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19-mar-2015
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La esquizofrénica e imperativa persecución de la felicidad es lo que nos pone tristes
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19-mar-2015
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Cita:
Iniciado por Ciam
La esquizofrénica e imperativa persecución de la felicidad es lo que nos pone tristes
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Yo creo que importa más el medio por el que pretendas conseguirla lo que hace que la alcances o bien te frustres.
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22-mar-2015
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«La tortuga es una criatura terrestre. No se puede vivir más cerca del suelo (sin estar debajo de él). Su horizonte no va más allá de unos centímetros. La velocidad que puede alcanzar es la que necesitas para perseguir y abatir una lechuga. La tortuga ha sobrevivido mientras el resto de la evolución pasaba junto a ella y la dejaba atrás ya que, básicamente, era demasiado complicada de comer y no representaba una amenaza para nadie.
Y después tenemos al águila. Una criatura del aire y las alturas, cuyo horizonte se extiende hasta el límite del mundo. Ojos lo bastante agudos para detectar movimientos de un animalito de voz chillona a medio kilómetro de distancia. Toda poder, toda control. La muerte súbita que llega volando. Uñas lo bastante afiladas para desayunarse cualquier cosas que sea más pequeña que ella y obtener, como mínimo, un desayuno rápido de cualquier cosa que sea mayor.
Y el águila pasará horas posada en un risco escrutando los reinos del mundo hasta detectar algún movimiento lejano, y en ese momento de pronto se concentrará, concentrará, concentrará en el pequeño caparazón que se mece entre los arbustos allá abajo en el desierto. Y entonces el águila se lanzará desde lo alto del risco…
Y un minuto después la tortuga descubre que el mundo se está alejando de ella. Y ve el mundo por primera vez, ya no a unos centímetros del suelo sino a doscientos metros, qué gran amiga tengo en el águila.
Y entonces el águila la suelta.
Y casi siempre la tortuga se precipita hacia su muerte. Todo el mundo sabe por qué la tortuga hace esto. La gravedad es una costumbre a la que cuesta mucho renunciar. Nadie sabe por qué el águila hace esto. No cabe duda de que hay un buen almuerzo en una tortuga pero, teniendo en cuenta el esfuerzo que requiere, la verdad es que hay un almuerzo mucho mejor en prácticamente cualquier otra cosa. Lo que ocurre es, simplemente, que las águilas disfrutan atormentando a las tortugas.
Pero el águila, por supuesto, no es consciente de que está tomando parte en una forma muy tosca de selección natural.
Algún día una tortuga aprenderá a volar».
Terry Pratchett. Dioses menores (Mundodisco 13)
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22-mar-2015
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Cita:
Iniciado por Gusanos
«La tortuga es una criatura terrestre. No se puede vivir más cerca del suelo (sin estar debajo de él). Su horizonte no va más allá de unos centímetros. La velocidad que puede alcanzar es la que necesitas para perseguir y abatir una lechuga. La tortuga ha sobrevivido mientras el resto de la evolución pasaba junto a ella y la dejaba atrás ya que, básicamente, era demasiado complicada de comer y no representaba una amenaza para nadie.
Y después tenemos al águila. Una criatura del aire y las alturas, cuyo horizonte se extiende hasta el límite del mundo. Ojos lo bastante agudos para detectar movimientos de un animalito de voz chillona a medio kilómetro de distancia. Toda poder, toda control. La muerte súbita que llega volando. Uñas lo bastante afiladas para desayunarse cualquier cosas que sea más pequeña que ella y obtener, como mínimo, un desayuno rápido de cualquier cosa que sea mayor.
Y el águila pasará horas posada en un risco escrutando los reinos del mundo hasta detectar algún movimiento lejano, y en ese momento de pronto se concentrará, concentrará, concentrará en el pequeño caparazón que se mece entre los arbustos allá abajo en el desierto. Y entonces el águila se lanzará desde lo alto del risco…
Y un minuto después la tortuga descubre que el mundo se está alejando de ella. Y ve el mundo por primera vez, ya no a unos centímetros del suelo sino a doscientos metros, qué gran amiga tengo en el águila.
