Hacía mucho que no escribía por aquí pero hoy quiero hacerlo.
Hace poco conocí a una chica con la que llevaba hablando años sin habernos conocido en persona. Los ratos que hablaba con ella me sentía muy bien. Ella me comprendía y me animaba. Le explicaba mis historias y me ayudaba.
Llegó el día que me animé a dar el paso y le propuse quedar para vernos. La primera cita fue algo tensilla, fuimos a un concierto, no pasó nada, pero me fuí contento de haber sido capaz de romper el hielo. Esperaba ponerme mucho más nervioso o simplemente no congeniar y tenía mucho miedo. Hoy ya llevamos un mes saliendo cuando el tiempo nos lo permite y cuando estoy con ella estoy muy cómodo: salimos de fiesta, cerramos bares, hablamos, tomamos algo y nos lo pasamos bien (¡¿quién me lo habría dicho hace unas semanas?!). Ella me ayuda y me guía y yo también me dejo llevar cuando mi tímidez y mis fantasmas me dejan.
En poco tiempo me he ilusionado y animado muy rápido. Lo cierto es que con mis casi 32 añazos es la primera chica con la que me encuentro en sintonía. Compartimos gustos, podemos hablar de cualquier tema, es afectiva conmigo y yo lo soy en lo que puedo con ella (¿He dicho ya que soy super tímido?). Hago cosas que un mes atrás no me habría planteado.
Pero no todo es un jardín de flores dado que su llegada me ha reboloteado también un poco el ánimo. Paso de estar un día bien a otro plantearme que estoy haciendo. No tengo bagaje personal como para comparar mi situación con nada y me da miedo, mucho miedo pensar que si estoy con ella quizás es porque es la primera que pasa. Eso me destruye por dentro y me hace emparanoyarme mucho, mucho. Hasta en mi trabajo lo han notado, si bien no les comento nunca nada personal.
El tema es que me gusta como es y ella me quiere. Lo he hablado con ella y no he conseguido más que rallarla. No se como convencerme de que realmente la merezco, ella intenta animarme, pero mi cabeza me puede.
Casi toda mi vida me he negado cosas, me he alejado de gente que me ha intentado ayudar, me he abandonado y no tengo más que ideas negativas sobre mi, día tras día. Siempre me ha faltado el poder estar feliz con alquien, sin más. Tengo miedo al rechazo, tengo miedo a dañarla, tengo miedo a alejarla y con mi estado de ánimo no contribuyo más que a que la relación se vaya poco a poco al abismo. Además ella también atraviesa en estos momentos unos pasajes convulsos y yo no tengo la impresión de ayudar mucho.
Desde mi adolescencia deseando tener a alguien de mi lado, soñando despierto con ello y ahora me es difícil superar mis miedos y mis ideas. A veces desearía simplemente no pensar y dejarme llevar, pero no puedo, mis fantasmas me sujetan muy fuerte. Se me hace todo muy complicado.
No tengo amistades lo suficientemente próximas para comentarles estos temas, es por eso que quería compartirlas con vosotros. Que tengáis un buen día todos.