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16-abr-2015
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Cita:
Iniciado por Kao-lina
Vaya,fantástico escritor de ciencia ficción,(uno de mis géneros favoritos),y autor del libro "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?", fuente literaria de una película que me fascina " Blade Runner"
Ummmm tengo que poner en mi larga lista de libros que deseo leer,"EL hombre en el castillo"...
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Pues parece que a Dick no le hacía ni púta gracia que fueran a hacer una película supuestamente basada en su libro, aun pidiéndole colaborar y ganar un buen porcentaje acabaron bastante mal.
Ahora parece que quieren hacer una serie con precisamente este libro, se revolverá en su tumba.
Por mi parte, me muero de curiosidad, sobre todo por la ambientación.
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- ¿Sabías que la NASA gastó millones de dólares desarrollando un bolígrafo que escribiera con gravedad cero? ¿No lo sabías?
- Sí.
- ¿Y cómo lo resolvieron los rusos?
- Sí, utilizaron un lápiz.
- Cierto, un lápiz de madera.
Primer (Shane Carruth)
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Última edición por Gusanos; 17-abr-2015 a las 06:57.
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19-abr-2015
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20-abr-2015
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Cita:
Iniciado por rayser
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Jajajajajaja
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20-abr-2015
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Cita:
Iniciado por Apatía
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Jojojojojojo.Hoy estoy risueña
Interesante frasecita:"No te tomes la vida tan en serio,total no saldrás vivo de ella"
Otras frases curiosas,para reflexionar un poco:
"La imaginación consuela a los hombres d lo q no pueden ser,el humor los consuela d lo q son." (WINSTON CHURCHILL)
"No eres más porque te alaben, ni menos porque te critiquen" .
" No está bien intentar apagar la luz de los otros,para hacer brillar la propia".
" La ventaja de ser inteligente es que resulta más fácil pasar por tonto.Lo contrario es más difícil." (KURT TUCHOLSKY).
"Hay espíritus que enturbian sus aguas para hacerlas parecer profundas". (FRIEDRICH NIETZSCHE).
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Última edición por Kao-lina; 20-abr-2015 a las 19:47.
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20-abr-2015
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"Conocían un millon de trucos, estos novelistas. El doctor Goebbels, por ejemplo; así había empezado, escribiendo novelas. Los escritores apelaban a los instintos básicos, comunes a todos, aun detras de las superficies mas respetables. Sí, el novelista conocía a los seres humanos, que poco valían, gobernados por los testículos, empujados por el miedo, vendiéndose a todo en nombre de la codicia… el novelista sólo tenía que tocar el tambor, y obtenía una respuesta. Y observando las reacciones de la gente, el novelista reía, por supuesto, llevándose la mano a la boca."
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"Siempre le habia gustado que la gente la observara, la admirara; cualquiera. Se le ocurrió que casi todas las mujeres eran así. Trataban de llamar la atención todo el tiempo. Eran en este sentido muy infantiles.
Juliana nunca había soportado sentirse sola, penso Frink. Necesitaba tenerlo siempre cerca, festejándola de algún modo. Los niños pequeños eran así; si los padres no los estaban mirando nada de lo que hacían les parecía real. Era seguro que en este mismo momento Juliana tenia alguien al lado. Diciéndole qué hermosa era. Alabándole las piernas, el vientre terso y chato…[...]
Sé que Juliana está viviendo con alguien, se dijo Frink. Durmiendo con un hombre. Como si estuviesen casados. Conocía a Juliana. No podría sobrevivir en otras condiciones; sabía bien cómo se sentía ella a la caída de la noche. Cuando hacía frío y todo el mundo estaba en su casa, sentado en la sala. Nunca había estado preparada para una vida solitaria. Él tampoco, comprendió.
Quizá era un hombre realmente bueno. Algún estudiante tímido que ella había llevado a la casa. Juliana podría ser una buena mujer para cualquier muchacho que nunca hubiese tenido el coraje de acercarse antes a una mujer. No era perversa ni cínica. Le haría mucho bien. Esperaba de veras que no se hubiese complicado la vida con un hombre mayor. Eso no podría tolerarlo. Un hombre experimentado y mezquino que llevaba siempre un palillo de dientes en la boca y que se pasaba las horas molestándola.
Frink sintió que estaba respirando pesadamente. Imaginó un hombre corpulento y velludo que pisoteaba a juliana, estropeándole la vida… En ese caso Juliana terminaría suicidándose, penso Frink. Era inevitable, si ella no encontraba el hombre adecuado, y eso significaba un joven estudiante amable, sensible, capaz de apreciar las ideas de juliana.
Fui duro con ella, penso. Frink. Y no soy tan malo; hay muchos otros hombres peores que yo. No le costaba trabajo adivinar los pensamientos de juliana, lo que ella quería, cuando ella se sentía sola o triste o deprimida. Se había pasado mucho tiempo preocupándose y pensando en ella. Pero no había sido suficiente. Ella se merecía más, mucho más."
De nuevo, El hombre en el castillo de Dick.
