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Iniciado por fobicoanonimo
El viernes ya consegui ir a la clase que tenia. Pero es cierto, es un circulo vicioso. Empiezas un 1 de octubre diciendo: voy mañana, toal, es la presentación, no me pierdo nada. Al día siguiente dices, total,por un día más, hasta que llegas al viernes, y el viernes, como ya has perdido toda la semana piensas: total, lo dejo para el lunes que para un día para qué voy.
Cuando lo miras desde fuera, de una forma racional no entiendes cómo se te ha ido la cosa de las manos, cómo te vuelves a ver en junio sin haber pisado la facultad más de cinco veces, cuatro de ellas para sacar fotocopias, y una para hacer la matrícula.xD, y te entra una depre de pensar cómo te has descontrolado tanto, y por qué te cuesta tanto volver a la época en que no faltaba nunca y era buena estudiante.
Máñana no me queda otra opción sana que ir. Pero sí, una vez entras en esa dinámica, luego se hace jodidamente difícil. Y es que sigo teniendo el mismo miedo de siempre, que las clases son participativas y éso me mata.
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Si, es tremendo entrar en esa espiral... Luego en junio te arrepientes y piensas "joer... si me parecía que iba más a clase!". Con lo que cuesta... cada día parecen un montón!
Yo llevo un montón de semanas diciendo que "el lunes empiezo", pero al final no hay manera, cada vez cuesta más, y llevo como un mes sin ir prácticamente, yendo sólo a alguna hora de clase y volviendome como alma que lleva el diablo...
Mañana si que tengo que volver, no me queda elección... pero la verdad es que me da pánico...
Tenemos que intentar obligarnos a ir todos los días, coger el hábito de nuevo, después te sientes mejor contigo, te va costando menos cada vez, se convierte en algo casi automático ir a clase... No te da tiempo a que surja el pequeño demonio en tu hombro sugiriendote un día sabático.
A mí también me dan pánico las clases participativas... yo aún no he tenido, pero tengo muchas prácticas...
tal vez con el tiempo, tratando de practicar mucho y lanzandonos mucho a la piscina, intentando no darle muchas vueltas o importancia a lo que decimos, nos vaya resultando cada vez un poquito más fácil...
Yo intento pensar que si todo el mundo puede... nosotros también tenemos que poder.