Y entonces el águila la suelta.
Y casi siempre la tortuga se precipita hacia su muerte. Todo el mundo sabe por qué la tortuga hace esto. La gravedad es una costumbre a la que cuesta mucho renunciar. Nadie sabe por qué el águila hace esto. No cabe duda de que hay un buen almuerzo en una tortuga pero, teniendo en cuenta el esfuerzo que requiere, la verdad es que hay un almuerzo mucho mejor en prácticamente cualquier otra cosa. Lo que ocurre es, simplemente, que las águilas disfrutan atormentando a las tortugas.
Pero el águila, por supuesto, no es consciente de que está tomando parte en una forma muy tosca de selección natural.
Algún día una tortuga aprenderá a volar».
Terry Pratchett. Dioses menores (Mundodisco 13)
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Eh, eh, eh... ¿De qué vas? Hasta que apareciste esta mañana aquí el menda manejaba el monopolio de citas discomundanas. ¿Quieres pelea?
***
"El sol estaba cerca del horizonte.
Las criaturas de vida más corta de todo el Mundodisco eran las cachipollas efímeras, que apenas si duraban veinticuatro horas. Dos de las más viejas zigzagueaban sin rumbo fijo, sobre las aguas de un arroyo de truchas, discutiendo acerca de historia con algunos de los miembros más jóvenes de la nidada vespertina.
-En estos tiempos, el sol ya no es el que era -dijo una de ellas.
-En eso no te falta razón. En las horas de antes sí que había un sol como debe ser. Era todo amarillo. No como esa cosa roja.
-Y también estaba más alto.
-Es verdad, tienes razón.
-Y las ninfas y las larvas te mostraban un poco de respeto.
-Muy cierto, muy cierto -asintió la otra cachipolla efímera con vehemencia.
-Yo creo que si las cachipollas de estas horas se comportaran mejor, todavía tendríamos un sol como es debido.
Las cachipollas más jóvenes escuchaban con educación.
-Recuerdo -prosiguió una de las moscas viejas- cuando todo lo que abarcaba la vista eran praderas.
Las cachipollas jóvenes miraron a su alrededor.
-Siguen siendo praderas -aventuró una de ellas tras un cortés intervalo.
-Recuerdo cuando eran praderas mejores —replicó bruscamente la vieja.
-Sí -asintió su colega-. Y también había una vaca.
-¡Es verdad! ¡Es verdad! ¡Me acuerdo de esa vaca! Estuvo justo allí durante..., oh, durante cuarenta o cincuenta minutos. La recuerdo bien, era marrón.
-Ya no hay vacas así en estas horas.
-Ya no hay siquiera vacas.
-¿Qué es una vaca? -preguntó una de las jovencitas.
-¿Lo ves? -replicó la cachipolla vieja en tono triunfal-. Así son las moscas modernas.
-Hizo una pausa-. ¿Qué estábamos haciendo antes de empezar a hablar sobre el sol?
-Zigzaguear sin rumbo fijo sobre las aguas -dijo una de las moscas jóvenes.
No estaba del todo segura, pero era una suposición con visos de probabilidad.
-No, antes de eso.
-Eh... Nos estaba hablando usted sobre la Gran Trucha.
-Ah, sí. Eso. La Trucha. Bueno, veréis, si has sido una buena cachipolla efímera, si has revoloteado bien arriba y abajo...
-... prestando atención a los ancianos, que saben más que tú...
-... sí, prestando atención a los ancianos, que saben más que tú, entonces, al final, la Gran Trucha...
Clop.
Clop.
-¿Sí? -inquirió una de las moscas más jóvenes.
No recibió respuesta.
-¿Qué pasa con la Gran Trucha? -quiso saber otra mosca, nerviosa.
Contemplaron la larga serie de anillos concéntricos que se expandían en el agua.