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20-abr-2015
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PRIMER MANIFIESTO DADA (191
********* Para lanzar un manifiesto es necesario: A, B,C.* Irritarse y aguzar las alas para conquistar y propagar muchos pequeños y grandes a, b, c, y afirmar, gritar, blasfemar, acomodar la prosa en forma de obviedad absoluta, irrefutable, probar el propio non plus ultra y sostener que la novedad se asemeja a la vida como la última aparición de una cocotte prueba la esencia de Dios. En efecto, su existencia ya fue demostrada por el acordeón, por el paisaje y por la palabra dulce. Imponer el propio A.B.C. es algo natural, y, por ello, deplorable. Pero todos lo hacen bajo la forma de cristal-bluff-madonna o de sistema monetario, de producto farmacéutico o de piernas desnudas invitantes a la primavera ardiente y estéril. El amor por lo nuevo es una cruz simpática que revela un amiquemeimportismo, signo sin causa, frágil y positivo. Pero también esta necesidad ha envejecido. Es necesario animar el arte con la suprema simplicidad: novedad. Se es humano y auténtico por diversión, se es impulsivo y vibrante para crucificar el aburrimiento. En las encrucijadas de las luces, vigilantes y atentas, espiando los años en el bosque. Yo escribo un manifiesto y no quiero nada y, sin embargo, digo algunas cosas y por principio estoy contra los manifiestos, como, por lo demás, también estoy contra los principios, decilitros para medir el valor moral de cada frase. Demasiado cómodo: la aproximación fue inventada por los impresionistas. Escribo este manifiesto para demostrar cómo se pueden llevar a cabo al mismo tiempo las acciones más contradictorias con un único y fresco aliento; estoy contra la acción y a favor de la contradicción continua, pero también estoy por la afirmación. No estoy ni por el pro ni por el contra y no quiero explicar a nadie por qué odio el sentido común.
DADA— he aquí la palabra que lleva las ideas a la caza; todo burgués se siente dramaturgo, inventa distintos discursos y, en lugar de poner en su lugar a los personajes convenientes a la calidad de su inteligencia, crisálidas en sus sillas, busca las causas y los fines (según el método psicoanalítico que practica) para dar consistencia a su trama, historia que habla y se define. El espectador que trata de explicar una palabra es un intrigante: (conocer). Desde el refugio enguantado de las complicaciones serpentinas hace manipular sus propios instintos. De aquí nacen las desgracias de la vida conyugal.
Explicar: diversión de los vientres rojos con los molinos de los cráneos vacíos.
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************************************* Dada no significa nada
Si alguien lo considera inútil, si alguien no quiere perder tiempo por una palabra que no significa nada….El primer pensamiento que se agita en estas cabezas es de orden bacteriológico…, hallar su origen etimológico, histórico o psicológico por lo menos. Por los periódicos sabemos que los negros Kru llaman al rabo de la vaca sagrada: DADA. El cubo y la madre en una cierta comarca de Italia reciben el nombre de DADA. Un caballo de madera, la nodriza, la doble afirmación en ruso y en rumano DADA.* Sabios periodistas ven en todo ello un arte para niños, otros santones jesúshablaalosniños, el retorno a un primitivismo seco y estrepitoso, estrepitoso y monótono. No es posible construir la sensibilidad sobre una palabra. Todo sistema converge hacia una aburrida
perfección, estancada idea de una ciénaga dorada, relativo producto humano. La obra de arte no debe ser la belleza en sí misma porque la belleza ha muerto; ni alegre; ni alegre ni triste, ni clara ni oscura, no debe divertir ni maltratar a las personas individuales sirviéndoles pastiches de santas aureolas o los sudores de una carrera en arco a través de las atmósferas. Una obra de arte nunca es bella por decreto, objetivamente y para todos. Por ello, la crítica es inútil, no existe más que subjetivamente, sin el mínimo carácter de genera*lidad. ¿Hay quien crea haber encontrado la base psíquica común a toda la humanidad? El texto de Jesús y la Biblia recubren con sus amplias y benévolas alas: la mierda, las bestias, los días. ¿Cómo se puede poner orden en el caos de infinitas e informes variaciones que es el hombre? El principio «ama a tu prójimo» es una hipocresía. «Conócete a ti mismo» es una utopia más aceptable porque también contiene la maldad. Nada de piedad. Después de la matanza todavía nos queda la esperanza de una humanidad purificada. Yo hablo siempre de mí porque no quiero convencer. No tengo derecho a arrastrar a nadie a mi río, yo no obligo a nadie a que me siga. Cada cual hace su arte a su modo y manera, o conociendo el gozo de subir como una flecha hacia astrales reposos o el de descender a las minas donde brotan flores de cadáveres y de fértiles espasmos. Estalactitas: buscarlas por doquier, en los pesebres ensanchados por el dolor, con los ojos blancos como las liebres de los ángeles.
Así nació DADA, de una necesidad de independencia, de des*confianza hacía la comunidad. Los que están con nosotros conservan su libertad. No reconocemos ninguna teoría. Basta de academias cubistas y futuristas, laboratorios de ideas formales. ¿Sirve el arte para amontonar dinero y acariciar a los gentiles burgueses? Las rimas acuerdan su tintineo con las monedas y la musicalidad resbala a lo largo de la línea del vientre visto de perfil. Todos los grupos de artistas han ido a parar a este banco a pesar de cabalgar distintos cometas. Se trata de una puerta abierta a las posibilidades de revolcarse entre muelles almohadones y una buena mesa.
Aquí echamos el ancla en la tierra feraz. Aquí tenemos derecho a proclamar esto porque hemos conocido los escalofríos y el desper*tar. Fantasmas ebrios de energía, hincamos el tridente en la carne distraída. Rebosamos de maldiciones en la tropical abundancia de vertiginosas vegetaciones: goma y lluvia es nuestro sudor, sangramos y quemamos la sed.
Nuestra sangre es vigorosa.
El cubismo nació del simple modo de mirar un objeto: Cezanne pintaba una taza veinte centímetros más abajo de sus ojos, los cubistas la miran desde arriba complicando su aspecto sección perpendicular que sitúan a un lado con habilidad.. me olvido de los creadores ni de las grandes razones de la a. que ellos hicieron definitivas). El futurismo ve la misma traza un movimiento sucesivo de objetos uno al lado del otro, añadiendole maliciosamente alguna línea—fuerza. Eso no quita que la buena o mala, sea siempre una inversión de capitales intelectuales.
