Yo fuí a una residencia de estudiantes, pero era un poco especial porque en realidad era un albergue para jóvenes en Sevilla. (No sé, si donde tu vayas hay esa opción pero si la hay considerala porque al estar subvencionado sale mucho mejor de precio).
El caso es que tenía muchas ventajas respecto a las residencias clásicas o colegios mayores. Para empezar nada de monjas ni curas, era mixta, y no había horarios (de comida y eso sí pero no para volver por la noche, la puerta se cerraba a las 12 pero llamabas y te habrian sin problemas). Nada ilógico teniendo en cuenta que alli la gente era mayor de edad. A los que cumplian 18 a final de año (para diciembre y eso) los miraban un poco más y les hacian firmar una nota cuando se iban los fines de semana.
En cuanto a lo de sociabilizar con la gente, creo que es lo mejor que me ha pasado. Me ayudó muchísimo, cuando llegué me podrían haber confundido con cualquier elemento del mobiliario para cuando salí era persona, calladita sí, pero persona.
El primer año estuve peor, porque estaba bastante sóla, pero el segundo tuve la suerte de que mi cuarto era justamente el sitio donde se reunían todos tras la comida y la cena. Siempre había gente. Al principio claro, mucho agobio pero luego genial.
Lo mejor de todo era que la gente era cada una de su padre y de su madre, no te echaban cuenta por vestir de una determinada manera y podías hacer todo el ridículo que quisieras sin que pasara nada. Yo, por ejemplo hablaba todas las noches con un chaval que iba completamente desnudo, con total normalidad. Si a él no le daba vergüenza...era como eso de imaginátelos a todos desnudos, pero sin tener que imaginar nada.