Mi opinión respecto a la reinserción es que, en los adictos, la fuerza para reprimir ese deseo (que existirá siempre) se saca de lo que uno puede perder si cede al deseo. Si uno sale de la cárcel y sigue siendo a ojos de todo el mundo un violador, no encuentra trabajo, le insultan por la calle, esa persona ya no tiene nada. Cuando uno no tiene nada que perder, las cosas ya dan igual, luego represión sobre el deseo claro que falla.