El nuevo pintor crea un mundo cuyos elementos son sus mismos medios, una obra sobria y definida, sin argumento. El artista nuevo protesta: ya no pinta (reproducción simbólica e ilusionista), sino que crea directamente en piedra, madera, hierro, estaño, bloques de organismos móviles a los que el límpido viento de las a inmediatas sensaciones hacer dar vueltas en todos los sentidos.
Toda obra pictórica o plástica es inútil; que, por lo u sea un monstruo capaz de dar miedo a los espíritus serviles y no algo dulzarrón para servir de ornamento a los refectorios de esos animales vestidos de paisano que ilustran tan bien esa fabula triste de la humanidad.
Un cuadro es el arte que se encuentren dos lineas geométricas que se ha comprobado que son paralelas, hacer que se encuentren en un lienzo, ante nuestros ojos, en una realidad que nos traslada a un mundo de otras condiciones y posibilidades. Este mundo no esta especificado ni definido en la obra, pertenece en sus innumerables variaciones al espectador. Para su creador la obra carece de causa y de teoría. Orden = desorden; yo = no-yo; afirmación = negación; éstos son los fulgores supremos de un arte absoluto. Absoluto en la pureza de cósmico y ordenado caos, eterno en el instante globular sin duración, sin respiración, sin luz y sin control.
Amo una obra antigua por su novedad. Tan sólo el contraste nos liga al pasado. Los escritores que enseñan la moral y discuten o mejoran la base psicológica, tienen, aparte del deseo oculto del beneficio, un conocimiento ridículo de la vida que ellos han clasificado, subdividido y canalizado. Se empeñan en querer ver danzar las categorías apenas se ponen a marcar el compás. Sus lectores se carcajean y siguen adelante: ¿con qué fin? Hay una literatura que no llega a la masa voraz. Obras de creadores nacidas de una auténtica necesidad del autor y sólo en función de sí mismo. Consciencia de un supremo egoísmo, en el que cualquier otra ley queda anulada.
Cada página debe abrirse con furia, ya sea por serios motivos, profundos y pesados, ya sea por el vórtice y el vértigo, lo nuevo y lo eterno, la aplastante espontaneidad verbal, el entusiasmo de los principios, o por los modos de la prensa. He ahí un mundo vacilante que huye, atado a los cascabeles de la gama infernal, y he ahí, por otro lado, los hombres nuevos, rudos, cabalgando a lomos de los sollozos.
He ahí un mundo mutilado y los medicuchos literarios preocu*pados por mejorarlo. Yo os digo: no hay un comienzo y nosotros no temblamos, no somos unos sentimentales. Nosotros desgarramos como un furioso viento la ropa de las nubes y de las plegarias y preparamos el gran espectáculo del desastre, el incendio, la des*composición. Preparamos la supresión del dolor y sustituimos las lágrimas por sirenas tendidas de un continente a otro. Banderas de intensa alegría viudas de la tristeza del veneno. DADA es la enseñanza de la abstracción; la publicidad y los negocios también son elementos poeticos.
Yo destruyo los cajones del cerebro y los de la organización social: desmoralizar por doquier y arrojar la mano del cielo al infierno, los ojos del infierno al cielo, restablecer la rueda fecunda de un circo universal en las potencias reales y en la fantasía individual.
La filosofia, he ahí el problema: por qué lado hay que empezar a mirar la vida, Dios, la idea y cualquier otra cosa. Todo lo que se ve es falso. Yo no creo que el resultado negativo sea más importante que la elección entre el dulce y las cerezas como postre. El modo de mirar con rapidez la otra cara dc una cosa para imponer directamente la propia opinión se llama dialéctica, o sea, el modo de regatear el espíritu de las patatas frutas bailando a su alrededor la danza del método.
Si yo grito:
IDEAL, IDEAL, IDEAL,
conocimiento, conocimiento, conocimiento
bumbúm, bumbúm, bumbúm,
registro con suficiente exactitud el progreso, la ley, la moral y todas las demás bellas cualidades de que tantas personas inteligentil han discutido en tantos libros para llegar, al fin, a confesar que cada uno, del mismo modo, no ha hecho más que bailar al compas de su propio y personal bumbúm y que, desde el punto de vista de tal bumbúm, tiene toda la razón: satisfacción de una curiosidad morbosa, timbre privado para necesidades inexplicables; baño; dificultades pecuniarias; estómago con repercusiones en la ‘ida; autoridad de la varita mística formulada en el grupo de una orquesta fantasma de arcos mudos engrasados con filtros a base de amoniaco animal. Con los impertinentes azules de un ángel han enterrado la interioridad por cuatro perras de unánime reconocimiento.
Si todos tienen razón, y si todas las píldoras son píldoras Pínk., tratemos de no tener razón. En general, se cree poder explicar racionalmente con el pensamiento lo que se escribe. Todo esto es relativo. El pensamiento es una bonita cosa para la filosofia, pero es relativo. El psicoanálisis es una enfermedad dañina, que adormece las tendencias antirreales del hombre y hace de la burguesía un sistema. No hay una Verdad definitiva. La dialéctica a una máquina divertida que nos ha llevado de un modo bastante trivial a las opiniones que hubiéramos tenido de otro modo. ¿Hay alguien que crea, mediante el refinamiento minucioso de la lógica,, haber demostrado la verdad de sus opiniones? La lógica constreñida por los sentidos es una enfermedad orgánica. A este elemento los filósofos se complacen en añadir el poder de observacion. Pero justamente esta magnífica cualidad del espíritu es la prueba de su impotencia. Se observa, se mira desde uno o varios puntos de vista y se elige un determinado punto entre millones de ellos queue igualmente existen. La experiencia también es un resultado del azar y de las facultades individuales.
