|
|
|
|
|
|
|
|
03-jul-2015
|
|
|
La vida es sueño (Soliloquio de Segismundo)
¡Ay mísero de mí, y ay infelice!
Apurar, cielos, pretendo,
ya que me tratáis así,
qué delito cometí
contra vosotros naciendo.
Aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido;
bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor,
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.
Sólo quisiera saber
para apurar mis desvelos
--dejando a una parte, cielos,
el delito del nacer--,
¿Qué más os pude ofender,
para castigarme más?
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron,
¿qué privilegios tuvieron
que yo no gocé jamás?
Nace el ave, y con las alas
que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma,
o ramillete con alas,
cuando las etéreas alas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja en calma;
¿Y teniendo yo más alma,
tengo menos libertad?
Nace el bruto, y con la piel
que dibujan manchas bellas,
apenas signo es de estrellas
--gracias al docto pincel--,
cuando, atrevido y cruel,
la humana necesidad
le enseña a tener crueldad,
monstruo de su laberinto;
¿y yo, con mejor instinto,
tengo menos libertad?
Nace el pez, que no respira,
aborto de ovas y lamas,
y apenas bajel de escamas
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío;
¿y yo, con más albedrío,
tengo menos libertad?
Nace el arroyo, culebra
que entre flores se desata,
y apenas sierpe de plata,
entre las flores se quiebra,
cuando músico celebra
de las flores la piedad
que le dan la majestad
del campo abierto a su huida;
¿y teniendo yo más vida,
tengo menos libertad?
En llegando a esta pasión,
un volcán, un Etna hecho,
quisiera sacar del pecho
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón
negar a los hombres sabe
privilegios tan suave
excepción tan principal,
que Dios le ha dado a un cristal, a un pez, a un bruto y a un ave?
|
|
|
|
06-jul-2015
|
|
|
Piensen en cuán estupida es la persona promedio, y se darán cuenta de que la mitad de ellos son más estupidos que eso. George Carlin
|
|
|
|
09-jul-2015
|
|
|
Me han hecho gracia estas analogías:
|
|
|
|
10-jul-2015
|
|
|
Cita:
Iniciado por Kao-lina
Me han hecho gracia estas analogías:
|
Pero lleva mucha razón...
````````````````````````
PArte de esta frase me ha dado consuelo...y es la que dice:
Es mejor ser absolutamente ridiculo a ser absolutamente aburrido.
|
|
|
|
10-jul-2015
|
|
|
Cita:
Iniciado por Natsuki
Pero lleva mucha razón...
````````````````````````
PArte de esta frase me ha dado consuelo...y es la que dice:
Es mejor ser absolutamente ridiculo a ser absolutamente aburrido.
|
Dices q te ha dado consuelo esta frase,por tanto deduzco que te ves a ti misma como alguien " ridículo". Yo creo que nadie es " ridículo" ,este concepto es muy subjetivo y variable según las diferentes épocas y cultura,es un concepto inventado por la sociedad para imponer una serie de conductas ,normas estéticas,
clichés,etc. y tener así a las personas totalmente aborregadas, "homogeneizadas"y dominadas.Los niños muy peques no tienen " sentido del ridículo", son libres y felices,luego los van machacando con los clichés sociales y lo van desarrollando ,y ya no se atreven a hacer o decir ciertas cosas,a vestirse d cualquier manera q les guste,para evitar llamar la atención, evitar la mofa,burla,etc.
