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Antiguo 23-dic-2016  

"¡Qué maravilla! ¡Qué misterio! Corto leña y saco agua del pozo."
 
Antiguo 05-ene-2017  


Un tipo va al psiquiatra y dice:
“Doctor, mi hermano está loco. Se cree que es una gallina”.
Y el doctor le dice: “Intérnalo”.
El tipo le responde: “Lo haría, pero necesito los huevos”.
Bueno, supongo que eso es lo que pienso sobre las relaciones. Son completamente irracionales, locas y absurdas. Pero supongo que insistimos con ellas... porque la mayoría necesitamos los huevos.
 
Antiguo 31-ene-2017  

El hombre, partiendo de la nada, ha alcanzado la más absoluta de las miserias.
Groucho Marx
 
Antiguo 12-feb-2017  

«¿Quién, en el fervor de la ilusión, no ha deseado ser un nómada en un mundo silvestre y soleado, con un ser tierno y puro que se apoye liviano en su brazo? Para la marcha libre y jubilosa de la juventud no habría más barreras que el agitado océano y las montañas coronadas de nieve. La más serena madurez escogería una morada donde la naturaleza hubiera derramado sus riquezas por partida doble en el valle de un arroyo transparente. Y cuando la vejez, tras largos años de vida sana, se arrimara furtiva y allí lo sorprendiera, encontraría al padre de una raza, al patriarca de un pueblo, al fundador de una nación en ciernes. Al sobrevenir la muerte, como el dulce sueño que nos embarga tras un día de dicha, sus lejanos descendientes llorarían ante el polvo venerable. Revestido de misteriosos atributos por la tradición, los hombres de las generaciones venideras lo mirarían como a un dios y la remota posteridad vería su figura, vagamente gloriosa, erguida en las lejanías del valle de cien siglos.»

HAWTHORNE, Nathaniel, "El entierro de Roger Malvin".
 
Antiguo 12-feb-2017  

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Última edición por Gusanos; 01-ene-2019 a las 01:04.
 
Antiguo 13-feb-2017  

Lo loco es que si una mujer me dijera que me ve como un dispensador de semen descartable, experimentaría un fervor erótico instantáneo. Y ni pensar en si se insinúa la canibalización.

Puede (espero) que sean remanencias evolutivas. A todos les pasa, ¿no? Es como lo de Futurama y "The Wicker Man"...
 
Antiguo 05-mar-2017  

"She shot very well this good, this rich bitch, this kindly caretaker and destroyer of his talent. Nonsense. He had destroyed his talent himself. Why should he blame this woman because she kept him well? He had destroyed his talent by not using it, by betrayals of himself and what he believed in, by drinking so much that he blunted the edge of his perceptions, by laziness, by sloth, and by snobbery, by pride and by prejudice, by hook and by crook. What was this? A catalogue of old books? What was his talent anyway? It was a talent all right but instead of using it, he had traded on it. It was never what he had done, but always what he could do. And he had chosen to make his living with something else instead of a pen or a pencil. It was strange, too, wasn't it, that when he fell in love with another woman, that woman should always have more money than the last one? But when he no longer was in love, when he was only lying, as to this woman, now, who had the most money of all, who had all the money there was, who had had a husband and children, who had taken lovers and been dissatisfied with them, and who loved him dearly as a writer, as a man, as a companion and as a proud possession; it was strange that when he did not love her at all and was lying, that he should be able to give her more for her money than when he had really loved.

We must all be cut out for what we do, he thought. However you make your living is where your talent lies. He had sold vitality, in one form or another, all his life and when your affections are not too involved you give much better value for the money. He had found that out but he would never write that, now, either. No, he would not write that, although it was well worth writing."

The Snows Of The Kilimanjaro - Ernest Hemingway

Paralelamente, no sin un poco de vergüenza...:

"*Batman charges at Bane and they begin to fight*

BANE *overpowering Batman*: Peace has cost you your strength. Victory has defeated you.
"

The Dark Knight Rises (2012*) - Jonathan Nolan y Christopher Nolan
(*LOL ese año.)

Última edición por sebasxtian; 06-abr-2017 a las 01:19.
 
Antiguo 06-mar-2017  

"Para comer almejas hay que mojarse" El padre de una mujer, en una película de este domingo por la tarde.
 
Antiguo 08-mar-2017  

Cuídense de la sociedad. Manténgase alejados lo más posible y eviten la interacción con ella, especialmente en lo que concierne al trabajo asalariado y la procura de los medios de subsistencia...