La ciencia me repugna desde el momento en que se transforma en sistema especulativo y pierde su carácter de utilidad, que, aun siendo inútil, es, sin embargo, individual. Yo odio la crasa objetividad y la armonía, esta ciencia que halla que todo está en orden: continuad, muchachos, humanidad . . . La ciencia nos dice que somos los servidores de la naturaleza: Todo está en orden, haced el amor y rompeos la cabeza; continuad, muchachos, hombres, amables burgueses, periodistas vírgenes... Yo estoy contra los sistemas: el único sistema todavía aceptable es el de no tener sistemas. Completarse, perfeccionarse en nuestra pequeñez hasta colmar el vaso de nuestro yo, valor para combatir en pro y en contra del pensamiento, misterio de pan, desencallamiento súbito de una hélice infernal hacia lirios baratos.
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*********************************** La espontaneidad dadaísta
Yo llamo amíquémeimportismo a una manera de vivir en la que cada cual conserva sus propias condiciones respetando, no obstante, salvo en caso de defensa, las otras individualidades, el twostep que se convierte en himno nacional, las tiendas de antigüallas, el T.S.H., el teléfono sin hilos, que transmite las fugas de Bach, los anuncios luminosos, los carteles de prostíbulos, el órgano que difunde claveles para el buen Dios y todo esto, todo junto, y realmente sustituyendo a la fotografia y al catecismo unilateral.
La simplificidad activa.
La impotencia para discernir entre los grados de claridad: lamer la penumbra y flotar en la gran boca llena de miel y de excrementos. Medida con la escala de lo Eterno, toda acción es vana (si dejamos que el pensamiento corra una aventura cuyo resultado sería infinitamente grotesco; dato, también éste, importante para el conocimiento de la humana impotencia). Pero si la vida es una pésima farsa sin fin ni parto inicial, y como creemos salir de ella decentemente como crisantemos lavados, proclamamos el arte como única base de entendimiento. No importa que nosotros, caballeros del espiritu, le dediquemos desde siglos nuestros refunfuños. El arte no aflige a nadie y a aquellos que sepan interesarse por el recibiran, con sus caricias, una buena ocasión de poblar el pais con su conservación. El arte es algo privado y el artista lo hace para si mismo; una obra omprensible es el producto de periodistas.
Y me gusta mezclar en este momento con tal monstruosidad los colores al mezclar en este momento con tal monstruosidad los colores al oleo: un tubo de papel de plata, que, si se aprieta, vierte automáticamente odio, cobardia, y villania. EL artista, el poeta aprecia el veneno de la masa condensada en un jefe de sección de esta industria.* Es feliz si se le insulta: eso es como una prueba de su coherencia. El autor, el artista elogiado por los periodicos, comprueba la comprensibilidad de su obra: miserable forro de un abrigo destinado a la utilidad publica: andrajos que cubren la brutalidad, meadas que colaboran al calor de un animal que incuba sus bajos instintos, fofa a insípida carne que se múltipla con la ayuda de los microbios tipograficos. Hemos tratado con dureza nuestra inclinación a las lagrimas. Toda filtración de esa naturaleza no es mas que diarrea almibarada. Alentar un arte semejante significa diferirlo. Nos hacen falta obras fuertes, rectas, precisas y, mas que nunca, incomprensibles. La logica es una complicación. La logica siempre es falsa. Ella guia los hilos de las nociones, las palabras en su forma exterior hacia las conclusiones de los centros ilusorios. Sus cadenas matan, minirapodo gigante que asfixia a la independencia. Ligado a la logica, el arte viviria en el incesto, tragándose su propia cola, su cuerpo, fornicando consigo mismo, y el genio se volveria una pesadilla alquitranada de protestantismo, un monumento, una marcha de intestinos grisáceos y pesados.
Pero la soltura, el entusiasmo y la misma alegria de la injusticia, esa pequeña verdad que nosotros practicamos con inocencia y que nos hace bellos (somos sutiles, nuestros dedos son maleables y resbalan como las ramas de esta planta insinuante y casi liquida) caracterizan nuestra alma, dicen los cinicos. Tambien ese es un punto de vista, pero no todas las flores, por fortuna, son sagradas, y lo que hay de divino en nosotros es el comienzo de la accion antihumana. Se trata, aquí, de una flor de papel para el ojal de los señores que frecuentan el baile de disfraces de la vida, cocina de la gracia, con blancas primas agiles o gordas. Esta gente comercio con lo que hemos desechado. Contradicción y unidad de las estrellas polares en un solo chorro pueden ser verdad, supuesto que alguien insista en pronunciar esta banalidad, apéndice de una moralidad libidinosa y maloliente.* La moral consume, como todos los azotes de la inteligencia. El control de la moral y de la logica nos han impuesto la impasibilidad ante los agentes de policia, causa de nuestra esclavitud, putridas ratas de las que esta repleto el vientre de la burguesia, y que han infectado los unicos corredores de nítido y transparente cristal que aun seguían abiertos a los artistas.
Todo hombre debe gritar. Hay una gran tarea destructiva, negativa por hacer. Barrer, asear. La plenitud del individuo se afirma a continuación de un estado de locura, de locura agresiva y completa de un mundo confiado a las manos de los bandidos que se desgarran y destruyen los siglos. Sin fin ni designio, sin organización: la locura* indomable, la descomposición. Los fuertes sobreviviran gracias a su voz vigorosa, pues son vivos en la defensa. La agilidad de los miembros y de los sentimientos flamea en sus flancos prismáticos.
