Hola, Albertina.
Últimamente no leo mucha literatura y hasta he dejado de escribir como escribía antes… pero aún me acuerdo de cuando leía asiduamente.
A mi me gustan mucho los libros con temática fantástica, surrealista, onírica o sobrenatural, pero que al mismo tiempo tengan algo de metáfora o alegoría del mundo real.
Me gustan autores como Michael Ende, en especial “La prisión de la libertad” y “El espejo en el espejo”. El ****** de cuentos como “Las ruinas circulares” o “La escritura del dios”. Algunas cosas de Kafka, Hermann Hesse, Lovecraft, Neruda, Oliverio Girondo (Espantapájaros me parece genial), Lautreamont, etc.
De ****** me gustan pasajes como este, que a mí me parece muy significativo:
“Un día y una noche —entre mis días y mis noches, ¿qué diferencia cabe?— soñé que en el piso de la cárcel había un grano de arena. Volví a dormir, indiferente; soñé que despertaba y que había dos granos de arena. Volví a dormir; soñé que los granos de arena eran tres. Fueron, así, multiplicándose hasta colmar la cárcel y yo moría bajo ese hemisferio de arena. Comprendí que estaba soñando; con un vasto esfuerzo me desperté. El despertar fue inútil; la innumerable arena me sofocaba. Alguien me dijo: No has despertado a la vigilia, sino a un sueño anterior. Ese sueño está dentro de otro, y así hasta lo infinito, que es el número de los granos de arena. El camino que habrás de desandar es interminable y morirás antes de haber despertado realmente.”
Creo que estas lecturas (y las reflexiones correspondientes) han influido mucho en mi forma de ser, en especial en mi manera de pensar y ver al mundo, lo que me lleva a ver las cosas desde perspectivas muy diferentes a las normales. De repente estoy con otras personas en medio de una charla y mi forma de asociar ideas me lleva a decir cosas bastante “fuera del rango” por llamarlo de algún modo, así que últimamente opto por dejar de lado esas asociaciones de ideas raras y tratar de adaptarme a la forma de asociar ideas que tienen los demás. Creo que lo he hecho bastante bien porque hace tiempo que no me miran raro.'
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Eso cuando estoy con los otros. A veces, cuando estoy solo y tengo ganas de escribir, le doy rienda suelta a ese loco que llevo dentro y lo dejo que cabalgue en sus imágenes surrealistas, solo para no perder la costumbre y divertirme un rato. Para mí es como ver la realidad con otros ojos y muchas veces me ayuda a aclarar algunas cosas (claro, de un modo que solo yo me entiendo). Me parece que es mi modo de romper con la absurda realidad que nos toca vivir. Lo que muchos llaman realidad tiene mucho de ridículo y conviene no dejarse atrapar por sus tentáculos. Algunos sueños me parecen más reales y atinados que la propia realidad (ejem, ya empecé a asociar de manera rara, perdón).
Un saludo.