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Diskant 02-jul-2012 07:11

Citas y otros textos que queramos compartir
 
Abro este tema porque muchas veces me sucede, cuando leo algún libro, que me surgen ganas de compartir un pasaje con los usuarios del foro. Me imagino que es algo que a otros más también les pasará, así que los animo a usar este espacio con la finalidad de compartir cualquier texto que les haya inspirado esa sensación de "me gustaría que otros leyeran esto".
No necesariamente se debe tratar de asuntos que tengan que ver con transtornos de ansiedad, puede ser cualquier cosa que nos interese.

Fundamentalmente la idea es la de compartir material sobre el cual reflexionar, así que si a partir de algún aporte se genera un intercambio de opiniones sería maravilloso.

Ruego no colocar enlaces, me da la sensación de que de esa manera se pierde la fluidez. De todas formas no cuesta tanto copiar y pegar el texto en el post..
En el caso del aporte que voy a hacer a continuación para comenzar, lo leí en el libro impreso pero lo busqué en un pdf para no tener que transcribirlo.

Puede ser lo que sea, desde un artículo de divulgación científica, el fragmento de una obra literaria de ficción, escritos filosóficos, un artículo interesante que leyeron en una revista mientras esperaban en la consulta del médico (si luego lo encuentran en internet claro está), un poema, la letra de una canción, una redacción propia.. lo que sea.

Inauguro aquí un espacio para nuestra curiosidad intelectual y el intercambio de ideas. Que más quisiera yo que este hilo se llene de post largísimos y repletos de "palabras difíciles" de usuarios "intelectualoides" que debaten acaloradamente sobre asuntos de lo más trascendentales (o inútiles, según quién lo mire :roll:).


Para comenzar, les traigo una cita del libro Ecce Homo, de Friedrich Nietzsche:
"En todo esto –en la elección de alimentos, de lugar y clima, de recreaciones– reina un instinto de auto
conservación que se expresa de la manera más inequívoca en forma de instinto de autodefensa. Muchas
cosas no verlas, no oírlas, no dejar que se nos acerquen; primera cordura, primera prueba que no se es un
azar, sino una necesidad. La palabra corriente para expresar tal instinto de autodefensa es gusto. Su imperativo
no sólo ordena decir no allí donde el sí representaría un «desinterés», sino también decir “no” lo
menos posible. Separarse, alejarse de aquello a lo cual haría falta decir no una y otra vez.
La razón en esto está en que los gastos defensivos, incluso los muy pequeños, si se convierten en regla, en hábito, determinan un empobrecimiento extraordinario y completamente superfluo. Nuestros grandes gastos son
los gastos pequeños y pequeñísimos. El rechazar, el no dejar acercarse a las cosas, es un gasto –no haya
engaño en esto–, una fuerza derrochada en finalidades negativas. Simplemente por la continua necesidad de
defenderse puede uno llegar a volverse tan débil que ya no pueda defenderse. Supongamos que yo saliese
de casa y encontrase, en vez del tranquilo y aristocrático Turín, la pequeña ciudad alemana: mi instinto
tendría que bloquearse para rechazar todo lo que en él penetraría de ese mundo aplastado y cobarde. O que
encontrase la gran ciudad alemana, ese vicio hecho edificios, un lugar en donde nada crece, en donde toda
cosa, buena o mala, ha sido traída de fuera. ¿No tendría yo que convertirme en un erizo?
Pero tener púas es una dilapidación, incluso un lujo doble, cuando somos dueños de no tener púas, sino manos abiertas.
Otra listeza y autodefensa consiste en reaccionar las menos veces posibles y en eludir las situaciones y
condiciones en que se estaría condenado a exhibir, por así decirlo, la propia «libertad», la propia iniciativa,
y a convertirse en un mero reactivo. Tomo como imagen el trato con los libros. El docto, que en el fondo no
hace ya otra cosa que «revolver» libros –el filólogo corriente, unos doscientos al día–, acaba por perder
íntegra y totalmente la capacidad de pensar por cuenta propia. Si no revuelve libros, no piensa. Responde a
un estímulo (un pensamiento leído) cuando piensa, al final lo único que hace ya es reaccionar. El docto dedica
toda su fuerza a decir sí y a decir no, a la crítica de cosas ya pensadas; él mismo ya no piensa.
El instinto de autodefensa se ha reblandecido en él; en caso contrario, se defendería contra los libros. El docto,
un décadent. Esto lo he visto yo con mis propios ojos: naturalezas bien dotadas, con una constitución rica y
libre, ya a los treinta años «leídas hasta la ruina», reducidas ya a puras cerillas, a las que es necesario frotar
para que den chispas –«pensamiento»–. Muy temprano, al amanecer el día, en la frescura, en la aurora de su
fuerza, leer un libro; ¡a esto yo lo califico de vicioso!"
Friedrich Nietzsche. Ecce Homo. "Por qué soy tan inteligente". VIII.

nomals 02-jul-2012 12:35

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
El sentido del humor es el escote de la inteligencia.

usuarioborrado 02-jul-2012 13:54

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
- Unas veces te comes al oso, y otras veces el oso te come a ti.