Pienso que hay que liberarse de este sentido tan absurdo,y que realmente no sirve para nada,como es el " sentido del ridículo" ,creo que mucha gente que se siente mal y cohibida se vería libre y feliz.Yo este sentido del ridículo,lo tengo cada vez menos desarrollado,jajaja y aspiro a tenerlo totalmente atrofiado.Te tiene q dar igual lo q te digan los demás,no serás ni más ni menos por cuatro estupideces q t digan,siempre habrá gente que intentará ridiculizarte,seas como seas,muchas veces por envidia,celos,maldad,etc.
|
Última edición por Kao-lina; 10-jul-2015 a las 13:14.
|
|
|
10-jul-2015
|
|
|
La mitad del recorrido por el túnel se me va en bajarme silenciosamente la cremallera... Y hela aquí de nuevo, hela cómo se levanta de un empujón, tan túmida como siempre, a punto de reventar por sus propias exigencias, como un idiota macrocéfalo que hace desgraciados a sus padres con sus insaciables necesidades de mentecato.
"Hazme una paja", me dice este monstruo sedeño. "¿Aquí? ¿Ahora?" [...]
Pero ¿cómo demostrarle que no tiene razón, a una ***** empalmada? Ven der putz shteht, ligt der sechel in drerd. ¿Conoce usted este famoso proverbio? Cuando la pija se levanta, la sesera se rebaja. Cuando la pija se levanta, la sesera no vale para nada. ¡Y qué verdad! Se alza en el aire y se mete, como un perro saltando por el aro, en el brazalete de índice, corazón y pulgar que tengo preparado al efecto. Una manualidad para tres dedos que ejecuto mediante sacudidas de uno o dos centímetros, empujando hacia arriba desde la base; es el mejor procedimiento, habida cuenta de que estamos en un autobús: cabe esperar que, así, mi cazadora de zylon reduzca al mínimo sus meneos y brincos. Ni que decir tiene que semejante técnica trae consigo la renuncia a lo más sensible, que es la punta, pero ya se sabe que, en muchas de sus partes, la vida es sacrificio y autocontrol; eso es algo que ni siquiera un demonio del sexo puede permitirse el lujo de ignorar.
Siguiendo con
El mal de Portnoy, Philip Roth
|
|
|
|
13-jul-2015
|
|
|
«Era la última hormiga de la caravana, y no pudo seguir la ruta de sus compañeras. Un terrón de azúcar había resbalado desde lo alto, quebrándose en varios terroncitos. Uno de éstos le interceptaba el paso. Por un instante la hormiga quedó inmóvil sobre el papel color crema. Luego, sus patitas delanteras tantearon el terrón. Retrocedió, después se detuvo. Tomando sus patas traseras como casi punto fijo de apoyo, dio una vuelta alrededor de sí misma en el sentido de las agujas de un reloj. Sólo entonces se acercó de nuevo. Las patas delanteras se estiraron, en un primer intento de alzar el azúcar, pero fracasaron. Sin embargo, el rápido movimiento hizo que el terrón quedara mejor situado para la operación de carga. Esta vez la hormiga acometió lateralmente su objetivo, alzó el terrón y lo sostuvo sobre su cabeza. Por un instante pareció vacilar, luego reinició el viaje, con un andar bastante más lento que el que traía. Sus compañeras ya estaban lejos, fuera del papel, cerca del zócalo. La hormiga se detuvo, exactamente en el punto en que la superficie por la que marchaba, cambiaba de color. Las seis patas hollaron una N mayúscula y oscura. Después de una momentánea detención, terminó por atravesarla. Ahora la superficie era otra vez clara. De pronto el terrón resbaló sobre el papel, partiéndose en dos. La hormiga hizo entonces un recorrido que incluyó una detenida inspección de ambas porciones, y eligió la mayor. Cargó con ella, y avanzó. En la ruta, hasta ese instante libre, apareció una colilla aplastada. La bordeó lentamente, y cuando reapareció al otro lado del pucho, la superficie se había vuelto nuevamente oscura porque en ese instante el tránsito de la hormiga tenía lugar sobre una A. Hubo una leve corriente de aire, como si alguien hubiera soplado. Hormiga y carga rodaron. Ahora el terrón se desarmó por completo. La hormiga cayó sobre sus patas y emprendió una enloquecida carrerita en círculo. Luego pareció tranquilizarse. Fue hacia uno de los granos de azúcar que antes había formado parte del medio terrón, pero no lo cargó. Cuando reinició