-¡El signo sagrado! -exclamó una cachipolla-. ¡Recuerdo que me hablaron de eso! ¡Un Gran Círculo en el agua! ¡Ése será el signo de la Gran Trucha!
La más vieja de las cachipollas jóvenes contempló el agua, pensativa. Empezaba a darse cuenta de que, al ser la mosca de más edad entre las presentes, le correspondía el privilegio de revolotear más cerca de la superficie.
-Se dice -empezó la cachipolla que volaba en la parte superior de la zigzagueante multitud- que, cuando la Gran Trucha viene a buscarte, vas a una tierra donde abunda... abunda... -Las cachipollas efímeras no comen. No sabía cómo seguir-. Donde abunda el agua -terminó como pudo.
-Debe de ser verdad -asintió la mosca más vieja
-Pues allí se debe de estar muy bien -siguió la joven.
-¿Sí? ¿Por qué?
-Porque nadie ha querido volver nunca."
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22-mar-2015
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AVISO: Las personas que intenten encontrar un motivo en esta narración, serán perseguidas. Aquellas que intenten hallar una moraleja, serán desterradas, y las que traten de encontrar un argumento, serán fusiladas". (Twain, M. Las aventuras de Huckleberry Finn)
Esta frase está bonita para un epitafio
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22-mar-2015
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"[...] The group go off, but the crowd demands an encore: the Sex Pistols reassemble around their standard, 'No Fun'. Lydon has made a decision, but he hasn't yet realized it. 'This is No Fun', he announces; this song is not an introduction but a statement on his situation. As Jones pulls out the ultimate version of the Stooges' razor chords, he intonates Sex Pistols' mantra of nihilism.
After a couples of verses, Lydon's voice goes. Assuming an imposibly deep, aged voice, he tries to force himself through this physical barrier, any barrier, to blast himself right out of there -but it is no good. He suddenly stops: 'Oh bollocks, why should I carry on?' Cook and Jones continue the riff: he has to carry on. For the remaining minutes, he doesn't speak to the audience but to himself: 'There's no fun being alone/This is no fun/It is no fun at all'. He sits on the stage and looks emptily at the crowd: there is no perfomance, there is no audience, there is no Sex Pistols."
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Última edición por sebasxtian; 22-mar-2015 a las 15:54.
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22-mar-2015
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"Y también se dijo: ¿no serán todas las esperanzas de los hombres tan grotescas como éstas? Ya que, dada la índole del mundo, tenemos esperanzas en acontecimientos que, de producirse, sólo nos proporcionarían frustración y amargura; motivo por el cual los pesimistas de reclutan entre los ex esperanzados, puesto que para tener una visión negra del mundo hay que haber creído antes en él y en sus posibilidades. Y todavía resulta más curioso y paradojal que los pesimistas, una vez que resultaron desilusionados, no son constantes y sistemáticamente desesperanzados, sino que, en cierto modo, parecen dispuestos a renovar su esperanza a cada instante, aunque lo disimulen debajo de su negra envoltura de amargados universales, en virtud de una suerte de pudor metafísico; como si el pesimismo, para mantenerse fuerte y siempre vigoroso, necesitase de vez en cuando un nuevo impulso producido por una nueva y brutal desilusión."
"Y como Martín le preguntó si entre dos seres que se quieren no debe ser todo nítido, todo transparente y edificado sobre la verdad, Bruno respondió que la verdad no se puede decir casi nunca cuando se trata de seres humanos, puesto que sólo sirve para producir dolor, tristeza y destrucción. Agregando que siempre había alentado el proyecto (“pero yo soy nada más que eso: un hombre de puros proyectos”, agregó sonriendo con tímido sarcasmo), había alentado el proyecto de escribir una novela o una obra de teatro sobre eso: la historia de un muchacho que se propone decir siempre la verdad, siempre, cueste lo que cueste. Desde luego, siembra la destrucción, el horror y la muerte a su paso. Hasta terminar con su propia destrucción, con su propia muerte.
—Entonces hay que mentir—adujo Martín con amargura.
