Estaba en la escuela. Mi profesor de lengua tuvo la idea de que, por grupos, grabáramos una cinta como si estuviéramos en un programa de radio.
A mi me tocó hacer que era una cantante famosa a la que entrevistaban pero resultó que las descendientes de prostitutas de mis compañeras sólo querían que dijera tonterías y lo que es peor, que hiciera algún comentario con un significado sexual. Me negué todo lo que pude, pero claro, lo de siempre, era su palabra contra la mía y la mía, por supuesto estaba basada en imaginaciones mías.
En fin, llega el profesor, y dice que hagamos una redacción sobre el trabajo y yo, le cuento lo que había pasado. Evidentemente, no lo hubiera hecho, si hubiera sabido que nos la iba hacer leer delante de toda la clase.
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