Pongamos en antecedentes, Enrique y Ana era un famoso duo infantil (archiconocido por los que pertenecemos a otra era temporo-espacial) formado por una niña pequeña y un joven de 20 tacos (sí, la verdad es que suena un poco raro todo). Aprovechando el tirón comercial del duo, algún productor encontró la excusa perfecta para obtener el dudoso honor de haber creado el mayor bodrio de la historia cinematográfica:
Con el mega hit "súper disco chino".
Y el debut del icono de la movida madrileña, la gran Alaska.