Oh, malditos truenos llameantes del abismo de Moria, c'est fatal, resulta que padezco de cinofobia (miedo a los perros) ya que al padecer de misofobia (miedo a los germenes) desarrolle la otra y asi no puede tener perro y por culpa de mi fobia social tampoco puede desarrollar contacto con humanos, así que ya quedo aislado del contacto humano o animal, oj. Dicen, comprate un gato, es lo mismo.... Con un pajaro no sé, igual no me afecta tanto pero un pajaro no hace tanta compañia y un pez pues ya ni lo cuento. Mi psicologa me dice que nunca ha visto un caso como el mío y que la terapia va a resultar mas dificil y complicada de lo que esperaba... horreur. Al menos siempre tendré mi colección de filosofía para acompañarme, Kant y Spinoza nunca me abandonarán. C'est la vie.