A mi lo primero que me viene a la mente, salvo contadas ocasiones, es: Qué asco!!! Dejando de lado el mal humor por el madrugón, me siento desmotivada porque sé que el día no me deparará ninguna novedad. La rutina me asfixia.
Eso cuando no pienso que es una lástima haber despertado (no necesariamente porque quiera morir), con lo bien que se está en esa tierra de nadie que es el sueño.
Para mi dormir supone un descanso de mí misma, porque mi mente me agota. Es placentero abandonarse al sueño, pero un fastidio tener que retomar una actividad diaria que no enriquece ni aporta ningún estímulo.