Estoy en quizás la peor situación de mi vida. Acabo de dejar la universidad, después de 1 año y media de estudios, por dos motivos básicamente: Vocación y entorno social. Del primero no estoy muy seguro y el segundo no solo me afecto en mis días de universitario, sino en todos los aspectos posibles de mi vida.
Nunca me gusto asistir a clases, faltaba mucho. A veces era por pereza, otras veces porque no me podía concentrar en clase pero en los últimos meses fue porque me sentía demasiado solo.
Tenía un “grupo de amigos”, gente con quien hablar, conocidos. Pero no me atrevía a acercarme a ellos y cuando tenía la oportunidad era porque estaba con alguien de más confianza. Sin embargo, no me salía una charla simpática, trivial, lo que en inglés se conoce como “small talk”. Con esto no me refiero a que solo pudiera tener “grandes conversaciones trascendentales”, sino que me costaba comunicarme con gente que no sentía mucha confianza pero quería hacer amigos y para hacer amigos necesitas hablar con gente nueva a la cual no le tienes mucha confianza. Era una paradoja de mierda.
Lo peor es que recuerdo que cuando entre a la universidad, me mentalice para producir un cambio un en mí en cuanto a sociabilizar con los demás. Los primeros días fui de acercarme a hablar con mis compañeros, asistir a las fiestas que se realizara en la universidad, inscribirme en talleres, etc.
Fueron buenos días porque hablaba con mucha gente. La cerveza y marihuana de cierta forma hacían que me dejara de preocupar de algunas cosas y pudiera lograr esa tan codiciada “small talk” (Quiero dejar en claro que también hablaba con personas sobrio, no es que utilizara solo el alcohol y la marihuana para acercarme a la gente, pero si era un método que facilitaba las cosas). Entonces, comenzaba a entablar confianza con algunos. Pero, lamentablemente, no pude concretar ni una amistad.
Y eso es lo que me frustra y me tiene en una especie de luto, sin motivación de intentarlo de nuevo porque, después de conocer tanta y tanta gente siento que no logre nada. Después de haberme metido a talleres en donde conocí gente con mis mismos gustos, no pude mantener ni un solo amigo.
Todo esto me llevo a la conclusión de que soy malo haciendo amigos. No tengo Facebook, lo que empeora las cosas. Tengo uno pero me da vergüenza ocuparlo. Me da vergüenza sacarme fotos o sacar fotos y subirlas. Me da vergüenza escribir alguna opinión y que quede guardada ahí. Me da vergüenza incluso ingresar y ver que está completamente vacío y que cuando la gente lo ve, ve que mi vida virtual es una mierda, la cual es un reflejo, difuso pero reflejo, de mi realidad. Y en este siglo no estar en Internet es un gran problema.
Ahora me paso los días en mi casa, con miedo sin saber a dónde voy a parar, que voy a estudiar. Sin decirles todavía a mis abuelos, con quienes vivo, que me salí de la carrera. No les digo porque no tengo confianza con ellos.
Me resulta muy frustrante porque a algunas personas les resulta tan fácil. Muchas miran atrás y vieron que tomaron las decisiones correctas, las cuales no tuvieron que pensarlas mucho, solo se fueron dando. ¿Por qué yo, tengo que planificar algo para hacerme amigos? ¿Porque hay gente a la que se le da tan fácil?
Sumado a esto, tengo otros problemas que no vienen al caso comentarlos. Pero son tantos que no me puedo enfocar en ni uno. Las veces que lo hice, no llegue a nada y me canse de intentarlo.
Lo peor de todo esto es que sé que mis problemas son una mierda comparado a los de otras personas. Muchas veces pienso que mis problemas son parte de esta etapa de la vida llamada “adolescencia”. En parte me ayuda porque los olvido durante un tiempo pero al rato vuelven cuando miro 20 años hacía atrás y veo que no hay nada.
Ya estoy aburrido de mi vida, de pasar los días en la casa con gente mayor a mí, gente con la que no puedo hablar. De que los días se me pasen frente al computador. De no conocer gente de mi edad con quien conversar. Pero estoy tan cansado que no quiero intentar hacer algo al respecto.