La moral ha determinado* la caridad y la piedad, dos bolas de sebo que han crecido, como elefantes, planetas, y que, aun hoy, son consideradas validas. Pero la bondad no tiene nada que ver con ellas. La bondad es lucida, clara y decidida, despiadada con el compromiso y la política. La moralidad es como una infusión de chocolate en las venas de los hombres. Esto no fue impuesto por una fuerza sobrenatural, sino por los trusts de los mercaderes de ideas, por los acaparadores universitarios. Sentimentalidad: viendo un grupo de hombres que se pelean y se aburren, ellos inventaron el calendario y el medicamento de la sabiduría. Pegando etiquetas se desencadeno la batalla de los filosofos (mercantilismo, balanza, medidas meticulosas y mezquinas) y por segunda vez se comprendio que la piedad es un sentimiento, como al diarrea en relacion con el asco que arruina la salud, que inmunda tarea de carroñas para comprometer al sol.
Yo proclamo la oposicion de todas las facultades cosmicas a tal blenorragia de putrido sol salido de las fabricas del pensamiento filosofico, y proclamo la lucha encarnizada con todos los medios del
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***************************************** Asco dadaísta
Toda forma de asco suceptible de convertirse en negacion de la familia es Dada; la protesta a puñetazos de todo el ser entregado a una accion destructiva es Dada; el conocimiento de todos los medios hasta hoy rechazados por el pudor sexual, por el compromiso demasiado comodo y por la cortesia es Dada; la abolicion de la logica, la danza de los impotentes de la creacion es Dada; la abolicion de la logica, la danza de los impotentes de la creacion es Dada; la abolicion de toda jerarquia y de toda ecuacion social de valores establecida entre los siervos que se hallan entre nosotros los siervos es Dada; todo objeto, todos los objetos, los sentimientos y las oscuridades, las apariciones y el choque preciso de las lineas paralelas son medios de lucha Dada; abolicion de la memoria: Dada; abolicion del futuro: Dada; confianza indiscutible en todo dios producto inmediato de la espontaneidad: Dada; salto elegante y sin prejuicios de una armonia a otra esfera; trayectoria de una palabra lanzada como un disco, grito sonoro; respeto
de todas las individualidades en la momentanea locura de cada uno de sus sentimientos, serios o temerosos, timidos o ardientes, vigorosos, decididos, entusiastas; despojar la propia iglesia de todo accesorio inutil y pesado; escupir como una cascada luminosa el pensamiento descortes o amoroso, o bien, complaciendose en ello, mimarlo con la misma identidad, lo que es lo mismo, en un matorral puro de insectos para una noble sangre, dorado por los cuerpos de los arcangeles y por su alma. Libertad: DADA, DADA, DADA, aullido de colores encrespados, encuentro de todos los contrarios y de todas las contradicciones, de todo motivo grotesco, de toda incoherencia: LA VIDA.
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29-abr-2015
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Cita:
Imaginemos la siguiente escena de un supuesto guión cinematográfico:
Sol, mar, playa solitaria ..., un hombre y una mujer.
El hombre. -Estás muy callada, querida. ¿Qué te sucede?
La mujer. -Nada.
El hombre. -Vamos, cuéntamelo.
La mujer. -No sé cómo explicártelo. (Breve pausa). -Me he propuesto abandonarte.
El hombre. -¿Hay algún otro?
La mujer. -Si.
El hombre. -¿Estás segura de quererlo?
La mujer. -Sí.
El hombre. -¿Más que a mí?
La mujer. -Me sería imposible seguir viviendo sin él.
El hombre (pasándote un brazo por la espalda). Estupendo.
La mujer. -¿Cómo has dicho, por favor?
El hombre. -Dije "estupendo"... ¡Quédate con él!
La mujer. -¿Te alegras?
El hombre. -¿Por qué no habría de alegrarme?
La mujer. -Entonces... ¿ya no me quieres?
El hombre. -Al contrario.
La mujer. - ¿Me quieres todavía?
El hombre. -Te quiero y, por tanto, deseo verte feliz. ¿Acaso esperabas otra cosa?
Más tarde, cuando el productor lee ese guión y llega al susodicho pasaje, agarra el teléfono y pide comunicación con su autor. Empieza preguntándole si ha perdido el juicio: evidentemente, usted ha intentado representar una escena de amor, le dice, pero tales escenas amorosas no ocurren nunca en la vida real. Cuando son auténticas, el hombre parte el cráneo a su mujer o, por lo menos, intenta hacerlo. Luego salta al coche, arranca haciendo chirriar los neumáticos y vapulea a su rival.
Sin embargo, el autor se resiste a hacer modificaciones: el hombre realmente enamorado de su mujer, responde, se comporta asi y nada más, pues el verdadero amor es, ante todo, abnegado.
Si el productor se prestara a proseguir la polémica se pondría seguramente de manifiesto que existen, por fuerza, dos clases bien distintas de amor entre hombre y mujer: uno condescendiente y otro vengativo, uno altruista y otro posesivo, uno donador y otro recipiente ...
¿Es cierto eso? ¿Existen dos formas diferentes de amor entre hombre y mujer, dos formas diametralmente opuestas por su misma esencia? ¿O hay tan sólo un amor verdadero y otro falso?
¿Cómo se explica la existencia de tantos equívocos acerca de un fenómeno que ha sido experimentado, en definitiva, por cada persona adulta al menos una vez, e investigado con suma minuciosidad por varias generaciones de psicoanalistas, un fenómeno que viene siendo, desde remotas fechas, el tema predilecto de literatos, compositores y otros artistas?
¿Qué es el amor?
