Pues haces una pregunta muy corta, pero la contestación tiene tela, no sé si podré hacerlo de una vez pero ya iré poniendo cosas según se me ocurran...
En primer lugar, para hablar de algo hay que tener un tema de conversación. La gente suele hablar de lo cotidiano, de lo que hace cada día, de lo que ponen en la tele, de la última película que ha visto en el cine, del tiempo, de deportes...
Así que hay que empezar por hacer cosas para luego poder hablar sobre eso. Puedes hacer deporte, algún curso de idiomas, de informática, ir al cine los fines de semana...
Mantenerte activa, además de proporcionarte temas de conversación hará que le des menos vueltas al coco ya que tu cabeza tendrá más cosas en que pensar que no estar con el rollo de siempre y el simple hecho de practicar deporte te hará segregar endorfinas, muy importantes para el tema de la relajación.
Luego, tienes que ganar confianza en tí misma. No ver a los demás como alguien superior a tí sino como iguales. En general, no hay que dirigirse a los demás con firmeza ni con agresividad, ni tampoco con pasividad, símplemente de igual a igual.
Esa agresividad en las contestaciones viene dada porque presuponemos que los otros tiene ánimo de ofendernos o molestarnos de algún modo. Pero eso, en el 99% de los casos, es falso. Capullos hay en todos los lados, pero hay que partir de la base de que nuestros familiares y amigos, incluso compañeros de estudios o trabajo no van a ponernos la zancadilla. Lo que sí ocurre en ese 99% de los casos es que nuestra sensibilidad está tan a flor de piel que cualquier cosa que nos digan nos ofende. Y eso es debido al sentimiento de inferioridad que tenemos, a que no dejamos de compararnos contínuamente con los demás.
Ganar confianza en uno mismo es una labor bastante larga, que se adquiere en el día a día, aprendiendo a convivir con los demás. Así que por el momento tienes que confiar ciegamente en que lo que te vayan a decir tus familiares y/o amigos en los próximos días nunca va a ser con ánimo de ofender. Si lo que te digan te cabrea no digas nada. Cállate un momento, piensa bien en lo ocurrido, cuenta hasta 100 (o hasta 1000 si es necesario) y después, cuando estés más calmada y hayas sopesado todas las opciones, contesta.
Aún así, debido a nuestra escasez de "habilidades sociales" es posible que te tomes a mal muchas de las cosas que te digan, símplemente porque no tienes mucho contacto con el exterior y ves las cosas de otra manera. Ya sabes que "no ofende el que quiere sino el que puede" y lo que para cualquier persona acostumbrada a "bregar con el espacio exterior" es una menudencia para tí puede ser todo un mundo.
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