- Bajo esta máscara hay algo más que carne y hueso, bajo esta máscara hay ideales, y los ideales son a prueba de bala.

- ...Pero yo antes era más viejo, ahora soy más joven.

- Los problemas se resuelven dando un paso adelante.

Apolonia 02-jul-2012 22:08

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Alejandra Pizarnik

De Árbol De Diana:

He dado el salto de mí al alba.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace.

***

Ahora bien:
Quién dejará de hundir su mano en busca del
tributo para la pequeña olvidada. El frío pagará.
Pagará el viento. La lluvia pagará. Pagará el
trueno.


a Aurora y Julio Cortázar

***

Por un minuto de vida breve
única de ojos abiertos
por un minuto de ver
en el cerebro flores pequeñas
danzando como palabras en la boca de un mudo


***

Ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe.


***

Explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome.


***

El poema que no digo,
el que no merezco.
Miedo de ser dos
camino del espejo:
alguien en mí dormido
me come y me bebe.

***

Extraño desacostumbrarme
de la hora en que nací.
Extraño no ejercer más
oficio de recién llegada.


***

dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe


a Laure Bataillon


***


Este canto arrepentido, vigía detrás de mis
poemas:

este canto me desmiente, me amordaza.


***


De infierno musical:

EL DESEO DE LA PALABRA

La noche, de nuevo la noche, la magistral sapiencia de lo oscuro, el cálido roce de la muerte, un instante de éxtasis para mí, heredera de todo jardín prohibido.
Pasos y voces del lado sombrío del jardín. Risas en el interior de las paredes. No vayas a creer que están vivos. No vayas a creer que no están vivos. En cualquier momento la fisura en la pared y el súbito desbandarse de las niñas que fui.
Caen niñas de papel de variados colores. ¿Hablan los colores? ¿Hablan las imágenes de papel? Solamente hablan las doradas y de ésas no hay ninguna por aquí.
Voy entre muros que se acercan, que se juntan. Toda la noche hasta la aurora salmodiaba: Si no vino es porque no vino. Pregunto. ¿A quién? Dice que pregunta, quiere saber a quién pregunta. Tú ya no hablas con nadie. Extranjera a muerte está muriéndose. Otro es el lenguaje de los
agonizantes.
He malgastado el don de transfigurar a los prohibidos (los siento respirar adentro de las paredes). Imposible narrar mi día, mi vía. Pero contempla absolutamente sola la desnudez de estos muros. Ninguna flor crece ni crecerá del milagro. A pan y agua toda la vida.
En la cima de la alegría he declarado acerca de una música jamás oída. ¿Y qué? Ojalá pudiera vivir solamente en éxtasis, haciendo el cuerpo del poema con mi cuerpo, rescatando cada frase con mis días y con mis semanas, infundiéndole al poema mi soplo a medida que cada letra de cada palabra haya sido sacrificada en las ceremonias del vivir.


***

LA PALABRA DEL DESEO

Esta espectral textura de la oscuridad, esta melodía en los huesos, este soplo de silencios diversos, este ir abajo por abajo, esta galería oscura, oscura, este hundirse sin hundirse.
¿Qué estoy diciendo? Está oscuro y quiero entrar. No sé qué más decir. (Yo no quiero decir, yo quiero entrar.) El dolor en los huesos, el lenguaje roto a palabras, poco a poco reconstituir el diagrama de la irrealidad.
Posesiones no tengo (esto es seguro; al fin algo seguro). Luego una melodía. Es una melodía plañidera, una luz lila, una inminencia sin destinatario. Veo la melodía. Presencia de una luz anaranjada. Sin tu mirada no voy a saber vivir, también esto es seguro. Te suscito, te resucito. Y me dijo que saliera al viento y fuera de casa en casa preguntando si estaba.
Paso desnuda con un cirio en la mano, castillo frío, jardín de las delicias. La soledad no es estar parada en el muelle, a la madrugada, mirando el agua con avidez. La soledad es no poder decirla por no poder circundarla por no poder darle un rostro por no poder hacerla sinónimo de un paisaje. La soledad sería esta melodía rota de mis frases.


