Totalmente de acuerdo con SpiekeSpiegel, hay que abandonar el dogma de la personalidad como algo estable. Que tengamos unas pautas de conducta etablecidas y adquiridas por la experiencia (dejando de lado el temperamento de base) no significa que sean las más útiles a la hora de desenvolvernos en un entorno social determinado. El sabio es por definición oportunista. Es decir, sabio es quien sabe adaptarse a todo tipo de situaciones. No significa lamer culos o servilismo, simplemente dejar de lado la cerrazón mental y observar todo el abanico de posibilidades, porque más de una vez, empecinados en actuar como siempre hemos actuado, metemos la pata.
Como curiosidad uno de los fenómenos más curiosos es cuando te encuentras con colegas o antiguos compañeros de la infancia, adolescencia o preadolescencia. De alguna forma, te sientes en parte forzado a adoptar el rol que desempeñabas en esas épocas: el listillo, el marginado, el bromista, etc. Pero no significa que no puedas mostrarte de otra manera, es cuestión de esforzarse.
"Ser tú mismo" como dice Doustin es la falta de esfuerzo, el derrotismo y la cerrazón.
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