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Hmm... hay algunas cosas que me gustaría confesar. La primera es que soy muy contradictorio, verán, aunque constantemente deseo ser un sádico sin emociones y hay veces en las que desprecio a la humanidad (lo cual es prácticamente siempre), no dejo de admirar y respetar a la gente buena, o a los que son respetuosos con los demás (yo lo veo como algo malo -no a esa clase de gente, sino mi reacción-, el que me diga que eso es bueno, que se joda, que no me entiende una mierda), no soporto ver a las mujeres llorar, que eso me parte el corazón, pero aún así soy incapaz de empatizar con los demás a la hora de entablar una conversación, no puedo comprender las ideas de los demás y solo capto una indirecta cuando la he visto una y otra vez y me la han explicado con anterioridad, lo mismo me pasa con el sarcasmo o alguna otra cosa vinculada al paralenguaje, de hecho no sabría decir cuándo le agrado o desagrado a alguien, aunque claro, sí que noto la mirada fría de los demás, muy seguido, esa mirada que odio tanto y que al verla despierta mis deseos de hacer desaparecer a la humanidad, pero como dije, soy un ser contradictorio.
A veces me pregunto si podría matar a alguien, cada vez lo deseo más, pero al mismo tiempo hay cosas que me empujan a no hacerlo.
Otra cosa que me gustaría confesar es que desde hace algún tiempo a la fecha frecuento cafés con piernas, y cada vez voy con más frecuencia, y que he malgastado mi dinero en vodka y herramientas electrónicas, además de un smartphone en mal estado que me gustaría reparar (no le tomo confianza a un aparato sin antes haberlo reparado yo mismo), de esos con teclado qwerty, ya que no me gusta eso del full touch. Volviendo a los cafés con piernas, he ido varias veces pero aunque he querido hacer algo y atreverme a tocar a una chica no he podido, y eso que las invito a un trago y eso, los que van lo saben, y he visto como un viejo rancio y obeso tocaba a una chica y esta se dejaba... maldito lo envidio.
Confieso que soy un puerco pervertido, pero al mismo tiempo no puedo sacar nada de eso fuera, aunque lo intente, y me esfuerce en intentarlo.
Eso me caga sobremanera.
Lo último, le temo a mi sangre, no en el sentido literal (los que no hayan leído cierto comentario en otro hilo de hace tiempo, a veces cuando me cortaba por accidente me gustaba beber mi propia sangre), temo ser como mi padre, o ser como el lado paterno de mi familia, odiaría tener una pareja y hacerle daño por celos, por mucho odio que le tenga a la humanidad, odiaría pegarle a una mujer, al punto que un día, hace tiempo ya, juré que si algún día volvía a golpear a una mujer (lo hice una vez en mi vida -bonus confesión-, y eso me parte la conciencia cada día de mi vida, pasó mucho antes de que me metiera en este foro, el 2010 creo, le pegué a mi hermana) me arrancaría las manos con los dientes y me cortaría la garganta con los huesos partidos de los muñones de los brazos hasta morir en medio de esa rabia y ese dolor.
Como ya dije, el ver llorar a una mujer me parte el corazón, aunque eso me dice que tengo uno, y eso me jode.
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