Desde siempre he sido "diferente" al resto.
En primaria recuerdo que me gustaba mucho participar en clases, no obstante, mis compañeros procuraban callarme insultándome o haciendo toda clase de burlas hacia mi persona y lo peor de todo es que más de una vez los profesores celebraban eso. También recuerdo que los demás niños no jugaban conmigo y los recreos me la pasaba solo. Lo cierto es comencé a preferir estar solo antes que juntarme con esos compañeros tan hijos de ****, así pues, comencé a disfrutar de mi soledad al punto de yo mismo rechazaba toda clase de compañía. El que buscaran callarme cada vez que quisiera intervenir en clase termino por minar aquellos deseos hasta prácticamente desaparecer, a la par que comenzó a generar una enorme desconfianza hacia el resto de la gente pues pude percatarme de sus malicias y el odio visceral que pueden sentir por alguien que no es como ellos.
Ya en secundaria la vida escolar no me interesaba en lo absoluto. Aunque estuve en varios colegios, prácticamente siempre tuve problemas con mis compañeros que al verme "tranquilo" o "raro" me buscaban pleito. Aunque siempre me defendí de las agresiones, y es verdad que había algunos que no se metían conmigo por mi manera de reaccionar, también es cierto que existían personas con mejor habilidad para pelear que yo; además, ellos siempre eran más y yo estaba solo, siempre solo.