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Esther Vilar, "El Varón Polígamo".
Así empieza. Interechante, ¿ein?
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29-abr-2015
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¿Sabes por qué la gente tiene ojos en la cara? Es para ver el vasto paisaje, y así, poder seguir adelante. Si tuviéramos ojos en la espalda, sólo nos veríamos a nosotros mismos dejando nuestro lugar de nacimiento. De ese modo la gente no sería capaz de seguir adelante. Nuestros ojos están en la cara para que cuando andemos, el lejano paisaje se vaya acercando. Así las personas podrán avanzar y cumplir sus sueños.
Kamina
Mi hermano ha muerto. Ya no está. Pero en mi espalda, en mi pecho, ¡él sigue viviendo en mi!. Mi taladro atravesará el firmamento. No importa que haya en mi camino. Si puedo atravesarlo... ¡es mi victoria! ¡¿Quién demonios te crees que soy?! ¡Yo soy Simon! no soy mi hermano Kamina... ¡Yo soy yo! ¡¡Simon el Excavador!!
Simon
No confíes en ti, confía en el tú que confía en mí, porque yo confío en ti.
Kamina TTGL
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30-abr-2015
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161.
Nada contribuye tanto a mi fastidio como las palabras sociales sobre la moral. Ya la palabra "deber" me resulta tan desagradable como un intruso. Pero los términos "deber cívico", "solidaridad", "humanitarismo" y otros de la misma calaña me repugnan como desperdicios que sobre mí arrojasen desde las ventanas. Me siento ofendido con la suposición, que alguien acaso tenga, de que esas expresiones alguna cosa puedan tener conmigo, de que yo pueda encontrarles ya no algún valor sino ni siquiera algún sentido.
[...]
No puedo considerar a la humanidad sino como una de las últimas escuelas de pintura decorativa de la Naturaleza. En lo fundamental, no distingo a un hombre de un árbol; y, desde luego, prefiero aquello que decore más, lo que más pueda interesar a mis ojos pensantes. Si el árbol me interesa más, me duele más que corten un árbol que el que un hombre muera. Hay finales de ocaso que me duelen más que la muerte de un niño.
165.
[...]
Recuerdo, con tristeza irónica, una manifestación obrera, hecha no sé con qué sinceridad (pues me cuesta siempre admitir sinceridad en las cosas colectivas, dado que es el individuo, a solas con uno mismo, el único que siente). Era un grupo compacto y aislado de estúpidos animados, que pasó gritando cosas varias ante mi indiferencia de persona ajena. Tuve súbitamente náuseas. [...]
¡Qué mal conjunto! ¡Qué falta de humanidad y de dolor! Eran reales y no obstante increíbles. Nadie podría hacer con ellos un cuadro de novela, el escenario de una descripción. Pasaban como basura por un río, en el río de la vida.
167.
[...]
Mi deseo es huir. Huir de lo que conozco, huir de lo que es mío, huir de lo que amo. Deseo partir, no a las Indias imposibles, ni a las grandes islas del Sur de todo, sino a un lugar cualquiera, aldea o páramo, que sea sobre todo el no ser este lugar. No quiero ver nunca más estos rostros, estos hábitos y estos días. Quiero descansar, ajeno a todo, de mi fingimiento orgánico. Una barraca junto al mar, incluso una cueva en un rugoso desnivel de una sierra, puede darme esto.
Infelizmente, sólo mi voluntad no puede dármelo.
[...] ¿me atrevería a irme a esa barraca o cueva, sabiendo, por vía de conocimiento, que, ya que la monotonía es de mí mismo, habría de tenerla siempre conmigo? Yo mismo, que me ahogo donde estoy y por estar, ¿dónde respiraría mejor, si la enfermedad reside en mis pulmones y no en las cosas que me rodean?
170.
[...]
Pero me dan vergüenza los rituales, los símbolos de comprar cosas en la calle. Podrían no envolverme bien los plátanos, no vendérmelos como debieran ser vendidos por no saber yo comprarlos como debieran ser comprados. Podrían extrañar mi voz al preguntar yo el precio. Más vale escribir que pretender vivir, aunque vivir no sea más que comprar plátanos al sol mientras el sol dure y haya plátanos que vender.
171.
Sólo una cosa me maravilla más que la estupidez con la que la mayoría de hombres vive su vida, y es la inteligencia que hay en esa estupidez.
Y seguiría incluso con esa parte porque es -----, pero no voy a competir con nomals ya que es probable que me produzca la suficiente pereza como para releerlo yo misma.
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02-may-2015
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"What do you want Ellsworth ?"
"Power, Petey. I want to rule. Like my spiritual predecessors. But I’m luckier than they were. I inherited the fruit of their efforts and I shall be the one who’ll see the great dream made real. I see it all around me today. I recognise it. I don’t like it. I didn’t expect to like it. Enjoyment is not my destiny. I shall find such satisfaction as my capacity permits. I shall rule."
"Whom...?"
"You. The world. It’s only a matter of discovering the lever. If you learn how to rule one single man’s soul, you can get the rest of mankind. It’s the soul, Peter, the soul. Not whips or swords or fire or guns. That’s why the Caesars, the attilas, the Napoleons were fools and did not last. We will. The soul, Peter, is that which can’t be ruled. It must be broken. Drive a wedge in, get your fingers on it – and the man is yours. You won’t need a whip – he’ll bring it to you and ask to be whipped. Set him in reverse – and his own mechanism will do your work for you. Use him against himself. Want to know how it’s done? See if I ever lied to you. See if you haven’t heard all this for years, but didn’t want to hear, and the fault is yours, not mine.