***

NOMBRES Y FIGURAS

La hermosura de la infancia sombría, la tristeza imperdonable entre muñecas, estatuas, cosas mudas, faborables al doble monologo entre yo y mi antro lujurioso, el tesoro de los piratas enterrado en mi primera persona del singular.
No se espera otra cosa que música y deja, deja que el sufrimiento que vibra en formas traidoras y demasiado bellas llegue al fonfo de los fondos.

Hemos intentado hacernos perdonar lo que no hicimos, las ofensas fantásticas las culpas fantasmas. Por bruma, por nadie, por sombras, hemos expiado.
Lo que quiero es honorar a la poseedora de mi sombra: la que sustrae de la nada nombres y figuras.


***

EL INFIERNO MUSICAL

Golpean con soles
Nada se acopla con nada aquí

Y de tanto animal muerto en el cementerio de huesos filosos de mi memoria
Y de tantas monjas como cuervos que se precipitan a hurgar entre mis piernas
La cantidad de fragmentos me desgarra
Impuro diálogo
Un proyectarse desesperado de la materia verbal
Liberada a sí misma
Naufragando en sí misma


***

De Fragmentos para dominar el silencio:

I

Las fuerzas del lenguaje son las damas solitarias, desoladas, que cantan a través de mi voz que escucho a lo lejos. Y lejos, en la negra arena, yace una niña densa de música ancestral. ¿Dónde la verdadera muerte? He querido iluminarme a la luz de mi falta de luz. Los ramos se mueren en la memoria. La yacente anida en mí con su máscara de loba. La que no pudo más e imploró llamas y ardimos.


II
Cuando a la casa del lenguaje se le vuela el tejado y las palabras no guarecen, yo hablo.
Las damas de rojo se extraviaron dentro de sus máscaras aunque regresarán para sollozar entre flores.

No es muda la muerte. Escucho el canto de los enlutados sellar las hendiduras del silencio. Escucho tu dulcísimo llanto florecer mi silencio gris.

***

En fin, podría poner cualquier cosa de esta mujer, porque me encanta. Y tengo material para aburriros, pero ya es suficiente para despertar el interés.


xXx


Heinrich Heine

“La vida y el mundo son el sueño de un dios ebrio, que escapa silencioso del banquete divino y se va a dormir a una estrella solitaria, ignorando que crea cuanto sueña…
Y las imágenes de ese sueño se presentan, ahora con una abigarrada extravagancia, ahora armoniosas y razonables… La Ilíada, Platón, la batalla de Maratón, la Venus de Médicis, el Münster de Estrasburgo, la Revolución Francesa, Hegel, los barcos de vapor, son pensamientos desprendidos de ese largo sueño. Pero un día el dios despertará frotándose los ojos adormilados y sonreirá, y nuestro mundo se hundirá en la nada sin haber existido jamás.”

*Fragmento extraído de “Cuadros de viaje”

Brian_Griffin 07-jul-2012 23:01

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
"cuando miras al abismo, el abismo te mira a tí"

Creo que se la leí a Stephen King:?:

Danimotero 02-ago-2012 20:14

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
I learned to live, half alive (aprendi a vivir medio vivo)
...
runnin' around leaving scars (recorriendo cicatrices abiertas)
...
you're gonna catch a cold, from the ice inside your soul (te vas a costipar por el hielo de tu alma)

unas frases sacadas de contexto de una cancion, pero me pegan bastante

Aluigi 03-ago-2012 04:56

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Ah que buen hilo se me había pasado por alto :-(
Yo lo que hacía era anotar frases o citas en cualquier lado cuando no estaba en casa, sino usaba un cuaderno para tal fin.

Como ya es muy tarde y no tengo mucho tiempo para buscar voy a dejar lo primero que tengo a mano que son unos fragmentos que saqué del libro Ami- El niño de las estrellas; ahí van:

Una persona en el camino del crecimiento personal valora también los problemas y adversidades de su vida, porque sabe que las dificultades son pruebas que nos hacen crecer interiormente, que son parte del camino del despertar.

Los sentimientos deben ser alumbrados por el intelecto para convertirse en sabiduría, y el intelecto debe ser alumbrado por las emociones para convertirse ne verdadera inteligencia...

Continúa, aunque no sé si esto último que voy a escribir era del mismo libro o lo saqué de otro lado :risita:

...El desarrollo intelectual debe ir armonizado con el desarrollo emocional, sólo así podríamos estar hablando de una persona verdaderamente inteligente o sabia.

