La verdad es que yo también he pasado mucho tiempo con gente que me hacía daño, o que sabía que en realidad no me apreciaba, por no estar sola o no saber decir que no...
Es complicado dar una respuesta sincera a esta pregunta, porque estar solo es una mierda, pero tener amistades que te tratan mal, abusan de ti, te infravaloran, etc, también lo es... Sin embargo, también sé que muchas veces es difícil para nosotros alejarnos, a veces vemos a esa persona todos los días en nuestro entorno... y no nos atrevemos a dejar su compañia, tenemos miedo, no solo a la soledad, sino también a la reacción de la otra persona, de sus amigos... Como fóbicos sociales, tampoco nos atrevemos a decir lo que pensamos...
Creo que, si alguien nos hace daño, o no nos trata bien, tenemos que alejarnos de esa persona. No es que nos podamos "permitir el lujo" de rechazar a alguien, es que no tenemos por qué aguantarlo, igual que el resto... nosotros no somos inferiores a nadie, y por ser fóbicos sociales, por tener pocas relaciones, por lo que sea, no tenemos que aguantar que nadie nos de un trato peor del que merecemos y del que nosotros damos a otros.
No sé, también se puede intentar no implicarse demasiado en esa relación y no dejar que te mangoneen sin perder por completo el contacto. Es decir, seguir ahí, pero intentando darle menos importancia e intentando imponerte y no hacer cosas que no quieras. No considerar esa relación como algo vital e idealizarla, pensar que tiene que ser perfecta, sino considerarla algo casual y circunstancial, ser correcto con esa persona sin que te pisen.
He tenido muchas malas experiencias de este tipo, pero también me viene a la cabeza una experiencia algo diferente... En el instituto conocí a una chica. No tenía ningún amigo salvo ella. Bueno, pues yo era como su perrito faldero... siempre estaba detrás de ella cuando ella se iba a hablar con otra amiga suya, nunca me tenía en cuenta, no se dirigían a mí, me trataba como si yo fuera una especie de objeto que la seguía, no sabía nada de mi vida y no me preguntaba nunca nada, aunque ella me contaba sus movidas... pero es que también, yo no participaba, ni me daba a conocer, me limitaba a estar ahí de pie como si fuera parte del mobiliario.
Poco a poco, empecé a hablar, a mostrar parte de mí, a no seguirla sin más por el instituto, a no intentar complacerla todo el tiempo, a dar mis opiniones aunque no coincidieran con las suyas, a contar mis historias sin miedo a que no le interesaran a nadie, incluso a restar importancia a la situación entre nosotras... y sabeis qué pasó? que nos empezamos a conocer de verdad, nuestra relación cambió por completo y nos hicimos muy muy amigas. Su actitud hacia mí cambió radicalmente y se portó de maravilla conmigo.
Supongo que a veces también desconcierta a la gente no conocernos, o la lejanía que mostramos, el hecho de que parece que nos escondemos detrás de un muro... a veces puede funcionar intentar mostrarte más como eres, ser más activo en la relación, poner más de tu parte, aunque cueste, y darte más a conocer, para que aumente el grado de intimidad... Imponer también tus ideas y tu voluntad. Es la forma de enfrentarse "por las buenas" a esto
Si no puedes con ellos, únete a ellos (??) jeje.