There are many ways. Here’s one. Make man feel small. Make him feel guilty. Kill his aspiration and his integrity. That’s difficult. The worst among you gropes for an idol in his own twisted way. Kill integrity by internal corruption. Use it against himself. Direct it towards a goal destructive of all integrity. Preach selflessness. Tell man that altruism is the ideal. Not a single one has ever reached it and not a single one ever will. His every living instinct screams against it. But don’t you see what you accomplish ? Man realises that he’s incapable of what he’s accepted as the noblest virtue - and it gives him a sense of guilt, of sin, of his own basic unworthiness. Since the supreme ideal is beyond his grasp, he gives up eventually all ideals, all aspiration, all sense of his personal value. He feels himself obliged to preach what he can’t practice. But one can’t be good halfway or honest approximately. To preserve one’s integrity is a hard battle. Why preserve that which one knows to be corrupt already? His soul gives up its self respect. You’ve got him. He’ll obey. He’ll be glad to obey – because he can’t trust himself, he feels uncertain, he feels unclean. That’s one way.
Here’s another. Kill man’s sense of values. Kill his capacity to recognise greatness or to achieve it. Great men can’t be ruled. We don’t want any great men. Don’t deny conception of greatness. Destroy it from within. The great is the rare, the difficult, the exceptional. Set up standards of achievement open to all, to the least, to the most inept – and you stop the impetus to effort in men, great or small. You stop all incentive to improvement, to excellence, to perfection. Laugh at Roark and hold Peter Keating as a great architect. You’ve destroyed architecture. Build Lois Cook and you’ve destroyed literature. Hail Ike and you’ve destroyed the theatre. Glorify Lancelot Clankey and you’ve destroyed the press. Don’t set out to raze all shrines – you’ll frighten men, Enshrine mediocrity - and the shrines are razed.
Then there’s another way. Kill by laughter. Laughter is an instrument of human joy. Learn to use it as a weapon of destruction. Turn it into a sneer. It’s simple. Tell them to laugh at everything. Tell them that a sense of humour is an unlimited virtue. Don't let anything remain sacred in a man’s soul – and his soul won’t be sacred to him. Kill reverence and you’ve killed the hero in man. One doesn’t reverence with a giggle. He’ll obey and he’ll set no limits to obedience – anything goes – nothing is too serious.
Here’s another way. This is most important. Don't allow men to be happy. Happiness is self-contained and self-sufficient. Happy men have no time and no use for you. Happy men are free men. So kill their joy in living. Take away from them what they want. Make them think that the mere thought of a personal desire is evil. Bring them to a state where saying ‘I want’ is no longer a natural right, but a shameful admission. Altruism is of great help in this. Unhappy men will come to you. They’ll need you. They’ll come for consolation, for support, for escape. Nature allows no vacuum. Empty man’s soul – and the space is yours to fill.
I don’t see why you should look so shocked, Peter. This is the oldest one of all. Look back at history. Look at any great system of ethics, from the Orient up. Didn’t they all preach the sacrifice of personal joy ? Under all the complications of verbiage, haven’t they all had a single leitmotif: sacrifice, renunciation, self-denial ? Haven’t you been able to catch their theme song – ‘Give up, give up, give up, give up’ ? Look at the moral atmosphere of today. Everything enjoyable, from cigarettes to sex to ambition to the profit motive, is considered depraved or sinful. Just prove that a thing makes men happy and you’ve damned it. That’s how far we’ve come. We’ve tied happiness to guilt. And we’ve got mankind by the throat.
Throw your first born into a sacrificial furnace – lie on a bed of nails – go into the desert to mortify the flesh – don’t dance – don't go to the movies on Sunday – don't try to get rich – don’t smoke – don’t drink. It’s all the same line. The great line. Fools don’t think that taboos of this nature are just nonsense. Something left over, old-fashioned. But there’s always a purpose in nonsense. Don’t bother to examine a folly – ask yourself only what it accomplishes. Every system of ethics that preached sacrifice grew into a world power and ruled millions of men.
Of course, you must dress them up. You must tell people they’ll achieve a superior kind of happiness by giving up everything that makes them happy. You don't have to be too clear about it. Use big vague words. ‘Universal Harmony’ – ‘Eternal Spirit’ – ‘Divine Purpose’ – ‘Nirvana’ - ‘Paradise’ – ‘Racial Supremacy’ – ‘the Dictatorship of the Proletariat.’ Internal corruption, Peter. That’s the oldest one of all. The farce has been going on for centuries and men still fall for it.
Yet the test should be so simple: just listen to any prophet and if you hear him speak of sacrifice – run. Run faster than from a plague. It stands to reason that where there’s sacrifice, there’s someone collecting sacrificial offerings. Where there’s service, there’s someone being served. The man who speaks to you of sacrifice, speaks of slaves and masters. And intends to be the master. But if you ever hear a man telling you that you must be happy, that it’s your natural right, that your first duty is to yourself – that will be the man who has nothing to gain from you. But let him come and you’ll scream your empty heads off, howling that he’s a selfish monster. So the racket is safe for many, many centuries.
But here you might have noticed something. I said, ‘It stands to reason’. Do you see ? Men have a weapon against you. Reason. So you must be very sure to take it away from them. Cut the props from under it. But be careful. Don’t deny outright. Never deny anything outright, you give your hand away. Don’t say reason is evil – though some have gone that far and with astonishing success. Just say that reason is limited. That there’s something above it. What ? You don’t have to be too clear about it either. The field’s inexhaustible. ‘Instinct’ – ‘Feeling’ – ‘Revelation’ – ‘Divine Intuition’ – ‘Dialectic Materialism’. If you get caught at some crucial point and somebody tells you that your doctrine doesn’t make sense – you’re ready for him. You tell him there’s something above sense. That here he must not try to think, he must feel. He must believe. Suspend reason and you play it deuces wild. Anything goes in any manner you wish whenever you need it. You’ve got him. Can you rule a thinking man ? We don’t want any thinking men."