—Digo que no siempre se puede decir la verdad. En rigor, casi nunca.
—¿Mentiras por omisión?
—Algo de eso —replicó Bruno, observándolo de costado, temeroso de herirlo.
—Así que no cree la verdad.
—Creo que la verdad está bien en las matemáticas, en la química, en la filosofía. No en la vida. En la vida es más importante la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza. Además ¿sabemos acaso lo que es la verdad? Si yo le digo que aquel trozo de ventana es azul, digo una verdad. Pero es una verdad parcial, y por lo tanto una especie de mentira. Porque ese trozo de ventana no está solo, está en una casa, en una ciudad, en un paisaje. Está rodeado del gris de ese muro de cemento, del azul claro de este cielo, de aquellas nubes alargadas, de infinitas cosas más. Y si no digo todo, absolutamente todo, estoy mintiendo. Pero decir todo es imposible, aun en este caso de la ventana, de un simple trozo de la realidad física, de la simple realidad física. La realidad es infinita y además infinitamente matizada, y si me olvido de un solo matiz ya estoy mintiendo. Ahora, imagínese lo que es la realidad de los seres humanos, con sus complicaciones y recovecos, contradicciones y además cambiantes. Porque cambia a cada instante que pasa, y lo que éramos hace un momento no lo somos más. ¿Somos, acaso, siempre la misma persona? ¿Tenemos, acaso, siempre los mismos sentimientos? Se puede querer a alguien y de pronto desestimarlo y hasta detestarlo. Y si cuando lo desestimamos cometemos el error de decírselo, eso es una verdad, pero una verdad momentánea, que no será más verdad dentro de una hora o al otro día, o en otras circunstancias. Y en cambio el ser a quien se la decimos creerá que ésa es la verdad, la verdad para siempre y desde siempre. Y se hundirá en la desesperación."
Hay bastantes fragmentos que me gustan de este libro, pero me da pereza escribirlos todos.
Sobre héroes y tumbas
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Última edición por MissMuerte; 04-abr-2015 a las 21:23.
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22-mar-2015
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El Cupido y el cráneo
Cupido está sentado sobre el cráneo
De la Humanidad,
Y sobre este trono el profano,
Con risa desvergonzada,
Sopla alegremente burbujas redondas
Que suben en el aire,
Como para alcanzar los mundos
En el fondo del éter.
El globo luminoso y frágil
Toma un gran impulso,
Estalla y escupe su alma sutil
Como un sueño dorado.
Escucho al cráneo, en cada burbuja
Rogar y gemir:
—"Este juego feroz y ridículo,
¿Cuándo debe concluir?
Porque lo que tu boca cruel
Desparrama en el aire,
Monstruo asesino, es mi cerebro,
¡Mi sangre y mi carne!"
Las Flores del Mal. Charles Baudelaire
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23-mar-2015
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¡Otro inocente que vine a sufrir a este valle de lágrimas! (al nacer un niño)
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23-mar-2015
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-Me temo que quizá no sea así. Y hay muchos más como Cam ahí fuera.
Tendrás que confiar en tu instinto. No sé cuanto tiempo te llevará ponerte al día de todo lo que nos ha ocurrido en el pasado. Pero, mientras tanto, si tienes un presentimiento, incluso sobre algo que piensas que no conoces, deberías confiar en el. Seguramente estarás en lo cierto.
-¿Así que debo confiar en mí misma incluso cuando no puedo confiar en los que tengo alrededor? -preguntó, intuyendo que aquello era parte de lo que Daniel quería decir.
-Intentaré estar ahí para ayudarte, y cuando estemos separados siempre que pueda te daré noticias mías -dijo Daniel-.Luce, la memoria de todo lo que has vivido sigue en ti, aunque no puedas recordarlo todavía. Si algo te da mala espina, aléjate.
-¿Adónde vas?
Daniel miro el cielo.
-A buscar a Cam -respondió-. Tenemos que ocuparnos de algunas cosas.
Fallen.
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