Cierto es, como se ha dicho, que los opuestos se atraen, pero... ¿cuánto aguantan juntos?
La misma física lo demuestra: las cargas de un signo nunca llegan a tocar a las del otro signo. Se anulan mutuamente. No permanecen juntas. Siempre están corriendo unas en pos de las otras, pero nunca se alcanzan.
Así mismo, las parejas de opuestos empiezan con mucha ilusión, y hasta pasión desbocada,... para acabar como el rosario de la aurora muchas veces. Es aquello de "ni contigo, ni sin ti". Amores turbulentos, desencuentros constantes con el paso del tiempo.
Observadlo y analizadlo detenidamente. A ver si estoy muy equivocado.
Volviendo a la física: ¿nadie se ha dado cuenta de que las cargas del mismo signo permanecen mucho más estables y unidas en el tiempo?; ¿nadie se ha percatado de la asombrosa unión de los protones en el núcleo atómico? Todos juntitos allí, en amor y compañía, mientras los electrones giran lejos, a distancias inmensas (en proporción atómica, claro).
Sí, los opuestos mantienen la tensión, pero no se tocan. Sirven para mover el mundo, pero... ¿la pareja no es otra cosa?; ¿no es compañía?; ¿no es afinidad?; ¿no son metas comunes?...
Vuelvo a decir, como hace años, que cuando dos reman en distintas direcciones, la barca no se mueve, o lo hace de manera caótica. La física, otra vez.
Esperar que alguien bien distinto a ti te entienda, te apoye, te comprenda es muy optimista. Pero, ¿es realista?
Desde luego, personalmente, creo que no me animaría mucho a crecer una pareja que llenase mis vacíos, que solventase los problemas que a mí me cuesta resolver en mi vida: esos, me cueste lo que me cueste, sólo los puedo superar yo; nadie puede vivir por mí. Sería un "crecimiento" en falso, de la otra manera.
Otra cosa es una pareja para aprender juntos, para evolucionar juntos, y para sufrir -sí,
sufrir- juntos. Dos personas con parecidas metas y parecidas dificultades -si son conscientes de sí mismos- sabrán turnarse cuando uno de los dos esté cansado; sabrán ver la necesidad de dejar de remar, quizá en un tiempo, porque se entenderán, y no se exigirán más de lo saludable. La meta podrá esperar, ya que el recorrido es agradable. Podrán ser compañeros. Podrán ser auténtica
compañía en el río de la vida.
Esa es mi forma de entenderlo. Por supuesto, respeto las demás. Pero como
hoy estoy sensiblero, pues quería compartirlo, y ver otra vez, si soy raro entre los raros (con ternura ¿eh?, para mí el primero)