Keating had sat down on the floor, by the side of the dresser. He did not want to abandon the dresser; he felt safer, leaning against it.
"Peter, you’ve heard all this. You’ve seen me practising it for ten years. You see it being practised all over the world. Why are you disgusted ? You have no right to sit there and stare at me with the virtuous superiority of being shocked. You’re in on it. You’ve taken your share and you’ve got to go along. You’re afraid to see where it’s leading. I’m not. I’ll tell you.
The world of the future. The world I want. A world of obedience and of unity. A world where the thought of each man will not be his own, but an attempt to guess the thought of the next neighbour who’ll have no thought – and so on, Peter, around the globe. Since all must agree with all. A world where no man will hold a desire for himself, but will direct all his efforts to satisfy the desires of his neighbour who’ll have no desires except to satisfy the desires of the next neighbour, who’ll have no desires – around the globe, Peter. Since all must serve all. A world in which man will not work for so innocent an incentive as money, but for that headless monster – prestige. The approval of his fellows – their good opinion – the opinion of men who’ll be allowed to hold no opinion. An octopus, all tentacles and no brain.
Judgement, Peter ! Not judgement, but public polls. An average drawn upon zeroes – since no individuality will be permitted. A world with its motor cut off and a single heart, pumped by hand. My hand – and the hands of a few, a very few other men like me. Those who know what makes you tick – you great, wonderful average, you who have not risen in fury when we called you the average, the little, the common, you who’ve liked and accepted these names. You’ll sit enthroned and enshrined, you, the little people, the absolute ruler to make all past rulers squirm with envy, the absolute, the unlimited, God and Prophet and King combined. Vox populi. The average, the common, the general.
Do you know the proper antonym for Ego ? Bromide, Peter. The rule of the bromide. But even the trite has to be organised by someone at some time. We’ll do the organising. Vox dei. We’ll enjoy unlimited submission – from men who’ve learned nothing except to submit. We’ll call it ‘to serve’. We’ll give out medals for service. You’ll fall over one another in a scramble to see who can submit better and more. There will be no other distinction to seek. No other form of personal achievement.
Can you see Howard Roark in this picture ? No ? Then don’t waste time on foolish questions. Everything that can’t be ruled, must go. And if freaks persist in being born occasionally, they will not survive beyond their twelfth year. When their brain begins to function, it will feel the pressure and it will explode. The pressure gauged to a vacuum. Do you know the fate of deep-sea creatures brought out to sunlight? So much for future Roarks. The rest of you will smile and obey. Have you noticed that the imbecile always smiles ? Man’s first frown is the first touch of God on his forehead. The touch of thought. But we’ll have neither God nor thought. Only voting by smiles. Automatic levers – all saying yes...
Now if you were a little more intelligent, you’d ask: What of us, the rulers ? What of me, Ellsworth Monkton Toohey ? And I’d say, Yes, you’re right. I’ll achieve no more than you will. I’ll have no purpose save to keep you contended. To lie, to flatter you, to praise you, to inflate your vanity. To make speeches about the people and the common good. Peter, my poor old friend, I’m the most selfless man you’ve ever known. I have less independence than you, whom I just forced to sell your soul. You’ve used people at least for the sake of what you could get from them for yourself. I want nothing for myself. I use people for the sake of what I can do to them. It’s my only function and satisfaction. I have no private purpose. I want power. I want my world of the future. Let all live for all. Let all sacrifice and none profit. Let all suffer and none enjoy. Let progress stop. Let all stagnate. There’s equality in stagnation. All subjugated to the will of all. Universal slavery – without even the dignity of a master. Slavery to slavery. A great circle – and a total equality. The world of the future."
"Ellsworth... you’re..."
"Insane ? Afraid to say it ? There you sit and the world’s written all over you, your last hope. Insane ? Look around you. Pick up any newspaper and read the headlines. Isn’t it coming ? Isn’t it here ? Every single thing I told you ? Isn’t Europe swallowed already and we’re stumbling on to follow ? Everything I said is contained in a single word – collectivism. And isn’t that the god of our century. To act together. To think – together. To feel – together. To unite, to agree, to obey. To obey, to serve, to sacrifice. Divide and conquer – first. But then, unite and rule. We’ve discovered that one last. Remember the Roman Emperor who said he wished humanity had a single neck so he could cut it ? People have laughed at him for centuries. But we’ll have the last laugh. We’ve accomplished what he couldn’t accomplish. We’ve taught men to unite. This makes one neck ready for one leash. We found the magic word. Collectivism.
Look at Europe, you fool. Can’t you see past the guff and recognise the essence ? One country is dedicated to the proposition that man has no rights, that the collective is all. The individual held as evil, the mass – as God. No motive and no virtue permitted – except that of service to the proletariat.
That’s one version. Here’s another. A country dedicated to the proposition that man has no rights, that the State is all. The individual held as evil, the race – as God. No motive and no virtue permitted – except that of service to the race. Am I raving or is this the harsh reality of two continents already ? If you’re sick of one version, we push you in the other. We’ve fixed the coin. Heads – collectivism. Tails – collectivism. Give up your soul to a council – or give it up to a leader. But give it up, give it up, give it up. Offer poison as food and poison as antidote. Go fancy on the trimmings, but hang on to the main objective. Give the fools a chance, let them have their fun – but don’t forget the only purpose you have to accomplish. Kill the individual. Kill man’s soul. The rest will follow automatically."
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