Sin temor a equivocarme, los terremotos. Habito en un edificio lleno de grietas que, tengo la certeza, se vendrá abajo cuando ocurra el mega terremoto que se espera que ocurra ya pronto aquí donde vivo. Y mi miedo ante esa situación no es morir (la muerte, bienvenida mientras sea rápida
), sino a:
-Quedar atrapado entre los escombros y agonizar durante días o semanas ahí en el olvido, antes de morir.
-Quedar lisiado, perder una parte de mi cuerpo como consecuencia.
-Lo que les vaya a ocurrir a mis gatos en dicha situación, y más que si mueren directamente por el derrumbe, el hecho de que acaben en la calle y mueran ahí por diversas causas, automóviles, perros, humanos perversos, hambre...
-Quedarme completamente solo.
Sí, esa pequeña burbuja de mierda es la que ha absorbido mi mísera vida desde que ocurriera el terremoto de Haití y luego el de Chile a comienzos de 2010. Con esos eventos me bastó para tomar conciencia de que me encuentro en una ubicacion y en un momento crítico. He comprado una alarma sísmica que avisa con aproximadamente 50 segundos, y eso casi me garantiza que no me ocurra ni lo primero ni lo segundo, pero lo tercero o lo cuarto no lo podría evitar. Ya he tenido oportunidad de estrenarla y comprobar que sí funciona, precisamente la semana pasada, con un sismo menor.
Y, voila (no encuentro el acento apropiado para la "a"), ahí tienen la causa principal de todo lo que me ha ocurrido durante los últimos tres años, de ahí derivaron mi pérdida de esperanzas, mi depresión que me llevó a cometer magnas idioteces que arruinaron mi cuerpo para siempre (incluida la toma de la p... sertralina), mi pérdida de emociones, de gustos, de todo... y mi obstinado deseo final de suicidarme.. Una reacción en cadena debido a la tectónica de placas.