EL LOBO
Hermann Hesse

«Nunca antes las montañas francesas habían sufrido un invierno tan frío y largo. Hacía semanas que el aire se mantenía claro, áspero y helado. Durante el día, los grandes campos de nieve, color blanco mate, yacían inclinados e interminables bajo el cielo estridentemente azul; de noche los atravesaba la luna, pequeña y clara, una luna helada, furibunda, con un brillo amarillento cuya luz fuerte se volvía azul y sorda sobre la nieve, y que parecía la escarcha en persona. Los seres humanos evitaban todos los caminos y, sobre todo, las alturas; apáticos y maldiciendo, permanecían en las cabañas, cuyas ventanas rojas, de noche, aparecían empañadas y turbias junto a la luz azul de la luna, y se apagaban pronto.

Fue un tiempo difícil para los animales de la zona. Los más pequeños murieron congelados en grandes cantidades; también los pájaros sucumbieron a la helada, y sus cadáveres enjutos se convirtieron en botín de águilas y lobos. Pero aun estos sufrían terriblemente de frío y de hambre. Solo unas pocas familias de lobos vivían allí, y la necesidad las empujó hacia una unión más fuerte. Durante el día salían solos. Aquí y allá, uno de ellos cruzaba la nieve, flaco, hambriento y vigilante, silencioso y temeroso como un fantasma. Su sombra delgada se deslizaba a su lado sobre la superficie nevada. Levantaba el hocico puntiagudo en el viento y de vez en cuando emitía un llanto seco, tortuoso. Pero de noche salían todos juntos y rodeaban los pueblos con aullidos roncos. Allí estaban a buen resguardo el ganado y las aves, y detrás de los postigos se apoyaban las escopetas. En escasas ocasiones les tocaba una presa menor, por ejemplo un perro, y ya habían sido muertos dos lobos de la manada.

La helada persistía. Muchas veces los lobos se echaban juntos, en silencio y pensativos, calentándose uno contra el otro, y escuchaban acongojados el vacío mortal que los rodeaba, hasta que uno, martirizado por los maltratos espantosos del hambre, pegaba de pronto un salto con un alarido terrorífico. Entonces todos los demás dirigían sus hocicos hacia él, temblaban, y rompían al unísono en un aullido terrible, amenazador y quejumbroso.

Por fin la parte más chica de la manada decidió partir. Abandonaron sus madrigueras al despuntar el alba, se reunieron y olisquearon excitados y temerosos el aire helado. Luego partieron al trote, rápido y con un ritmo parejo. Los que quedaban atrás los miraron con ojos muy abiertos y vidriosos, los siguieron una docena de pasos, se detuvieron indecisos y desorientados, y regresaron lentamente a sus cuevas vacías.

Los emigrantes se separaron al mediodía. Tres de ellos se dirigieron hacia el oeste, a los montes del Jura suizo; los otros siguieron hacia el sur. Los tres primeros eran animales hermosos, fuertes, pero terriblemente flacos. El estómago de color claro, combado hacia dentro, era delgado como una correa; en el pecho se destacaban tristemente las costillas; las bocas estaban secas y los ojos abiertos y desesperados. De tres en tres se internaron lejos en los montes; al segundo día cazaron un carnero, al tercero, un perro y un potrillo, y fueron perseguidos en todas partes por los campesinos furiosos. En la zona, rica en pueblos y ciudades, se diseminó el miedo y el temor ante los invasores desacostumbrados. La gente armó los trineos del correo; nadie iba de un pueblo a otro sin su arma. En esa zona desconocida, tras tan buen botín, los tres animales se sentían a la vez temerosos y a gusto; se volvieron más arriesgados de lo que jamás habían sido en casa, y asaltaron el corral de una granja a plena luz del día. Mugidos de vacas, crujido de listones de madera que se partían, sonido de cascos y una respiración caliente, jadeante, llenaron el ambiente angosto y cálido. Pero esta vez interfirieron los humanos. Habían puesto un precio a la cabeza de los lobos, lo que duplicó el coraje de los granjeros. Mataron a dos de ellos: a uno le perforó el cuello una bala de escopeta, el otro fue muerto con un hacha. El tercero escapó y corrió hasta que se desplomó sobre la nieve, casi muerto. Era el más joven y hermoso de los lobos, un animal orgulloso con formas armónicas y una fuerza imponente. Durante un rato largo quedó echado, jadeando. Delante de sus ojos se arremolinaban círculos rojos y sanguinolentos, y de vez en cuando emitía un quejido silbante, doloroso. Un hachazo le había dado en el lomo. Pero se recuperó y pudo volver a levantarse. Solo entonces vio cuán lejos había corrido. En ningún lado podían verse personas o casas. Delante de él se encontraba una montaña imponente, nevada. Era el Chasseral. Decidió rodearlo. Atormentado por la sed, comió pequeños pedazos de la corteza congelada y dura que cubría la nieve.