su marcha no había perdido la ruta. Pasó rápidamente sobre una D oscura, y al reingresar en la zona clara, otro obstáculo la detuvo. Era un trocito de algo, un palito acaso tres veces más grande que ella misma. Retrocedió, avanzó, tanteó el palito, se quedó inmóvil durante unos segundos. Luego empezó la tarea de carga. Dos veces se resbaló el palito, pero al final quedó bien afirmado, como una suerte de mástil inclinado. Al pasar sobre el área de la segunda A oscura, el andar de la hormiga era casi triunfal. Sin embargo, no había avanzado dos centímetros por la superficie clara del papel, cuando algo o alguien movió aquella hoja y la hormiga rodó, más o menos replegada sobre sí misma. Sólo pudo reincorporarse cuando llegó a la madera del piso. A cinco centímetros estaba el palito. La hormiga avanzó hasta él, esta vez con parsimonia, como midiendo cada séxtuple paso. Así y todo, llegó hasta su objetivo, pero cuando estiraba las patas delanteras, de nuevo corrió el aire y el palito rodó hasta detenerse diez centímetros más allá, semicaído en una de las rendijas que separaban los tablones del piso. Uno de los extremos, sin embargo, emergía hacia arriba. Para la hormiga, semejante posición representó en cierto modo una facilidad, ya que pudo hacer un rodeo a fin de intentar la operación desde un ángulo más favorable. Al cabo de medio minuto, la faena estaba cumplida. La carga, otra vez alzada, estaba ahora en una posición más cercana a la estricta horizontalidad. La hormiga reinició la marcha, sin desviarse jamás de su ruta hacia el zócalo. Las otras hormigas, con sus respectivos víveres, habían desaparecido por algún invisible agujero. Sobre la madera, la hormiga avanzaba más lentamente que sobre el papel. Un nudo, bastante rugoso de la tabla, significó una demora de más de un minuto. El palito estuvo a punto de caer, pero un particular vaivén del cuerpo de la hormiga aseguró su estabilidad. Dos centímetros más y un golpe resonó. Un golpe aparentemente dado sobre el piso. Al igual que las otras, esa tabla vibró y la hormiga dio un saltito involuntario, en el curso del cual, perdió su carga. El palito quedó atravesado en el tablón contiguo. El trabajo siguiente fue cruzar la hendidura, que en ese punto era bastante profunda. La hormiga se acercó al borde, hizo un leve avance erizado de alertas, pero aún así se precipitó en aquel abismo de centímetro y medio. Le llevó varios segundos rehacerse, escalar el lado opuesto de la hendidura y reaparecer en la superficie del siguiente tablón. Ahí estaba el palito. La hormiga estuvo un rato junto a él, sin otro movimiento que un intermitente temblor en las patas delanteras. Después llevó a cabo su quinta operación de carga. El palito quedó horizontal, aunque algo oblicuo con respecto al cuerpo de la hormiga. Esta hizo un movimiento brusco y entonces la carga quedó mejor acomodada. A medio metro estaba el zócalo. La hormiga avanzó en la antigua dirección, que en ese espacio casualmente se correspondía con la veta. Ahora el paso era rápido, y el palito no parecía correr el menor riesgo de derrumbe. A dos centímetros de su meta, la hormiga se detuvo, de nuevo alertada. Entonces, de lo alto apareció un pulgar, un ancho dedo humano y concienzudamente aplastó carga y hormiga». A imagen y semejanza-Mario Benedetti
¿Alguna vez se han sentido mal al matar una hormiga? a mi me pasa a menudo y aunque intento no hacerlo siempre pasa algo (hacerlo rápido, no mirar antes, básicamente ser descuidada) y termino pisándolas o mojándolas en cualquier lugar para después verlas irse por el caño. Siempre que pasa recuerdo este cuento y bueno, me siento mal. Papá es ingeniero agrónomo y para él las hormigas son una plaga más de los cultivos, a él no le gustan y por eso me ha llevado a ver cómo las arrieras se llevan a pedazos plantas que me gustan (o que en el peor de los casos yo misma he plantado) o como hacen túneles por el cemento de las casas, "después de la roya, éstas enanas son lo peor, son la personificación de la destrucción" dice, supongo que tiene razón y además seguro le gustan más las plantas que los animales.
