a todo, aunque sea imposible hacerlo.
¡MONEY!