Will-Wonka 03-ago-2012 06:51

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
"No puedo soportar los sentimientos ni las pasiones; he muerto para el mundo"

Dicho por Clara, uno de los personajes más enigmáticos y sensuales de mi novela favorita Xica da Silva. Lástima que no le dieran continuidad a una triste historia como lo fue la suya. :llorando:


usuarioborrado 05-ago-2012 06:07

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Que gusto este hilo! Habia pensado en abrirlo yo tambien, es como en el hilo de "que cancion estas escuchando.." se pueden descubrir cosas diferentes que por mi misma no buscaria

Conclusion del texto de Nietzsche:

Es verdad que eludir los problemas es un gasto de energía, una técnica muy utilizada por mi últimamente, el problema es cuando se toma como modo de vida toda accion genera una reaccion, y no hacer nada tambien se toma como una accion.

La otra cosa que rescato es la de elaborar juicios de la informacion que recibimos, me gust{o mucho la expresion de "le{idos hasta la ruina", es cierto es muy dificil elaborar un "pensamiento" propio en vez de seguir a la corriente o hacer caso omiso de la informacion y aceptar las teorias como dogmas. Esto vale para todos, un ejemplo de eso son las cifras del INDEC, hay una diferencia entre lo que se dice y la realidad, el individuo puede aceptarla o cuestionarla.

Alejandra Pizarnik, que poeta! (me gustaria escribir asi)

Y Cortazar es magnifico tambien, he leido muy poquito pero me gusta su vocabulario, como describe las cosas, muy distinto de ******, ya que usa lenguaje coloquial que se puede entender sin recurrir al diccionario cada dos por tres.

Me senti muy identificada con uno de sus cuentos y quizas algunos, tratando de superarse a si mismos tambien:

Lucas, sus luchas con la hidra de "Un tal Lucas"

Ahora que se va poniendo viejo se da cuenta de que no es fácil matarla.

Ser una hidra es fácil pero matarla no, porque si bien hay que matar a la hidra cortándole sus numerosas cabezas (de siete a nueve según los autores o bestiarios consultables), es preciso dejarle por lo menos una, puesto que la hidra es el mismo Lucas y lo que él quisiera es salir de la hidra pero quedarse en Lucas, pasar de lo poli a lo unicéfalo. Ahí te quiero ver, dice Lucas envidiándolo a Heracles que nunca tuvo tales problemas con la hidra y que después de entrarle a mandoble limpio la dejó como una vistosa fuente de la que brotaban siete o nueve juegos de sangre. Una cosa es matar a la hidra y otra ser esa hidra que alguna vez fue solamente Lucas y quisiera volver a serlo. Por ejemplo, le das un tajo en la cabeza que colecciona discos, y le das otro en la que invariablemente pone la pipa del lado izquierdo del escritorio y el vaso con los lápices de fieltro a la derecha y un poco atrás. Se trata ahora de apreciar los resultados.

Hm, algo se ha conseguido, dos cabezas menos ponen un tanto en crisis a las restantes, que agitadamente piensan y piensan frente al luctuoso fato. O sea: por un rato al menos deja de ser obsesiva esa necesidad urgente de completar la serie de los madrigales de Gesualdo, príncipe de Venosa (a Lucas le faltan dos discos de la serie, parece que están agotados y que no se reeditarán, y eso le estropea la presencia de los otros discos. Muera de limpio tajo la cabeza que así piensa y desea y carcome). Además es inquietantemente novedoso que al ir a tomar la pipa se descubra que no está en su sitio. Aprovechemos esta voluntad de desorden y tajo ahí nomás a esa cabeza amiga del encierro, del sillón de lectura al lado de la lámpara, del scotch a las seis y media con dos cubitos y poca soda, de los libros y revistas apilados por orden de prioridad.

Pero es muy difícil matar a la hidra y volver a Lucas, él lo siente ya en mitad de la cruenta batalla. Para empezar la está describiendo en una hoja de papel que sacó del segundo cajón de la derecha del escritorio, cuando en realidad hay papel a la vista y por todos lados, pero no señor, el ritual es ése y no hablemos de la lámpara extensible italiana cuatro posiciones cien vatios colocada cual grúa sobre obra en construcción y delicadísimamente equilibrada para que el haz de luz etcétera. Tajo fulgurante a esa cabeza escriba egipcio sentado. Una menos, uf. Lucas está acercándose a sí mismo, la cosa empieza a pintar bien.