El punto es que sí y no, la personificación de la destrucción somos nosotros y yo hago parte aunque no lo quiera (también maté un zancudo sin querer, por impulso al sentir el piquete) la 'selección natural' es cruel. ¿Cuántos animales has matado hoy?...Papá varios (acabó con una colmena de avispas que estaba en la ventana porque a mamá le daba miedo, aunque entiendo porqué lo hizo no deja de ser triste), me recuerda al papá de Bukowski en el poema sobre los ratones y no aguanta. Sí, sí, soy muy sensible y 'todo guarda un orden' es que generalmente es oscuro y no lo entiendo pero más importante aún es que pienso mucha maricada (me auto desespero ja,ja,ja).
¿Tocará creerle el cuento a Mufasa sobre el ciclo de la vida?.
|
Última edición por Ennui; 13-jul-2015 a las 09:48.
|
|
|
14-jul-2015
|
|
|
Cita:
Iniciado por Kao-lina
Dices q te ha dado consuelo esta frase,por tanto deduzco que te ves a ti misma como alguien " ridículo". Yo creo que nadie es " ridículo" ,este concepto es muy subjetivo y variable según las diferentes épocas y cultura,es un concepto inventado por la sociedad para imponer una serie de conductas ,normas estéticas,
clichés,etc. y tener así a las personas totalmente aborregadas, "homogeneizadas"y dominadas.Los niños muy peques no tienen " sentido del ridículo", son libres y felices,luego los van machacando con los clichés sociales y lo van desarrollando ,y ya no se atreven a hacer o decir ciertas cosas,a vestirse d cualquier manera q les guste,para evitar llamar la atención, evitar la mofa,burla,etc.
Pienso que hay que liberarse de este sentido tan absurdo,y que realmente no sirve para nada,como es el " sentido del ridículo" ,creo que mucha gente que se siente mal y cohibida se vería libre y feliz.Yo este sentido del ridículo,lo tengo cada vez menos desarrollado,jajaja y aspiro a tenerlo totalmente atrofiado.Te tiene q dar igual lo q te digan los demás,no serás ni más ni menos por cuatro estupideces q t digan,siempre habrá gente que intentará ridiculizarte,seas como seas,muchas veces por envidia,celos,maldad,etc.
|
Si, entiendo pero es un concepto vigente, y luego de un tiempo de estar expuesto a la sociedad y todo lo que implica, relaciones contactos,(la lista debiera seguir, pero en este caso se queda corta) aunque uno se diga que no le importa su reputacion hay ocasiones en que realmente importa y te preocupa como vistes o lo que dices, y hasta el comportamiento.
Definitivamente quisiera tener este "sentido" del ridiculo fuera de servicio hasta nuevo aviso.
Pues el detalle esta en como uno se siente, tal vez los otros no produzcan tanto daño como las tormentas y remolinos que se forman en la cabeza de uno.
En fin lo ideal seria no preocuparse si te juzgan o te sientes juzgado.
....
|
|
|
|
15-ago-2015
|
|
|
A veces es más fácil vivir la mentira...cuánta razón solo que cambiaria el aveces por el siempre.
|
|
|
|
17-ago-2015
|
|
|
Diferente pero no inferior....quiero creer en estas palabras más que en cualquier otra cosa.
|
|
|
|
|
|
|
| |
| |