Más allá de la montaña se topó de inmediato con un pueblo. Estaba anocheciendo. Esperó en un tupido bosque de pinos. Luego rodeó con cuidado los cercos de los jardines, persiguiendo el olor de los establos tibios. No había nadie en la calle. Arisco y anhelante, espió por entre las casas. Entonces sonó un disparo. Levantó la cabeza hacia lo alto y se dispuso a correr, cuando ya estalló el segundo tiro. Le habían dado. El costado de su abdomen blancuzco estaba manchado de sangre, que caía a goterones. A pesar de todo, logró escapar con unos grandes saltos y alcanzar el bosque más alejado de la montaña. Allí esperó un instante, atento, y oyó voces y pasos provenientes de varios lados. Temeroso, miró hacia la montaña. Era escarpada, boscosa y difícil de trepar. Pero no tenía opción. Con respiración agitada escaló la pared empinada mientras que abajo, a lo largo de la montaña, avanzaba una confusión de insultos, órdenes y luces de linternas. El lobo herido trepó temblando a través del bosque de pinos, casi a oscuras, mientras la sangre marrón corría despacio por su costado.

El frío había cedido. Al oeste, el cielo estabas brumoso y parecía prometer nieve.

Por fin el animal, agotado, alcanzó la cima. Ahora se encontraba sobre un gran campo de nieve, levemente inclinado, cerca de Mont Crosin, muy por encima del pueblo del que había escapado. No sentía hambre, pero sí un dolor turbio y punzante en las heridas. Un ladrido seco y enfermo nació de su hocico entregado; su corazón latía pesado y dolorido, y el lobo sentía que la mano de la muerte lo presionaba como una carga indescriptiblemente pesada. Un pino aislado, de ramas anchas, lo atrajo; allí se sentó y clavó sus ojos perdidos en la noche gris de nieve. Pasó media hora. Una luz roja y apagada cayó sobre la nieve, extraña y blanda. El lobo se levantó con un quejido y dirigió su cabeza hermosa hacia la luz. Era la luna, que se levantaba por el sudoeste, gigantesca y color rojo sangre, y subía lentamente por el cielo cubierto. Hacía muchas semanas que no se la había visto tan roja y grande. El ojo del animal moribundo se aferraba con tristeza al astro opaco, y en la noche volvió a oírse un estertor débil, doloroso y ronco.

Un poco más tarde surgieron luces y pasos. Campesinos con abrigos gruesos, cazadores y muchachos jóvenes con gorros de piel y botas toscas avanzaban por la nieve. Se oyeron gritos de alegría. Habían descubierto al lobo moribundo, le dispararon dos tiros y ambos fallaron. Entonces vieron que el animal ya estaba a punto de fallecer y se le echaron encima con palos y garrotes. Él ya no los sintió.

Lo arrastraron hacia abajo, a Sankt Immer, con los miembros quebrados. Reían, alardeaban, se alegraban por el aguardiente y el café que bebían, cantaban, maldecían. Ninguno vio la belleza del bosque nevado, ni el brillo de la alta meseta, ni la luna roja que colgaba sobre el Chasseral y cuya luz débil se reflejaba en los cañones de las escopetas, en los cristales de nieve y en los ojos quebrados del lobo muerto.»
 
Antiguo 21-mar-2017  

...
desde que no escribo en el hilo de los sueños apenas los recuerdo, incluso he tenido una pesadilla hace varias noches (o días...) y no retengo de ella más que la sensación de angustia al despertar.
Dejé de hacerlo básicamente por pereza, es un esfuerzo..., debe hacerse inmediatamente para poder recordar todos los detalles y a veces solo quiero seguir durmiendo u olvidarlo...a, pero me resulta muy lastimoso ignorarlos así, durante meses, es como perder una parte de uno o algo no? ... Inauguro la temporada de escribir sueños

Última edición por Gusanos; 01-ene-2019 a las 01:03.
 
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