Primaria: Era extrovertida, conversadora, participativa, me gustaba hablar mucho, no me daba pena cantar, ser filmada o fotografiada por mi familia, cada tanto participaba en actividades escolares, incluso llegué a hacer parte de un reinado infantil. En las notas me iba bien, aunque me decían mariposa porque me la pasaba de puesto en puesto. Tenía pocos prejuicios, me consideraba feliz pese a ocasionales problemas familiares. Estudié en escuelas mixtas.
Secundaria: Entré a un colegio femenino, fue la debacle. Era más bien feita y no me arreglaba casi, así que no encajé, me criticaban y apartaban, en parte también por no destacar precisamente en algo y por vivir en un barrio pobre y de mala reputación. Eso los dos primeros años. El tercer año, fue el peor, pero bueno ya no era precisamente pequeña con 13-14 años, ¿no?