Hola a todos. Quisiera exponerles mi caso en este foro, ya que me siento con confianza con todos vosotros y seguro me daréis alguna opinión. Espero no ser muy pesado y aportar algún mensaje.
Hace unos cuatro años inicié una relación con una chica. Tuve que currármelo bastante porque a ella no le gustaba salir mucho, se cohibía con mis amigos y me daba la impresión de ser más bien tímida. Yo por otra parte, aunque siempre he sido serio y
Algo tímido, tenía mis amigos, salía, vivía mi vida, y siempre tenía algún plan divertido para proponer. A ella le llamó la atención que yo fuera tan "asertivo" y al final comenzamos a andar juntos.
Como todas las relaciones hubo un período de inicio y diversión, luego un inicio de rutina y al final un desgaste. Lo curioso es que a lo largo de la relación se invirtieron dramáticamente los papeles: yo estaba falto de planes e ideas para hacer y ella con unas ganas terribles de salir, bailar, divertirse, conocer gente, etc. Hicimos muchos amigos en común, pero cometí el error de dejar de hacer amigos propios y mantener mi vida personal, ella se la comió.
El último año de nuestra relación fue triste y algo humillante. Llegó al grado de organizar fiestas en su piso y bailar con cada uno de los tíos que asistían con "morreo incluido". Después ella me iba a buscar para bailar conmigo y hacerme sentir bien pero yo veía en sus ojos que era por consolación. Conmigo sentía la responsabilidad y con los otros se divertía.
Llegó el momento en que ella se montó su grupo de amigos, pero yo no reaccioné. Recuerdo especialmente una ocasión en que después de bañarme, perfumarme, bailar en la ducha de contento, vestirme y ponerme guapo porque iba a cenar con ella, me llamó para decirme que prefería quedar con sus compañeros de piso. Hasta entonces me di cuenta que yo ya estaba infravalorado. Dejamos de tener relaciones pero seguíamos juntos; ella lo condicionó a que le asegurara una relación de futuro, con hijos, etc. pero por otro lado me amenazaba con irse con el primer tío que encontrara si no le demostraba cariño. Un laberinto!
Seguimos unos meses más por inercia hasta que decidimos dejarlo. Lo curioso es que fui yo el que terminó, a ella ya le valía seguir teniéndome como diversión de repuesto.
No fue sino hasta hace muy poco que una amiga me abrió los ojos y me dijo que veía claramente una relación-dependiente, y me recomendó arrancar todas las raíces y comenzar de nuevo, reinventarme. Ahora que veo las consecuencias en mi cara: he perdido a mis amigos uno a uno, me he ido apagando socialmente, he reducido mi valor drásticamente frente a la gente, veo que esto de reinventarse tiene narices y hay que tener bien puestos los pantalones para afrontarlo.
Cómo comenzar de cero y recuperar al "otro yo" que tenía energía y la ilusión de conocer a alguien?
Pues para acabar de joderse la respuesta me la ha dado mi propia ex-novia. Después de nuestra ruptura ella tomó la decisión de visitar a una psicóloga; después de 4 meses de terapia se ve que lo ha superado y ahora me hace llamadas y envía e-mails para tomar cafés como viejos conocidos y a veces para ir a bailar y que conozca a sus amigos. Mientras tanto yo me planteo olvidar todo pero le sigo cogiendo el teléfono. Esto es para una peli de Woody Allen.