Nunca llegará a saber cuántas cabezas le falta cortar porque suena el teléfono y es Claudine que habla de ir co-rrien-do al cine donde pasan una de Woody Allen. Por lo visto Lucas no ha cortado las cabezas en el orden ontológico que correspondía puesto que su primera reacción es no, de ninguna manera, Claudine hierve como un cangrejito del otro lado, Woody Allen Woody Allen, y Lucas nena, no me apurés si me querés sacar bueno, vos te pensás que yo puedo bajarme de esta pugna chorreante de plasma y factor Rhesus solamente porque a vos te da el Woody Woody, comprendé que hay valores y valores. Cuando del otro lado dejan caer el Annapurna en forma de receptor en la horquilla, Lucas comprende que le hubiera convenido matar primero la cabeza que ordena, acata y jerarquiza el tiempo, tal vez así todo se hubiera aflojado de golpe y entonces pipa Claudine lápices de fieltro Gesualdo en secuencias diferentes, y Woody Allen, claro. Ya estarde, ya no Claudine, ya ni siquiera palabras para seguir contando la batalla puesto que no hay batalla, qué cabeza cortar si siempre quedará otra más autoritaria, es hora de contestar la correspomndencia atrasada, dentro de diez minutos el scotch con sus hielitos y su sodita, es tan claro que le han vuelto a crecer, que no le sirvió de nada cortarlas. En el espejo del baño Lucas ve la hidra completa con sus bocas de brillantes sonrisas, todos los dientes afuera. Siete cabezas, una por cada década; para peor, la sospecha de que todavía pueden crecerle dos para conformar a ciertas autoridades en materia hídrica, eso siempre que haya salud

http://www.loscuentos.net/cuentos/other/1/6/

Ennui 05-ago-2012 18:42

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Cioran sobre el amor


El equívoco del amor viene de que uno es feliz e infeliz al mismo tiempo; el sufrimiento iguala la voluptuosidad en un torbellino unitario. Es por eso que la desgracia en el amor crece a medida que la mujer comprende, y, por ende, ama mucho más. Una pasión sin límites hace lamentar que los mares tengan fondo, y es en la inmensidad del azul donde uno sacia el deseo de inmersión en lo infinito. Al menos, el cielo no tiene fronteras y parece estar a la medida del suicidio.
El amor es una necesidad de ahogarse, una tentación de profundidad. Es en esto que se parece a la muerte. Así se explica que sólo las naturalezas eróticas posean el sentido de lo finito. Amando, se desciende hasta las raíces de la vida, hasta la frialdad fatal de la muerte. En el abrazo no hay rayo que pueda traspasar, y las ventanas se abren hacia el espacio infinito, a fin de que uno pueda precipitarse. Hay mucho de felicidad e infelicidad en los altibajos del amor, y el corazón es muy estrecho para esas dimensiones.
El erotismo emana más allá del hombre; lo colma, y lo destruye. Es por ello que, agobiado por esas oleadas, deja pasar los días sin percatarse de que los objetos existen, las criaturas se agitan y la vida se gasta, pues, atrapado en el sueño voluptuoso del Eros, con mucho de vida y de amor, ha olvidado lo uno y lo otro, de manera que al despertar del amor, a los desgarramientos innegables, sigue un derrumbe lúcido y sin consuelo.
El sentido más profundo del amor no se encuentra en el “genio de la especie”, ni tampoco en el rebasamiento de la individuación. ¿Tendría el amor esas intensidades tempestuosas, esa gravedad inhumana, si fuéramos simples instrumentos donde personalmente nos perderíamos? ¿Cómo admitir que nos comprometeríamos con sufrimientos tan grandes, únicamente para ser víctimas?
Los sexos no son capaces de tanto renunciamiento ni de tanto engaño. En el fondo amamos para defendernos del vacío de la existencia, y en reacción a ello. La dimensión erótica de nuestro ser es una plenitud dolorosa, propia para llenar el vacío que está dentro y fuera de nosotros. Sin la invasión del vacío esencial que corroe el nudo del ser y destruye la ilusión necesaria a la existencia, el amor sería un ejercicio fácil, un pretexto agradable, y no, por cierto, una reacción misteriosa o una agitación crepuscular. La nada que nos rodea sufre la presencia de Eros, que también es engañoso y atenta contra la existencia. De todo lo ofrecido a la sensibilidad, lo menos hueco es el amor, al cual no se puede renunciar sin abrir los brazos al vacío natural, común, eterno. Habiendo así un máximo de vida y muerte, el amor constituye una irrupción de intensidad en el vacío.
Toda esa intensidad es un ataque al vacío.
¿Soportaríamos el sufrimiento del amor si éste no fuera un arma contra el aburrimiento cósmico, contra la podredumbre inmanente?
¿Acaso nos deslizaríamos hacia la muerte, en el encantamiento y los suspiros, si no encontráramos en ello un medio del ser hacia el no ser?

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