Hola, querida compañera de infortunios. Si bien tenemos diferentes extracciones, diferente sexo y diferentes decisiones que hemos tomado a lo largo de la vida, puedo decir que compartimos el miedo a la soledad, el rechazo de nuestros semejantes y la certeza de que nuestra vida carece totalmente de sentido.
Pero huyendo de todo derrotismo puedo decir que tenemos a la vez una meta, la que nosotros queramos, no la que la familia o la gente que nos rodea o los medios de comunicación quieren que poseamos, sino la que por derecho propio nos sentimos obligados a cumplir. En tu caso veo que la familia te ha dado la espalda, ahí no tienes nada que rascar. Sin embargo, imagínate una vida familiar con tu querido inmigrante y los hijos que podáis engendrar. ¿Necesitarías algo más? Una vida familiar feliz e independiente, sin exigencias externas, sin madres entrometidas, sin (como tú dices) visitas a la familia política, sin hermanas que te miden según sus logros.
Hemos llegado hasta aquí y no tenemos 18 años. Será que esto es lo que tenemos que hacer. Sé feliz con lo que has podido arañar a la vida. En mi caso, tengo un trabajo con poca responsabilidad y nivel medio de atención al público. No soy ningún VIP y creo que tampoco sería feliz teniendo trabajos como el que tuvo mi padre. Creo que estoy satisfecho a nivel laboral con lo que tengo. Sin embargo, esto choca frontalmente con mis aspiraciones de tipo familiar. Las mujeres (también las inmigrantes) no están de acuerdo con el hecho de convivir con un hombre no atractivo que tiene un trabajo administrativo y poco lucimiento social. Hay que vivir con ello.
En la mitad de nuestras vidas ya hay una estela que nos hemos labrado y ese surco empieza a pesar. No podemos pretender esperar cambios revolucionarios sino que tenemos que empezar a ser algo condescendientes y recoger los frutos de nuestra lucha, mayor o menor. Si hasta ahora no hemos podido ser (ilusiones de la meritocracia) famosos bailarines o cantantes de éxito, escritores de renombre o ejecutivos buscados por los headhunters de media nación, lo siento pero quizás es que no valemos para ello. Sin embargo no hay nada de malo en ser del montón (siempre que puedas satisfacer deseos del montón -todo el que me siga sabe a que me refiero- que en nuestro caso de FS masculinos parece imposible conseguir). Eso es lo que deberías entender y de esa manera calmarías más tus frustraciones.
Un saludo y un último consejo: a veces el último mono es el último en morir porque nadie repara en su existencia y quien ríe el último ríe dos veces. Muchas personas que decían que se comerían el mundo ya no están entre nosotros. Escribe en letras mayúsculas esta palabra, RESILIENCE (no tiene traducción literal al español, llámalo "resistencia" o "aguante"). Tú eres una luchadora, saldrás adelante.
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